Los gatos tienen la capacidad de reconocer las palabras y asociarlas con imágenes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuando se le habla un gato se sabe que muchas veces deciden ignorar a los humanos, pero esto no significa que no entiendan qué les decimos sino que, solo no les apetece poner atención, pues de hecho saben reconocer cuando les dan un nombre incorrecto a algo que ya conocen.

Una investigación reciente logró medir la memoria de los bebés humanos a la edad de 14 meses y los felinos, además del reconocimiento de las imágenes y la relación con los nombres con los que nos referimos a dichos objetos.

Cabe resaltar que este experimento fue diseñado para medir la memoria de los bebés humanos pues antes de ser estudiados, se realizó una investigación similar con los felinos teniendo respuestas positivas y que abren un poco más el conocimiento de la relación gato-humano.

Asociaciones entre imágenes y palabras en gatos

La rapidez de los gatos para poder asociar las palabras con imágenes supera a la de un bebé de 14 meses (Imagen Ilustrativa Infobae)

La investigación fue realizada en Japón y fue liderada por Saho Takagi, estudiante de doctorado en la Universidad de Kioto en el que pusieron a prueba alrededor de 30 gatos a los cuales sentaron a mirar dos imágenes con nombres inventados.

Las dos fotografías usadas eran la de un unicornio al cual denominaron “Keraru” y un sol al cual se refirieron como “Parumo”, se sentaron a mirar las imágenes hasta que se aburrieron y desviaron la mirada de la pantalla. Luego los nombres fueron intercambiados, esto incrementó en un 33% el tiempo que miraban al monitor pues se encontraban confundidos.

“Estos resultados demuestran que los gatos pueden formar rápidamente asociaciones entre imágenes y palabras” señala la investigación de Takagi publicada en la revista científica Scientific Reports.

“La mayoría de los gatos se habituaron al emparejamiento de estímulos después de cuatro ensayos, lo que significa que recibieron exposiciones de solo nueve segundos en dos ensayos para cada par imagen-palabra” añade en la investigación “En un estudio de bebés humanos, los bebés recibieron al menos cuatro ensayos de 20 segundos para un par imagen-palabra. Nuestros resultados revelan que los gatos hacen asociaciones con incluso menos exposición. No está claro a partir de este estudio por qué los gatos pueden formar asociaciones muy rápidamente”.

Por otro lado, una de las dudas de los investigadores fueron las diferencias de los gatos que se encuentran en una cafetería y que a diario conviven con mucha gente y los félidos que tienen convivencia con un solo humano.

En el estudio se menciona que “no encontramos ninguna diferencia de comportamiento entre los gatos de café y los domésticos. Algunos estudios previos informaron diferencias, especialmente en experimentos que involucraban al dueño y a un extraño […] sin embargo, el tamaño de la muestra de felinos mantenidos en casa fue menor que el de los félidos de cafés. Las investigaciones futuras deberían explorar esta posibilidad más a fondo mediante pruebas con un mayor número de mininos domésticos”.

La comprensión de los gatos

Esta investigación no es nueva, pero es un avance para entender que compartimos una función lingüística para el aprendizaje (Imagen Ilustrativa Infobae)

National Geographic, revista especializada en ciencia y cultura, afirma que “los investigadores matizan que todo esto son suposiciones ya que, debido al carácter peculiar de los gatos, no pueden asegurar si estos dejaron de mostrar interés en la pantalla cuando aprendieron el nombre de cada imagen… o simplemente se aburrieron”.

También añaden que para los expertos se trata de “un experimento repetitivo y sin recompensa, por lo que pronto dejan de prestarle atención; y si vuelven a mostrarse atentos cuando se cambian las palabras, puede que sea porque rompe la monotonía y se introduce una novedad”.

También se señala que en el estudio, hubo una parte en que se decidió reemplazar la voz humana por una robótica, solo los animales que están acostumbrados a las variables pueden tener respuestas de atención.

A pesar de ser un experimento poco novedoso, resulta interesante conocer que los gatos también pueden entender lo que les decimos y cómo asocian las imágenes con las palabras y sonidos que emitimos al hablarles, demostrando ser similares en nuestra forma de aprendizaje.