Fabián Calle, licenciado en ciencia política y especialista en estrategia económica internacional, señala que puede haber “grandes continuidades” respecto a la política internacional estadounidense con el regreso de Donald Trump al poder, dado que hay “consenso” entre demócratas y republicanos de que China es el principal enemigo. A su vez, enfatizó que le importa “Latinoamérica”.
Según Calle, la afinidad entre Javier Milei y Trump sería conveniente para la Argentina ya que podría sacar provecho de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permitirían la salida del cepo al dólar. Además, se podría conseguir inversiones en minería, gas, petróleo e industria de conocimiento. Con respecto a la idea de libre comercio con los Estados Unidos, una idea que deslizó sin dar más precisiones el presidente Milei, el especialista cree que no sería posible porque lo “impide el Mercosur estatutariamente”.
Calle es licenciado en ciencia política de la Universidad de Buenos Aires, especialista en estrategia económica internacional por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, máster en relaciones internacionales de FLACSO, entre otros títulos.
−¿Qué orientación cree que tomará Trump en política internacional?
−Estados Unidos es un sistema presidencialista, pero sobre política exterior y defensa hay mucho poder en el Congreso. Por lo tanto, los márgenes de maniobra de un presidente se acotan bastante, incluyendo los poderes de guerra tienen que ser pedidos al Congreso; obviamente con mayoría en las dos cámaras. Es mucho más armoniosa la relación.
Estados Unidos es un sistema presidencialista, pero sobre política exterior y defensa hay mucho poder en el Congreso. Por lo tanto, los márgenes de maniobra de un presidente se acotan bastante
Fabián Calle
Yo creo que va a haber grandes continuidades. Sobre China hay un consenso entre demócratas y republicanos que es el principal rival estratégico. Yo creo que Trump tiene muy en claro que Rusia no es el principal rival estratégico. No es aliado, pero que es un país con el cual Estados Unidos tiene que tener algún tipo de vínculo constructivo en ciertas áreas para que no se transforme Rusia en un estado vasallo subordinado, en una gran estación de servicio y en un gran supermercado de comida para China, que es el verdadero competidor estratégico para las próximas décadas. Trump no le va a regalar nada a Putin, no va a ser generoso con Putin, pero creo que no tiene la rusofobia de los demócratas. También va a mantener una presencia fuerte americana en la OTAN y en Europa.
−¿Cree que le importa América Latina?
−Creo que sí. Me impresiona que Estados Unidos está tomando conciencia que no hay proyección de fuerzas hacia Europa y Asia si no tienen bien controlado el hemisferio americano. Una de las claves del poder americano durante todo el siglo XX y XXI fue que América Latina sea una zona segura: aunque hubo regímenes contestatarios, estos no representaban una amenaza estratégica militar. Trump tendrá 12 funcionarios de primer nivel que vienen del Estado de Florida. Uno es el caso de la jefa de gabinete Susie Wiles y otro es Marco Rubio [el jefe de la diplomacia]. Obviamente, cuando Rubio esté sentado ahí se va a tener que encargar de un montón de cosas, pero no deja de ser una persona que hace más de 20 años está empapado del tema América Latina. Y, de hecho, en la audiencia de confirmación. Rubio dijo en el Senado que el hemisferio americano tiene que ser una prioridad.
−¿La afinidad entre Milei y Trump conviene económicamente a la Argentina?
−Sin dudas. Milei hoy es visto por el Partido Republicano y por todo el equipo de Trump como el presidente más amigable de América Latina. Primero es amigable porque es prooccidental, procapitalista y comparte un montón de agenda con el presidente Trump. Por otro lado, la región nos hace la tarea más sencilla.
−¿Podrá conseguir Milei un acuerdo favorable con el FMI este año?
−La llegada de Trump ya ha sido beneficiosa para Argentina. El FMI es un antes y un después de la elección de Trump. Antes, el FMI pedía ortodoxia con un discurso solidario socialdemócrata. Después de la elección de Trump se acabaron esas voces que corrían por izquierda a Milei desde el FMI. De hecho, Georgieva el otro día hizo un elogio masivo al programa económico de Milei. Creo que cuando llegue Trump va a facilitar un acuerdo, quizá de 10.000 a 15.000 millones de dólares que van a transmitir más tranquilidad al mercado y con los que quizá se puede hablar de salir del cepo. Es un diferencial para el círculo rojo argentino que pensaba que ganaba Sergio Massa, que Milei caería a los dos meses. Ahora ese mismo círculo rojo argentino te dice que es intrascendente la llegada de Trump. La Argentina saca un beneficio importante en lo económico, y eventualmente en lo estratégico.
−¿Le parece que puede haber inversiones de empresas de EE.UU. en la Argentina?
−Sí, primero por la baja del riesgo país. Eso ya alienta el clima de inversiones y de emprendimientos económicos y financieros extranjeros en Argentina. Y, segundo, que los sectores de minería, gas, petróleo e industria del conocimiento argentinos tienen muchísimo para dar. Y ahí las empresas americanas tienen mucha capacidad. Por eso, Milei tiene ese centro de zona de libre comercio o de querer empezar a trabajar la idea de una flexibilización del Mercosur para sacarse de encima esa ancla que es el Mercosur; que no es ni una zona de libre comercio ni una unión aduanera; es un híbrido cada vez más subóptimo.
La Argentina saca un beneficio importante en lo económico, y eventualmente en lo estratégico con el regreso de Trump
Fabián Calle
−¿Es posible un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, como planteó Milei?
−No, porque el Mercosur lo impide estatutariamente. Ahí hay que ver algún mecanismo que de cierta flexibilidad a los países miembros del Mercosur; como lo pidió Uruguay el año pasado, pero Brasil lo rechazó. En lo que se puede avanzar entre Argentina y Estados Unidos es en un régimen especial de inversiones; hay mecanismos que sin violentar el Mercosur pueden avanzar. Más con Trump y su equipo, que ellos son proclives a relaciones comerciales Estado-Estado, no creen en negociar con espacio regionales.
−¿Podría conseguir la Argentina un apoyo militar?
−El apoyo militar ya está. La Argentina ha incorporado aviones de combate de primer nivel, equivalentes a los F16 de Turquía, como son los Blogs 52 que está incorporando la Fuerza Aérea de la Argentina. Hemos tenido acceso a los mejores sistemas de armas para esos aviones, se está avanzando con el tema del reequipamiento de Ejército con vehículos strikers y el regreso de cursantes militares argentinos a escuelas de formación militar en Estados Unidos.