Cuidar nuestra memoria es esencial para mantener una buena calidad de vida, y así como se ejercita el cuerpo para fortalecer los músculos, también se debe cuidar la salud mental. En este sentido, incorporar actividades como la lectura, los juegos de ingenio, el ejercicio físico y las interacciones sociales puede marcar una diferencia significativa. Sin embargo, hay un factor clave que a menudo pasa desapercibido: la alimentación también puede desempeñar un papel fundamental en el bienestar emocional.

La relación entre la dieta y la salud del cerebro no debería subestimarse. Por ejemplo, los alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales resultan cruciales para prevenir el envejecimiento celular y preservar las funciones cognitivas. Dentro de este contexto, el chocolate negro, en especial aquel que contiene al menos un 70% de cacao (ya que cuánto más porcentaje de cacao tenga, menos cantidad de azúcares y grasas va a tener y va a ser mejor para la salud) se destaca como uno de los alimentos más beneficiosos para el cerebro debido a sus propiedades únicas.

Si las temperaturas son elevadas se puede preparar una versión fría con hielo, banana y vainilla

El poder del chocolate negro radica en que es una fuente poderosa de flavonoides, antioxidantes que protegen las células cerebrales del daño causado por los radicales libres. Además, estos compuestos mejoran la circulación sanguínea en el cerebro, lo que facilita el transporte de oxígeno y nutrientes esenciales para las neuronas. Un estudio de la Universidad de Reading en Inglaterra demostró que el consumo regular de chocolate negro puede fortalecer la memoria, reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y mejorar la capacidad de concentración.

Aunque muchas personas disfrutan del chocolate negro en su forma tradicional de barra, existen formas menos comunes, pero igualmente deliciosas, de incorporarlo en la dieta diaria. Por ejemplo, el chocolate caliente o el clásico “submarino”, una tableta de chocolate derretida en leche caliente, no solo son opciones deliciosas, sino que también permiten aprovechar fácilmente los beneficios del cacao, que, según recomiendan los especialistas, en el caso de los chicos se aconseja que sean chocolates con 75% de cacao y para los adultos 20 a 30 gramos tres veces por semana.

El chocolate caliente no solo aporta los beneficios del cacao, sino también los de la leche y las especias que se le pueden agregar

En este sentido, el chocolate caliente, preparado con leche o alternativas vegetales como almendra o avena, resulta ideal para incluirlo regularmente. Además de los beneficios del cacao, la leche aporta calcio y vitamina D, esenciales para la salud ósea y neurológica.

Para hacer esta bebida aún más beneficiosa, es posible sumarle algunas especias como la canela, conocida por sus propiedades antiinflamatorias; la cúrcuma, que favorece la memoria y reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas; el cardamomo, que mejora la circulación y promueve la claridad mental; o la pimienta negra, que potencia los efectos de la cúrcuma gracias a la piperina.

Otro alimento que ofrece beneficios para la memoria son las nueces, ricas en ácidos grasos omega-3, fundamentales para la reducción de la inflamación

Sin embargo, cuando las temperaturas son elevadas, esta bebida no tiene por qué quedarse fuera del menú. Puede transformarse en un refrescante chocolate frío al mezclar cacao con leche y hielo, y endulzarlo con miel o stevia. Otra alternativa es prepararlo como smoothie, al añadirle banana y un toque de vainilla para una experiencia más disfrutable.

Otros alimentos que mejoran la memoria

Si bien el chocolate negro es un aliado destacado, existen otros alimentos que también favorecen la salud cerebral. El medio especializado Unity Point Health comparte algunos de ellos:

  • Las nueces: ricas en ácidos grasos omega-3, fundamentales para la salud cerebral y la reducción de la inflamación.
  • Los arándanos: contienen antioxidantes que mejoran la comunicación entre las células cerebrales y protegen contra el envejecimiento.
  • La palta: favorece el flujo sanguíneo gracias a sus grasas saludables, esenciales para el funcionamiento cerebral.
  • Las espinacas: contienen luteína, un compuesto que protege contra el deterioro cognitivo y promueve la salud ocular y cerebral.
  • El salmón: rico en omega-3, crucial para el funcionamiento adecuado del cerebro y la prevención de enfermedades neurodegenerativas.