La maracuyá es la fruta ideal para preparar un postre delicioso y refrescante - crédito Ilustrativa Infobae

El postre de maracuyá es una deliciosa y refrescante opción que combina el exótico sabor de esta fruta tropical con la suavidad de una textura cremosa. Perfecto para reuniones familiares, postre para después de la comida o simplemente para el antojo de un día cualquiera, este postre es tan sencillo de preparar que no se necesita ser un experto en la cocina para lograrlo.

Cabe señalar que, el maracuyá es una fruta muy popular en Colombia y otros países tropicales. Su sabor ácido y dulce a la vez la convierte en el ingrediente perfecto para postres, jugos y cócteles. Este postre, en particular, tiene sus raíces en las recetas caseras que buscan resaltar el sabor de la fruta con preparaciones prácticas y rápidas, ideales para climas cálidos. Además, es una receta versátil, ya que puede servirla en vasitos individuales para una presentación más elegante o en un molde grande para compartir.

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Con esta fruta, popular en países como Colombia, también es común la preparación de jugos y recetas de sal - crédito Andina

La receta del postre de maracuyá comienza con una base cremosa de leche condensada, crema de leche y jugo concentrado de maracuyá. Estos ingredientes se mezclan para formar una especie de mousse ligera y refrescante, que se complementa con una capa crocante de galletas trituradas como base.

Tiempo de preparación

Este postre es rápido y sencillo, y se prepara en un total de 30 minutos, más un tiempo de refrigeración de aproximadamente 4 horas para que alcance la consistencia ideal.

Ingredientes

  • 1 taza de jugo concentrado de maracuyá (puede usar pulpa de maracuyá fresca o comprada).
  • 1 lata de leche condensada (aproximadamente 395 g).
  • 1 lata de crema de leche (aproximadamente 250 g).
  • 1 paquete de galletas (marca Ducales o parecidas).
  • 50 g de mantequilla derretida.
  • Pulpa de maracuyá con semillas para decorar (opcional).

Cómo hacer postre de maracuyá sin horno, paso a paso

  1. Tritura las galletas hasta que queden como un polvo fino. Mezcla con la mantequilla derretida hasta obtener una textura arenosa. Presiona esta mezcla en el fondo de un molde o vasitos individuales, formando una capa compacta. Lleva al refrigerador mientras prepara el relleno.
  2. De otro lado, en una licuadora mezcla la leche condensada, la crema de leche y el jugo concentrado de maracuyá. Bate hasta que todo quede bien integrado y cremoso.
  3. Vierte la mezcla de maracuyá sobre la base de galletas. Alisa la superficie con una espátula si es necesario. Si lo deseas, agrega una capa de pulpa de maracuyá con semillas como decoración.
  4. Luego, lleva el postre al refrigerador y deja reposar durante al menos cuatro horas, o hasta que esté firme.
  5. Corta en porciones si usas un molde grande, o sirve directamente en los vasitos individuales.

El postre de maracuyá tiene un tiempo de preparación de 30 minutos - crédito Ilustrativa Infobae

¿Cuántas porciones rinde esta receta?

Con las cantidades indicadas, este postre de maracuyá rinde entre seis y ocho porciones, dependiendo del tamaño de las porciones que sirva y si lo presenta en vasitos individuales o en un molde grande para compartir.

¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?

Cada porción de este postre de maracuyá contiene aproximadamente:

  • Calorías: 320
  • Grasas: 18 g
  • Grasas saturadas: 10 g
  • Carbohidratos: 36 g
  • Azúcares: 30 g
  • Proteínas: 4 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Con esta cantidad de ingredientes, el postre alcanza hasta para ocho porciones - crédito Ilustrativa Infobae

¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?

El postre de maracuyá se puede conservar en la nevera por hasta tres días, siempre y cuando esté bien cubierto con papel film o almacenado en un recipiente hermético para evitar que absorba olores o se reseque. Es importante mantenerlo a una temperatura constante y no dejarlo mucho tiempo fuera del refrigerador para preservar su frescura y su textura cremosa.