Las autoridades de Darfur Norte (Sudán) han manifestado este sábado su «total rechazo» a las sanciones que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció este jueves contra el líder del Ejército sudanés y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, por la comisión de «atrocidades» en el marco de la guerra contra las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), y ha defendido que estas afectarían a todos los sudaneses.
El gobernador en funciones de la región, Hafiz Bakhi, ha afirmado que «estuvieron unidos detrás del líder junto con el pueblo del Estado y sus soldados» en enfrentamientos en la localidad de Karama y ha argumentado que Al Burhan «no se representa a sí mismo, sino que es considerado un símbolo del pueblo sudanés», según declaraciones recogidas por la agencia de noticias estatal SUNA.
En esta línea, el dirigente ha añadido que la «injusta» decisión de Washington «perjudicaría a todos los sudaneses» y ha reiterado que el estado de Darfur del Norte se «mantendrá firme» y continuará apoyando «la unidad de las Fuerzas Armadas y la fuerza conjunta de la lucha armada (…) hasta que cada centímetro de tierra de Sudán se limpie de la inmundicia de las Fuerzas de Apoyo Rápido».
El líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’, fue sancionado la semana pasada, tras acusar al grupo de cometer un «genocidio» en la región de Darfur.
Estas declaraciones llegan después de que EEUU subrayara este viernes tras anunciar las mencionadas sanciones que «ninguno de los dos hombres es apto para gobernar un Sudán futuro y pacífico», denunciando que el Ejército sudanés había «violado el Derecho Internacional e ignorado los compromisos asumidos» en la declaración de Yedá sobre la protección de civiles’ de 2023
Sudán se encuentra sumido en una guerra civil a raíz de las hostilidades que estallaron en abril de 2023 en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre de 2022 para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el entonces ministro de transición, Abdalá Hamdok.