Panicum virgatum ‘Dallas Blues’ o ‘Northwind’
Esta bella gramínea perenne es una de las más elegidas por los paisajistas. Sus raíces son profundas y comienza a florecer a fines de primavera. Se la usa para conservar suelos, en cobertura de parques y como planta ornamental. El Panicum virgatum es fácil de cultivar, en general se comporta mejor a pleno sol, pero también se adapta a la sombra parcial. Tolera amplia gama de suelos, pero prefiere los húmedos, arenosos o arcillosos. Crece en grupos, pero suele propagarse por rizomas.
Salvia guaranitica
Esta salvia es un arbusto de extensa floración. Puede alcanzar el metro y medio de altura, y extenderse por amplias superficies, a través de sus raíces extendidas. Sus hojas son ovadas, del color de la menta y con flores de hasta 25 cm de largo con distintos tonos de azul. La parte aérea de la planta puede desaparecer y queda una base arbustiva, de la que vuelve a rebrotar. La Salvia guaranitica es elegida especialmente para su uso en borduras y también en canteros, acompañando a otras especies.
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Ligustrum japonicum (olea texana)
Elegido como cerco o bordura, el Ligustrum japonicum ‘Texanum’ se destaca por su follaje denso y brillante, de color verde oscuro. Compacto y de crecimiento moderado, sus hojas son ovaladas y gruesas, de presencia elegante. Durante la primavera y comienzos del verano, produce flores pequeñas blancas, que aportan un delicado aroma al entorno. Aunque es perenne, su follaje puede tomar tonos más oscuros durante los meses más fríos.
Parkinsonia aculeata
Conocido como “espinillo” o “palo verde”, es un pequeño árbol espinoso que alcanza los 10 m de altura. Al comienzo su tronco es verde y luego se agrieta, aportando una estética particular. Sus ramas nuevas son zigzagueantes, y permanecen verdes hasta ser adultas. Las flores son amarillas, perfumadas, de unos 20 mm de diámetro y aparecen en grupo. Tiene pétalos libres y arrugados, desiguales, y un fruto tardío. Es elegido por su follaje atractivo, sus ramas espinosas y porque además de ornamental y resistente, aporta elegancia y frescura, además de sombra. Es fácil de cuidar y se adapta bien a diferentes tipos de suelo y condiciones climáticas, especialmente en zonas áridas.
Jasminum officinale
Trepadora de flores blancas con matices rojizos detrás de los pétalos, el Jasminum officinale desprende un perfume intenso a partir del atardecer y durante la noche. Aparece cuando el calor se estabiliza, durante el verano hasta los primeros fríos del otoño. Se diferencia así de otros jazmines. Crece y florece bien al sol pero también puede hacerlo a media sombra. No es exigente en cuanto a suelos, pero necesita humedad media. Es necesario atarla de manera suelta al comienzo. Se lo elige para pérgolas, como respaldo de paredes a un piso superior, en barandas o maceteros, pero en este último caso florece mucho menos.
Olea europaea (olivo)
El olivo (Olea europaea) es un árbol grande que puede adaptarse a lugares de dimensiones medianas. Con un tronco principal y múltiples ejes, es elegido para su uso en jardín o en terrazas, patios o entradas en una maceta. Esto también se debe a que soporta heladas y frío, sequía y calor. Además es tolerante a podas y trasplantes, que se realizan para mantener forma y bajar altura. Con su follaje perenne, ofrece verde todo el año, incluso en invierno. Sus frutos atractivos crean un ecosistema saludable para las aves y otros animales pequeños.
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Iris germanica
Perenne, la Iris germanica se propaga fácilmente en cualquier tipo de suelo. Tiene hojas basales, de más de 40 cm de largo, con forma de espada. Son lustrosas, de color verde brillante. Florece de la primavera al verano. Sumamente vistosas, sus flores surgen del tallo terminal, con sépalos curvados hacia afuera de forma ovalada, van de blanco amarillento al violeta; incluso pueden tener atigrados o salpicados, incluso degradados de color. Emiten una fragancia más o menos intensa. Son elegidos por su presencia y estética. Tolera pleno sol o media sombra. Bulbosa, se diferencia de la mayoría de lirios porque puede tener un segundo período de floración.
