La abundante vegetación que caracteriza a la zona de Martínez, en San Isidro, funcionó como el terreno ideal para esta casa. Al ser convocados para desarrollar el proyecto, los arquitectos Lucila y Federico Grizzo –al frente de Grizzo Studio tuvieron como punto de partida un lote que era una porción del jardín de una antigua casona.

La naturaleza fue, sin dudas, la anfitriona del lugar: queríamos mantener la sensación de estar dentro de ese jardín frondoso, potenciando el juego de luces y sombras que nos proponían las copas de los árboles que lo envuelven

Arqs. Lucila y Federico Grizzo, Grizzo Studio

El ingreso de la casa está elevado 1,50 metro, permitiendo incorporar un garaje, lavadero y sala de máquinas 1,50 metro hacia abajo.

El punto de partida

Al ser un terreno no tan grande y entre medianeras, y por la necesidad de ambientes y programas que tenían los dueños de casa, el Estudio se enfocó en fundir interior y exterior. Para ello, morfología y materialidad jugaron papeles clave.

“Decidimos que el proyecto debía funcionar en su totalidad como un jardín, borrando los límites entre el interior y el exterior, y haciendo actuar a la misma casa como parte del paisaje exterior”, cuentan.

Cada ventana tiene un cantero generado por las vigas invertidas. El paisajismo estuvo a cargo de Lucila: para este sector eligió, por ejemplo, wambes, alocasias y hiedras.

Hormigón y madera, todo en uno

Si bien a los dueños de casa les encantaba la madera, no querían tener que realizar mantenimiento específico. Fue así como los arquitectos pensaron en un hormigón teñido –inspirados por un viaje a México– buscaron una hormigonera dispuesta a producirlo y empezaron a hacer pruebas.

Con este particular hormigón marrón (un trabajo conjunto de Grizzo Studio y Hormigón Avellaneda), lograron riqueza visual y redujeron al mínimo la necesidad de mantenimiento a futuro. Piso de hormigón blanco (AFG Constructora).

“Los muros se proyectaron con formas orgánicas fluidas, con texturas y tonos de cortezas de árbol: desarrollamos un hormigón visto pigmentado en tonos marrones, con encofrados de tabla cepillada que aporta los nudos”, detallan los arquitectos.

Intercalado

Estas estructuras orgánicas son el sostén de la vivienda, y contrastan con la textura lisa de bandejas de hormigón gris que se encastran en desniveles. Así le dimos al proyecto la ortogonalidad necesaria por tratarse de una casa entre medianeras”, explica la dupla. Estas losas son, a su vez, soportes para las plantas, que acercan el verde a todos los sectores de la casa.

La casa tiene dos patios internos que permite acercar la luz y la vegetación a todos los ambientes.

Estética compartida

Toda la vivienda se alinea a la identidad visual, pero en casa ambiente encuentra variaciones acorde a sus funciones: en la cocina, por ejemplo, eligieron muebles de frente de melamina, que contrastan con el techo de hormigón gris teñido y con las mesadas de terrazo.

Muebles de cocina de frente de melamina 'Carvalho' (Egger por Faplac), mesadas de terrazo diseñado para este proyecto por Monolitic. Techo de placas de fenólico (Hormigón Avellaneda).

La isla de la cocina fue construida en obra, en mampostería, y luego se recubrió con un terrazo personalizado. La idea: dar la sensación de que ‘sale’ del piso.

Mesa de nogal –con estructura metálica en el interior– embutida en la isla (Grizzo Studio). Las sillas fueron una elección de la dueña de casa. Carpinterias de PVC (TESATECH).

Reparo

A continuación de la cocina está el sector de parrilla, que significó un reto: “El entrelazado de líneas rectas y curvas, vigas invertidas y juego de niveles fue un gran desafío estructural, así como un voladizo de 6 metros de largo logra generar la galería sin ningún apoyo en esquina”, cuentan.

Este sector semicerrado comparte el menú de materiales del interior: hormigón teñido en las paredes, terrazo para la isla, hormigón blanco para el piso.

“Hicimos un trabajo único y personalizado con los proveedores para lograr cada material. Como eran soluciones nuevas, hubo mucha prueba y error hasta llegar, pero fue interesante llegar al resultado buscado”

La parrilla está cerrada con puertas guillotina (Met.Longa) de chapa pintada en un tono arena.

Hacia la copa

La escalera fue otro sectores que requirió un dedicado trabajo artesanal: “Al tener las aristas en curva, la pedada y la alzada se debían llenar de hormigón en distintos momentos, y no se tenía que notar la junta. La terminación fue con un pulido manual”, explican.

Escalera y piso de hormigón blanco (AFG Constructora).

Como la vivienda tiene muros y circulaciones curvas, se inclinaron por un piso de hormigón, que en esta área dividieron con flejes también curvos.

En la imagen se ve algún indicio de la terraza: allí construyeron una cancha de fútbol de césped sintético, un pedido especial de los dueños de casa.

En la planta alta se ubican la suite principal y dos habitaciones, todas con vestidor y baño propio. Con una fachada cerrada hacia la calle, la casa se abre completamente hacia los patios internos y el jardín principal.

Piso de hormigón blanco (AFG Constructora). Revestimientos de terrazo diseñados para la obra (Monolitic y Pimux). Artefactos (Ferrum), grifería (Peirano).

Continuidad

Optimizando el metraje del lote, en el jardín lograron ubicar una pileta que también tiene lados curvos y canteros alrededor, en los que plantaron Dietes y Salvia guaranítica, especies de sol.

Revestimiento de pileta 'Aqualyt' (Monolitic).