WASHINGTON.- En un lugar privilegiado y por encima incluso de los principales funcionarios del gabinete, los magnates de Silicon Valley ocuparon un rol central en la asunción de Donald Trump. Elon Musk (X), Jeff Bezos (Amazon) y Mark Zuckerberg (Meta), Sundar Pichai (Google), se sentaron en primera fila, en un reflejo del peso que el presidente electo les otorga a los líderes de las empresas más influyentes del mundo y su enfoque en una alianza estratégica con el sector tecnológico.
La extraordinaria reunión de líderes tecnológicos -cuyas empresas son las más valiosas del mundo y han dado forma a la política económica y de seguridad de Estados Unidos- subraya la influencia de Trump sobre políticas que podrían definir el futuro de la tecnología.
Muchos de estos ejecutivos han visitado o contactado la residencia de Trump en Florida, Mar-a-Lago, y han aportado millones de dólares en donaciones para su investidura, como parte de un intento por mejorar las tensas relaciones que mantuvieron con el mandatario durante su primera administración.
Trump ha criticado previamente a las empresas de redes sociales por lo que considera censura a voces conservadoras, incluida la suya. También ha cuestionado a Bezos, propietario del Washington Post, por la cobertura de su administración en ese medio.
Los líderes tecnológicos se están alineando con el nuevo presidente en un momento crucial para la industria. Meta, Google y Microsoft compiten en una nueva carrera armamentista en inteligencia artificial, al tiempo que enfrentan una serie de demandas antimonopolio presentadas durante la primera administración de Trump y bajo la administración Biden.
Bezos, pese a sus enfrentamientos con Trump en el pasado, y Zuckerberg han buscado recientemente mejorar sus relaciones con la administración, con Bezos expresando su optimismo sobre la reducción de regulaciones y Zuckerberg relajando las políticas de moderación de contenido en Meta.
Durante el fin de semana, los líderes tecnológicos fueron vistos en Washington D.C. asistiendo a exclusivas fiestas de gala de alta seguridad previas a la ceremonia. El sábado por la noche, Bezos participó en una celebración de fuegos artificiales con Trump en el Trump National Golf Club en Virginia.
Por su parte, Zuckerberg asistió a una celebración formal en la mansión de Peter Thiel, inversor y partidario de Trump. Zuckerberg también será coanfitrión de una fiesta de celebración el lunes por la noche junto con Miriam Adelson, una donante de larga data de Trump, y otros multimillonarios seguidores.
Zuckerberg recientemente cambió las prioridades de su empresa para alinearse con las de Trump y se ha acercado al presidente electo menos de seis meses después de que Trump amenazara con encarcelarlo.
Elon Musk, la persona más rica del mundo, desempeñó un papel activo e inusual en la etapa final de la campaña de Trump, invirtiendo cerca de 200 millones de dólares a través de un súper PAC. Musk asumirá un rol clave en la reestructuración del gobierno durante la nueva administración. Las empresas de estos magnates mantienen contratos millonarios con el gobierno federal, lo que subraya su influencia en la gestión pública.
Los tres hombres acumulan un patrimonio combinado de casi un billón de dólares y, en la inauguración, estuvieron acompañados por los directores ejecutivos de OpenAI y TikTok, Shou Zi Chew. Este último asistió a pesar de la incertidumbre sobre el futuro de la plataforma en Estados Unidos, que enfrenta un posible cierre debido a una nueva ley a la que Trump se opone públicamente.
Capitalistas de riesgo de Silicon Valley, como Marc Andreessen, un demócrata de larga trayectoria que ha apoyado a Trump, también estaban previstos entre los asistentes a la investidura del lunes.
Agencias AP, Reuters y diario The New York Times