Acer palmatum
Conocido como Arce japonés, el Acer palmatum es el aclamado árbol de la flor estrellada con color rojizo brillante al bordó. Se adapta bien, pero crece mejor en suelos profundos, bien drenados y fértiles. Es un punto de foco necesario en cualquier jardín y un gran aliado a la hora de generar sombra y hacer difícil el avance de otras especies. Elegante y decorativo, además produce unas flores pequeñas de color púrpura rojizo, en racimos colgantes. Es importante el riego, y limitar la poda al mínimo en plantas establecidas. Sólo se poda y modela a ejemplares jóvenes, así como se aconseja retirar brotes mal situados o cruzados. Es de los árboles más elegidos por los paisajistas.
Buxus sempervirens
El Buxus sempervirens es elegido por su versatilidad: es una especie que puede aportar un toque clásico, como topiario o bien en podas prolijas con fines de cerco; o bien puede aportar un aspecto contemporáneo a un jardín donde conviven flores de corte o de corte tropical. Con ese toque infalible de estructura, acompaña caminos, limita espacios, contiene canteros o es, él mismo, punto focal. Su crecimiento es lento, y cuenta con flores pequeñas, blanquecinas, dispuestas en inflorescencias axilares de 5 mm de diámetro. Las hojas y las semillas son venenosas.
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Baccharis trimera (carqueja)
Ideal para canteros, la Baccharis trimera crece formando matas espesas. Sus flores perfumadas atraen a insectos polinizadores como mariposas, abejas y escarabajos, y sus semillas y los insectos presentes sirven de alimento a aves granívoras. Esta planta herbácea perenne arbustiva es muy reconocible por sus tallos verdes de tres alas longitudinales. Predomina en zonas arenosas, costas de río y lagunas, y puede llegar a medir un metro de altura. Las matas siempreverdes son muy ornamentales y sus tallos alados (parecen pequeños insectos revoloteando a su alrededor) son únicos.
Rosa ‘Pierre de Ronsard’
Se trata de una de las rosas trepadoras más elegidas por los paisajistas. La rosa ‘Pierre de Ronsard’ se destaca por sus flores arrepolladas y de aspecto antiguo, que aparecen desde la primavera y continúan floreciendo hasta el otoño. Del crema al rosa, sus flores tienen un buen tamaño, de 10 a 13 cm de diámetro. Cuando se planta es importante no hacerlo pegado a la pared, sino al menos a 40 cm, para que pueda circular aire. Así también colocar los tutores. La mejor orientación es este-noreste, para que reciban sol de mañana y a la tarde estén más frescas. La poda implica eliminar flores secas post floración y luego en invierno podar las ramas entrecruzadas o las más viejas.
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Nassella tenuissima (stipa)
Gramínea nativa de América del sur, la Nassella tenuissima es frecuentemente elegida por profesionales para sus diseños. Sus usos son múltiples. Con gran movimiento y presencia, su dorado aporta color y su follaje textura, además de que rompe con estructuras más duras. Conocida como “flechilla”, alcanza los 80 cm de altura, con hojas de vaina lisa, tan finas que parecen plumas. Su crecimiento es rápido y requiere poco mantenimiento. Es importante podarlas, tomando todo el penacho central, que es donde están las hojas nuevas, y donde se observe que ya empieza a haber plantas que ya no tienen hojas, que ya no tienen verdor o que están secas. Así se controla el volumen y se garantiza su presencia la próxima temporada.
La Stipa tenuissima convive especialmente bien con la Verbena bonaeriensis y con la Bacharis trimera.
