En una trama que ha sacudido tanto a Perú como a Brasil, una joven peruana secuestrada por la banda criminal conocida como ‘Los Injertos del Cono Norte’ reveló detalles escalofriantes de su cautiverio. El caso, que combina elementos de sicariato, secuestro y narcotráfico, pone de manifiesto como estas organizaciones delictivas expandieron sus operaciones más allá de las fronteras peruanas.

La joven, cuya identidad permanece en reserva por razones de seguridad, fue secuestrada en Brasil y sometida a actos de extrema violencia. A través de un reportaje de Panorama, la víctima relató que los secuestradores mantenían comunicación constante con un individuo apodado “el monstruo”, quien parecía dirigir las operaciones desde Perú. Según sus declaraciones, las amenazas de muerte contra ella y su familia fueron reiteradas durante todo su cautiverio.

“Ellos todo el tiempo hacían videollamadas con el monstruo. Él les decía que tenían que matarme, que si me mataban debían enterrarme o cortarme”, relató la joven. Esta comunicación directa con el líder criminal demostró la sofisticación y organización de la banda.

Las amenazas que cruzaron fronteras

El relato de la víctima también señala que no solo su vida estaba en peligro, sino también la de sus familiares en Perú. Una de las amenazas fue enviada por otra joven vinculada a la banda, quien escribió: “Cuida a tu mamá, cuídate, cuida a tu hermana. Te van a dar donde más te duele”. Estas advertencias dejaron claro que la red de ‘Los Injertos’ abarcaba tanto territorio peruano como brasileño.

Según la víctima, los secuestradores justificaban sus actos con frases como “gente inocente no se mata”, aunque sus acciones contradecían este principio. Los videos enviados a la familia mostraban torturas y golpizas, aumentando la presión psicológica y el temor.

Durante el cautiverio, la joven observó cómo los secuestradores mencionaban constantemente a “el monstruo” como si fuera una figura de autoridad. “Ellos todo el tiempo le llamaban el monstruo, como si fuera su jefe o su patrón”, declaró, destacó el control que este líder ejerce sobre la banda, incluso desde la distancia.

Los Injertos del Cono Norte’ son identificados como una de las organizaciones criminales más violentas en Perú, conocida por actividades como el narcotráfico, el sicariato y la extorsión. Su cabecilla, Jhan Pier Guevara Dávalos, alias “Jean”, extendió su influencia hasta Brasil, donde el caso de esta joven peruana evidenció el alcance de sus operaciones.

En declaraciones al medio, las autoridades brasileñas confirmaron que la banda no solo está involucrada en el secuestro de la joven, sino también en la extorsión de negocios y en el ajuste de cuentas entre grupos rivales. En uno de los operativos recientes, la policía logró capturar a varios miembros del grupo, aunque Guevara Dávalos logró escapar.

La investigación también reveló que los secuestradores operan con un alto grado de organización. Desde amenazas hasta grabaciones de tortura, sus métodos buscan sembrar el terror y garantizar la obediencia de sus víctimas y de sus familiares.

Rescate y colaboración policial

Los Injertos del Cono Norte no solo operan en territorio peruano, sino que han extendido sus actividades hacia otros países, como Brasil. (Gob)

La joven fue rescatada gracias a un mensaje que logró enviar a su madre en Lima utilizando WhatsApp. Esta acción permitió a las autoridades brasileñas actuar de manera rápida y localizar el lugar donde se encontraba retenida. El rescate tuvo lugar en una vivienda ubicada al este de São Paulo, donde la víctima había permanecido por más de 18 horas.

En el operativo, las fuerzas de seguridad capturaron a varios integrantes de la banda, incluyendo a Hanssel Oneill Díaz Espinoza y Misuki Mariana Guevara Dávalos, hermana del cabecilla. Aunque el líder de la organización escapó, las autoridades destacaron la importancia de este operativo como un golpe significativo a la estructura de ‘Los Injertos del Cono Norte’.