A bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, la princesa Leonor vivirá de primera mano la rutina de los guardiamarinas durante un período aproximado de cinco meses, tiempo en el que se embarcará en un aprendizaje práctico que abarca disciplinas como navegación, astronomía y meteorología. Este periodo también incluirá ejercicios orientados a fomentar el trabajo en equipo, la disciplina y el espíritu de servicio, valores fundamentales en la formación de los futuros oficiales de la Armada.
El Juan Sebastián de Elcano, un bergantín-goleta de cuatro palos, desempeña un rol central en el entrenamiento de los guardiamarinas y en la proyección de la imagen de España en el exterior. Desde su botadura en 1927, ha servido como plataforma formativa para generaciones de oficiales y como embajador flotante en puertos de todo el mundo.
La experiencia a bordo permite a los alumnos un contacto íntimo y constante con la mar, el entorno en el que desarrollarán sus principales funciones profesionales. Las lecciones que reciben a bordo están diseñadas para consolidar y ampliar sus conocimientos técnicos y marineros, así como para fomentar una mayor cultura general y los principios y virtudes asociados a esta profesión. El plan de estudios incluye prácticas de navegación astronómica, maniobras, meteorología y mantenimiento del buque, complementadas con la convivencia diaria entre la tripulación, que incluye oficiales, suboficiales y marineros.
El crucero está considerado como una de las etapas más exigentes y enriquecedoras de la carrera de los cadetes, con itinerarios que suelen incluir travesías transatlánticas y visitas a diversos puertos internacionales. Para la princesa Leonor, esta experiencia representa no solo una formación académica, sino también una oportunidad para integrarse en la tradición marinera española y adquirir una visión práctica de los valores que caracterizan a la Armada.
Las misiones del Juan Sebastián de Elcano
El buque tiene dos objetivos principales: la formación de los guardiamarinas y su papel como embajador itinerante de España. En su función formativa, el navío permite a los cadetes aplicar los conocimientos adquiridos en la Escuela Naval Militar y enfrentar los desafíos que supone la vida en el mar, desde la adaptación a condiciones meteorológicas adversas hasta el trabajo en equipo en espacios reducidos. Este aprendizaje eminentemente práctico se complementa con actividades culturales y protocolares en los puertos de escala.
Como embajador de España, el navío representa al país en los lugares que visita, promoviendo el intercambio cultural y reforzando las relaciones internacionales. Durante estas escalas, la tripulación recibe a autoridades locales y organiza eventos para dar a conocer la historia y tradiciones de España.
El buque cuenta con una tripulación de 188 marinos, entre los que se incluyen 16 oficiales, 21 suboficiales, 35 cabos primeros y 112 cabos y marineros. Además, se incorporan profesores de la Escuela Naval y varios civiles, como maestros de carpintería y velas, que contribuyen al mantenimiento y operatividad del navío. Todos ellos han sido formados en centros como la Escuela Naval Militar de Marín y la Escuela de Suboficiales de San Fernando, entre otros.