Consolida ajacis
Consolida ajacis es una planta anual con atractivas varas de flores de color azul oscuro, rosa, azul pálido o blanco durante toda la primavera. Cada flor consta de 5 sépalos en forma de pétalos, 4 pétalos, un solo pistilo y algunos estambres con anteras de color azul claro, y son muy atractivas para las mariposas, abejas y abejorros. Esta planta se desarrolla rápidamente: es fácil de cultivar, agrega notas de colores vivos al jardín y llama la atención desde bastante distancia. Excelente flor cortada para arreglos frescos. Se comporta mejor a pleno sol en suelos moderadamente ricos y bien drenados. Los paisajistas la eligen en grupos, para mayor impacto visual. Las hojas, flores y semillas son tóxicas si se ingieren.
Dietes grandiflora
Pariente del iris, esta flore pequeña tienen aspecto de hierba ornamental. Se adapta a todo tipo de suelos y tolera el calor, las heladas e incluso la sequía una vez establecidos. La Diete grandiflora es elegida por ser planta de rápida implantación e ideal para la jardinería sostenible y de bajo mantenimiento. De blanco y amarillo pálido, prefiere el pleno sol para florecer en abundancia, aunque también admite la semisombra. El suelo puede ser arcilloso, arenoso o franco, preferiblemente de riqueza media, bien drenado y fresco, es decir, con cierto grado de humedad. Agradecen los riegos moderados espaciados. Deben eliminarse las hojas secas y las varas florales viejas, lo que incentiva la refloración.
Achillea millefolium (milenrama)
La Achillea millefolium es una hierba perenne, con tallos de hasta 80 cm de alto. Sus hojas son oblongo-lanceoladas, de 3 a 5 cm de largo. Se encuentra en céspedes, praderas, pastizales y dunas. Sus flores se agrupan y se reúnen en terminales densas. Vive bien a pleno sol y semisombra. Prefiere sustratos ligeros y frescos, pero se adapta a los secos. La floración empieza en verano y puede durar hasta noviembre, según lo benigno del clima. Por sus propiedades aleopáticas negativas, dificulta la aparición de malas hierbas alrededor. Es elegida para bordes y en masas, mezcladas con otras gramíneas, también como tapizante en taludes o pendientes.
Scabiosa atropurpurea
Conocida como “escobilla morisca”, la Scabiosa atropurpurea florece de primavera a otoño, y es elegida por la textura de la planta y por su característico color púrpura, que se utiliza para dar vida a combinaciones en el mismo tono o como contraste. Modelo de joyería en la época victoriana, es originaria del sur de Europa y prefiere los pastizales. Crece en suelos ricos y alcalinos, bien drenados y con alto contenido de materia orgánica. Además, en un sitio de alto sol. Son atractivas para las mariposas y los colibríes.
Muhlenbergia capillaris
La Muhlenbergia capillaris es ideal para canteros y como fondo. Lo que deslumbra es su color rosado o rojo violáceo de sus flores, que a la distancia parecen un tul o una tela. Sedosa, por 6 a 8 semanas hacia el final del verano, cubre superficies con sus hojas finas, estrechas y puntiagudas. En las heladas, esta gramínea se torna dorada. Sobrevive con poca agua y tolera las inundaciones estacionales pero requiere terrenos drenantes, ya que no admite los encharcamientos constantes. Puede vivir en terrenos de textura arenosa, franca o arcillosa.
Verbena bonariensis
Esta herbácea del bosque seco o pastizal tiene tallos altos y floración apical. Sus flores son de color lila o violeta. La Verbena bonariensis es ideal para intercalar con otras especies más bajas. Resiste a las heladas y algunos ejemplares pueden comportarse como plantas anuales. Es elegida por su perfume y porque son frecuentadas por mariposas y abejas, entre otros polinizadores. Requiere pleno sol, suelos fértiles y bien drenados.
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Zinnia elegans
Colorida y vistosa, la Zinnia elegans es de las más elegidas por su estética. Conocida como “flor de papel” o “rosa mística”, se encuentra en varios colores, es de fácil siembra y tiene abundante floración. Además de ser estética, atrae mariposas polinizadoras y se usa como flor de corte y también es un foco de atracción en cualquier jardín. Requiere riego moderado, fertilización frecuente y exposición solar completa. Se siembra en los primeros días de la primavera.