Este 20 de enero, Donald Trump inicia su segundo período como presidente de los Estados Unidos. Las expectativas y dudas sobre las características del nuevo ciclo de cuatro años no solo recaen sobre su figura y rol, sino también sobre los principales miembros de su círculo íntimo, especialmente Melania Trump, la esposa del nuevo mandatario.
Melania, un orgullo para Eslovenia
La historia de Melania Knavs comenzó en un pequeño y pintoresco pueblo de Eslovenia llamado Novo Mesto, donde nació el 26 de abril de 1970 en el seno de una familia de clase media. Su padre, Viktor Knavs, trabajaba en el sector automovilístico, mientras que su madre, Amalia Knavs, era diseñadora de ropa. Poco después de su nacimiento, Melania se mudó con su familia a Sevnica, una ciudad situada en el este de ese país, que en aquel entonces formaba parte de la Federación de Yugoslavia.
En Sevnica, Melania pasó su infancia y adolescencia. Asistió a una escuela secundaria en la capital, Liubliana, donde también comenzó sus primeros trabajos como modelo. Inicialmente, combinaba el modelaje con la carrera de Arquitectura en la universidad estatal. Sin embargo, su pasión por el modelaje y las oportunidades que este le ofrecía la llevaron a dejar la carrera, aunque su interés por el diseño y el arte persistieron a lo largo de los años.
Desde los inicios de la década de 1990, la carrera de Melania como modelo la llevó a convertirse en ciudadana del mundo. Vivió en Milán y París, dos de las capitales de la moda, hasta que en 1996 decidió mudarse definitivamente a la ciudad de Nueva York. Fue allí, en 1998, donde conoció a Donald Trump. De esa relación nació en 2006 su hijo Barron, quien, fiel a los orígenes de su madre, también habla y entiende esloveno.
Para Sevnica y toda Eslovenia, la vuelta de Melania a la Casa Blanca es un motivo de alegría y orgullo. Según señaló Swissinfo, la popularidad de Melania como primera dama durante el primer mandato de Donald Trump hizo que Sevnica, la pequeña localidad de unos 5000 habitantes donde se crió, y Eslovenia en general, fueran más conocidas a nivel mundial.
Desde el primer mandato de Trump (2017-2021), “Melania se convirtió en todo un emblema en Eslovenia”, según el medio citado. En Sevnica, según detallan, esa conexión se cristalizó en diferentes esferas como:
- La creación de una marca comercial denominada “First Lady” para vender chocolates, vinos, té, especias y dulces.
- La generación de decenas de ofertas gastronómicas en la ciudad que llevan el nombre de la futura primera dama, entre ellos varios pasteles y postres, siendo la más popular la tarta Melania, hecha de crema de chocolate blanco y nueces tostadas con caramelo.
- El lanzamiento por parte de la industria local de calzados de una línea de pantuflas de lujo llamada “Casa Blanca”.
- La inauguración cerca de Sevnica de una estatua que representa a Melania.
Como vocero del sentimiento popular, el alcalde de Sevnica, Srečko Ocvirk, detalló que su orgullo por el hecho de que Melania vuelva a ser primera dama era inmenso y señaló que para todo su pueblo es determinante que su hijo Barron hablara esloveno.
Ocvirk sostuvo además, que la historia de Melania Trump da el mensaje de que cualquier persona, desde cualquier lugar, puede lograr grandes objetivos. “Creo que este es un mensaje muy importante para cada uno de nosotros: participa activamente en la vida, y luego llegará el éxito”, concluyó.