Más de la mitad del precio de un auto en la Argentina son impuestos. La fuerte carga impositiva que se ejerce sobre el mercado 0km en nuestro país afecta no sólo a aquellos que ingresan del exterior sino también a los producidos en territorio nacional.

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A medida que la unidad aumenta en equipamiento y características, también lo hace en impuestos a pagar dejando como resultado a los vehículos más caros de la región. La situación queda en evidencia cuando se empieza a hacer la comparativa con otras geografías. Si bien cada mercado de América se comporta de distinta manera y tiene características únicas que lo diferencian del otro (por ejemplo, Chile no tiene industria nacional y toda su flota es importada), en el precio final la Argentina queda por encima de los demás.

Por ejemplo, si se observa el precio de un Porsche 911 Carrera, en nuestro país se vende por US$400.000 mientras que en Chile, Brasil y Estados Unidos figura a US$137.900, US$148.500 y US$122.000 respectivamente. Lo mismo ocurre si se analizan modelos de otras características, como podría ser un Volvo EX310, que se vende en la Argentina a US$65.000 y baja a US$34.510, US$35.978 y US$28.000 en los países antes citados.

Porsche 911 Carrera T 01

“Esto viene de hace tiempo; de varias administraciones que aplicaron impuestos a la industria. No hay un único culpable, sino varios responsables a lo largo del tiempo”, le comentó a LA NACION un jugador del sector.

Que esto ocurra en el mercado 0km repercute naturalmente en el de usados. Las unidades nuevas marcan un punto de partida para las que tienen kilómetros recorridos. Si bien han ocurrido excepciones donde el usado tuvo un precio más alto que el auto nuevo (algo que ocurrió por falta de stock en tiempos de fuertes restricciones a las importaciones), la regla es otra.

“Siempre el precio más caro determina al producto nuevo sin estrenar y de ahí empieza la cadena hacia abajo. Si tenés reducción de impuestos y un buen surtido de oferta de todo tipo, bajan los precios [de los 0km] y también de los usados», analizó Alejandro Lamas, secretario de la Cámara del Comercio Automotor (CCA) ante la consulta de este medio.

Y es en ese punto donde está la clave. La cantidad de impuestos que se aplican sobre un 0km en nuestro país eleva su precio, en el mejor de los casos, en torno al 54%. Si ese vehículo es importado, extrazona (no es del Mercosur) y considerado de lujo, la presión tributaria puede escalar al 115%.

La presión tributaria para los autos en la Argentina es la más alta de la región

“Comprás uno para vos y otro para el Estado. Además, cuando adquirís cualquier auto pagás también un sobreprecio de seguro y de patente», comentó César Litvin, CEO de Lisicki, Litvin Consultores S.A. “Creo que se está por hacer una reforma tributaria integral, pero para eso [el Gobierno] está esperando a tener un superavit fiscal sostenible en el tiempo. La idea es que la baja de impuestos sea un camino sin retorno, no que bajen unos meses y después tengan que volver a aumentar», agregó en diálogo con LA NACION.

Por el momento, la eliminación del impuesto PAIS ya trajo consigo una mínima reducción de precios en el mercado, pero la carga sigue siendo alta.

Cuántos impuestos se pagan por cada auto en la Argentina

Acorde a un informe relevado por César Litvin, hay tres dimensiones de impuestos que afectan al valor final de cada unidad: los impuestos nacionales, los provinciales y municipales. A su vez, hay tres clasificaciones posibles para los autos: producidos en la Argentina, importados extrazona e importados intrazona.

Impuestos nacionales

  1. IVA: aplica a la compra de vehículos nuevos con una alícuota del 21%.
  2. Impuestos internos: conocido también como impuesto al lujo; se actualiza de manera trimestral por ARCA y tiene dos escalas: la primera del 20% (efectiva del 25%) y que afecta a unidades que cuestan, aproximadamente, a partir de $40.500.000 en su precio de venta al público y la segunda del 35% (efectiva del 54%) para modelos a partir de $90.000.000.
  3. Impuesto a los débitos y créditos bancarios: grava a los débitos en cuenta y los créditos (emisión y depósito) al 0,6% en cada transacción; “la indicendia estimada en la sumatoria de las etapas del proceso producitvo y de comercialización asciende al 2,8%”, detalla el informe.
  4. Impuesto a las ganancias: grava la utilidad neta de la actividad, cuya alícuota general es del 35%; “la incidencia estimada sobre el precio antes de impuestos representa el 4,5%”, indica.
  5. Contribuciones patronales y ART: representa un 8,2% del precio de venta antes de impuestos.
  6. Impuesto a las Participaciones Societarias: es un tributo sobre el capital de las empresas que “incide en el precio de venta antes de impuestos en un 0,36% estimado”.
  7. Aranceles de importación: todo auto producido en argentina tiene un componente de insumos importados; el informe estima que tiene una incidencia del 6,37% del precio de venta antes del impuesto.

Impuestos provinciales

  1. Ingresos brutos: se aplica en cada etapa del proceso económico; “la incidencia estimada del impuesto en el precio de venta antes de impuesto representa un 5,54%“.
  2. Impuesto de sellos: representa un 2,6%.

Tributos municipales

  1. “En la mayoría de las jurisdicciones municipales se cobra una tasa sobre la venta del vehículo que produce un triple o cuádruple imposición sobre el mismo bien. La incidencia estimada asciende al 2,8% del precio de venta antes de impuesto”, explica el informe firmado por Litvin.

A partir de ese desglose, cada auto queda abarcado por cierta cantidad de impuestos que se van acumulando a medida que comienzan a aplicarse. Así, un vehículo de producción nacional logra tener una carga impositiva del 53,4% contemplando IVA y que sube a 74,9% si paga el primer tramo del impuesto interno o 99,7% si paga la segunda escala.

Carga impositiva para vehículos en la Argentina

Con los autos importados pasa algo similar, pero la diferencia radica en el origen de la importación. Los intrazona (Mercosur), por ejemplo, tienen un derecho de importación del 0% mientras que los extrazona tributan un 35% y la tasa de estadística del 3%. A eso hay que sumarle, según corresponda, los impuestos internos (i.i.) de primer o segundo tramo.

En el peor de los casos, un vehículo importado extrazona que ingresa a la segunda escala del tributo puede tener una carga impositiva del 196% y un intrazona bajo las mismas condiciones puede llegar al 115%.

Carga impositiva para vehículos importados

Además, hay que contemplar el Impuesto sobre los Bienes Personales, el pago de patente y la Tasa Vial que aplican algunos municipios. “El impuesto más distorsivo es el interno y otro de los más duros es el de Ingresos Brutos. Después, tenés el impuesto de Sellos que es una obsenidad y de la edad media“, subrayó Litvin.