En el archipiélago de las Carolinas se encuentra la República de Palaos, un grupo de islas del Estado Federado de Micronesia, en Oceanía. Este punto en el mapa es famoso por tener una capital sin habitantes, Ngerulmud, que fue fundada en 2006 y que se erigió en un entorno aislado como símbolo de una nación resiliente a las conquistas extranjeras.
El primer registro de la existencia de esta isla se notificó en 1522, por parte del capitán español Gonzalo Gómez de Espinosa durante la expedición de Magallanes. En su regreso a la metrópoli, advirtió de este territorio aparentemente desolado y 22 años después, el rey Felipe II las incluyó dentro de la Capitanía General de Filipinas.
Lo cierto es que los españoles casi ni se atrevieron a pisar ese suelo, salvo por algunos misioneros que intentaron evangelizar a la población nativa sin mucho éxito. Debido a esta desolación, en 1885 el Imperio Alemán ocupó parte del archipiélago y abrió un fuerte cruce con el reino de España. Luego de la intervención del papa XIII a favor de Madrid, se concedieron algunos permisos para que los germanos pudieron comerciar libremente.
Sin embargo, la mirada de los Estados Unidos se había posado allí, por lo que España se adelantó y le vendió por 22 millones de pesetas las islas a Alemania. No obstante, después de la Primera Guerra Mundial, quienes se quedaron con ese botín de guerra fueron los japoneses, que hasta 1945 colonizaron gran parte del archipiélago y colmaron cada espacio con población nipona y coreana, para erradicar los símbolos y la memoria cultural nativa.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el imperio del sol naciente tuvo que entregarle el territorio a la administración de Franklin D. Roosevelt y ya en manos de los estadounidenses, las cosas volvieron a cambiar.
Recién en 1978 los habitantes de Palaos votaron por un referéndum a favor de la independencia y a causa de ello, los norteamericanos se retiraron una vez proclamada en 1994. Hasta ese entonces, la capital era Koror, que se llamaba igual que una de las islas y que a su vez tenía la mayor proporción de habitantes.
Con la resolución de la primera Constitución en 1981 se estableció la creación de una nueva capital en la isla más grande del archipiélago, Babeldaob. No fue hasta el 2000 que inició de forma oficial la construcción de los edificios públicos gracias a un préstamo cedido por Taiwán a cambio de su reconocimiento como república independiente de China.
Con ese dinero se levantó el Kelalu (Congreso Nacional de Palaos, que imita al Capitolio de Washington), la sede del ejecutivo, un tribunal de justicia y un banco. En tanto, la Corte Suprema permaneció en Koror.
El 7 de octubre de 2006 se inauguró la capital y asistieron al evento 5000 personas, casi todas de Koror. A pesar de las instalaciones recién erigidas, nadie se interesó por vivir allí, ya que la antigua capital está a 35 kilómetros. Por su parte, los funcionarios tampoco optaron por mudarse, debido a que residen en una ciudad costera pegada a Ngerulmud.
De esta manera, la ciudad no cuenta con parques, atractivos turísticos, restaurantes, hoteles, centros comerciales y cualquier otro lugar que refleje la cultura de Palaos. Allí solo se va a trabajar. Incluso en los últimos años surgió una polémica en torno a los materiales de construcción que se utilizaron para los edificios públicos, ya que la calidad sería muy mala y no estaría preparada para las temperaturas superiores a los 27 °C que hacen en promedio en todo el año.
Ngerulmud tiene su propio código postal, diferente al de toda la república. En el censo nacional de 2020 se remarcó que vivían 18 personas, de las cuales, en su mayoría, pertenecían a funcionarios y personal de mantenimiento, pero esto no era pleno, ya que rotaban el tiempo con sus viviendas oficiales.