Con la llegada de las altas temperaturas, las frutas se transforman en nuestras principales aliadas, no solo para refrescarnos, sino también para ayudarnos a mantenernos hidratados de manera saludable y natural. Entre la amplia variedad de opciones disponibles, algunas como el kiwi y el limón destacan por sus reconocidos beneficios, especialmente por su capacidad para aportar frescura en los días más calurosos. Sin embargo, hay una fruta que logra superar a todas las demás, posicionándose como la más saludable y efectiva para hacer frente a las olas de calor, lo que la vuelve la mejor elección para el verano.

Se trata de la sandía, la fruta por excelencia para los días calurosos y una de las más recomendadas cuando las temperaturas aumentan. Con un impresionante 94,6% de agua en su composición, es una de las opciones más hidratantes que podemos incorporar a nuestra alimentación. Su frescura y jugosidad no solo ayudan a combatir el calor, sino que también contribuyen a mantenernos hidratados de manera sana. Además, es baja en calorías, con solo 21 kcal por cada 100 gramos, lo que la convierte en una elección perfecta para quienes desean refrescarse sin descuidar su figura.

La sandía, la fruta que más contiene agua (Foto: Pixabay)

Asimismo, la sandía es rica en antioxidantes, como el licopeno, que ayuda a proteger las células del daño oxidativo. También es una excelente fuente de vitamina C y A, nutrientes esenciales para mantener un sistema inmunológico fuerte y una piel saludable. En relación con esto y tal como explica el sitio WebMD, la sandía, originaria de África y con una gran presencia en todo el mundo, tiene grandes efectos positivos para nuestra salud, entre los que se encuentran:

  • Licopeno: este antioxidante, que le da el color rojo a la sandía, puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer y diabetes. Además, tiene la capacidad de protegerte del sol, aunque siempre es importante usar protector solar.
  • Beneficios para el corazón: la sandía es rica en citrulina, un aminoácido que puede mejorar la circulación sanguínea y reducir la presión arterial, lo que ayuda a prevenir ataques cardíacos.
  • Protege las articulaciones: contiene beta-criptoxantina, un pigmento natural que puede proteger las articulaciones de la inflamación, lo que reduce, con el tiempo, el riesgo de desarrollar artritis reumatoide.
  • Cuida la vista: una rodaja mediana de sandía aporta entre el 9 y el 11 % de la vitamina A diaria recomendada, clave para mantener los ojos saludables.
Los poderosos beneficios de comer sandía en verano
  • Buena para la piel: las vitaminas A, B6 y C presentes en la sandía contribuyen a mantener la piel suave, tersa y flexible. Además, debido a su alto contenido de agua, puede usarse como mascarilla facial. Si se mezcla una cucharada de jugo de sandía con una de yogur griego y se aplica sobre el rostro durante 10 minutos, se podrá notar su efecto hidratante.
  • Mejora tu entrenamiento: gracias a su alto contenido de agua, antioxidantes y aminoácidos, la sandía puede contribuir a un mejor rendimiento en los entrenamientos. También es rica en potasio, un mineral que puede reducir los calambres musculares.
  • Fácil de digerir: su textura suave facilita la digestión, incluso para aquellos con un intestino inflamado.

Otras frutas refrescantes para el calor

Desde frutillas hasta la piña, hay muchas frutas ideales para comer en el verano

Si bien la sandía es la estrella del verano, existen otras frutas que también son grandes aliadas para combatir el calor. Las frutillas, con un 89,6% de agua, son una opción refrescante y llenas de vitaminas B2, B5, B6 y K, además de minerales como el cobre y el magnesio. La piña, con un 86,8% de agua, no solo es jugosa, sino que también es rica en vitaminas A y C, así como en calcio, fósforo y potasio. Por otro lado, los cítricos, aunque no tan hidratantes como la sandía, aportan una gran cantidad de vitamina C, esencial para combatir procesos inflamatorios y fortalecer el sistema inmunológico.

Es importante recordar que durante el verano, las frutas frescas juegan un papel clave en la dieta, dado que ayudan a mantener el cuerpo hidratado y a recibir el aporte vitamínico necesario para su desarrollo. Asimismo, las frutas de temporada son especialmente recomendables, ya que conservan todas sus propiedades y, además, ofrecen un sabor incomparable.