El cuerpo humano anticipa sus crisis a través de señales, a veces sutiles, otras imposibles de ignorar. Identificar esos indicios, ya sea un dolor opaco en el pecho o una súbita dificultad para hablar, puede ser decisivo en una emergencia médica.
Los expertos destacan que actuar con rapidez y conocimiento ante los síntomas puede significar la diferencia entre recuperarse o no.
Infobae recopiló de los principales centros de salud del mundo qué pasos hay que seguir frente a una emergencia médica y qué evitar. Lo primero siempre será identificar si se trata de un cuadro médico severo.
Antes, es oportuno aclarar aquí que existen diferencias de conceptos entre la atención de emergencia y la de urgencia. Como explica el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), el primero de los casos “involucra enfermedades o accidentes potencialmente mortales que requieren tratamiento inmediato del servicio de ambulancia y un departamento de emergencias”. En cambio, hablamos de una urgencia ante la presencia de “cualquier enfermedad o lesión que no ponga en peligro la vida” y que, si bien necesita celeridad en la atención esta puede llevarse a cabo de manera remota, en un servicio de evaluación clínica o en una visita a un médico fuera del horario laboral.
Cómo reconocer los síntomas de un ataque cardíaco
Según los expertos de la Clínica Mayo de Estados Unidos, por lo general, un ataque cardíaco causa dolor en el pecho por más de 15 minutos. Este puede ser leve o intenso, aunque algunas personas no sienten dolor ni presión en el pecho.
Muchas personas tienen síntomas de alerta que ocurren horas, días o semanas antes. Por ejemplo, un dolor en el pecho o una presión que se repiten y no desaparecen con el reposo pueden ser una señal temprana de alarma de un ataque cardíaco.
Los síntomas de ataque cardíaco son los siguientes:
- Dolor en el pecho: Puede sentirse como presión, tensión, dolor, opresión o molestia. En ocasiones, ese dolor aparece y desaparece.
- Dolor en la parte superior del cuerpo: Algunas personas sienten dolor en la parte superior del cuerpo sin malestar en el pecho. El dolor o la molestia se extiende hacia los hombros, los brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula, los dientes o, a veces, a la parte superior del abdomen.
- Falta de aire: Quizás la persona respira con dificultad o tal vez necesite respirar hondo.
- Ansiedad: En ocasiones, quien sufre un ataque cardíaco puede tener una sensación de fatalidad o sentir como si tuviera un ataque de pánico.
- Aturdimiento o mareos repentinos: Tal vez se sienta mareado o que va a desmayarse.
- Sudoración: Es posible que la persona tenga un sudor frío repentino.
- Náuseas y vómitos: Quizás sienta náuseas o vomite.
- Acidez estomacal o indigestión: Algunas personas que están teniendo un ataque cardíaco pueden sentir acidez o malestar estomacales.
Los expertos de la Clínica Mayo recordaron que, por lo general, las mujeres tienen síntomas menos claros de ataque cardíaco, como náuseas o dolor breve o punzante en el cuello, en el brazo o en la espalda. En los adultos mayores y las personas con diabetes puede darse que no tengan ningún síntoma o presenten síntomas muy leves de un ataque cardíaco.
Los especialistas de ese centro de salud estadounidense insistieron en que “nunca” se debe ignorar los síntomas de un ataque cardíaco aunque no parezcan graves. Por eso, dijeron, si uno mismo o una persona cercana siente que está sufriendo un episodio cardíaco debe llamar al número de emergencias de su localidad, que en muchos países es el 911. “Si no tienes acceso a servicios médicos de urgencia, pide a alguien que te lleve al hospital más cercano. Conduce tú mismo únicamente si no hay otra opción“, recomendaron los especialistas de Clínica Mayo.
Cómo actuar si alguien está sufriendo un ACV
El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de muerte y discapacidad. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el conjunto de las enfermedades cardiovasculares, “son la principal causa de defunción en el mundo”. Las estimaciones de ese organismo indican que “se cobran cada año 17,9 millones de vidas”. Estas enfermedades agrupan una serie de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos, como la cardiopatía coronaria, los accidentes cerebrovasculares y las cardiopatías reumáticas.
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), alrededor de 795.000 personas en ese país sufren accidentes cerebrovasculares cada año.
Expertos del centro médico Mass General Brigham —la red hospitalaria con sede en Boston que incluye al Hospital Brigham and Women’s (BWH) y al Hospital General de Massachusetts (MGH)— un ACV “le puede pasar a cualquier persona a cualquier edad”. Si bien la mayoría ocurren en adultos mayores, indicaron, “casi 1 de cada 4 accidentes cerebrovasculares afecta a personas menores de 65 años”.
Una respuesta rápida es fundamental para limitar los daños causados por un accidente cerebrovascular.
Existen varias reglas mnemotécnicas a fin de recordar cómo se puede establecer si una persona está sufriendo un derrame cerebral.
Así, el doctor DaMarcus Baymon, médico de urgencias de Mass General Brigham, describió los pasos más importantes a cumplir de inmediato para identificar los síntomas de un derrame cerebral y cómo actuar ante esto.
El experto estadounidense dijo que puede utilizarse el acrónimo F.A.S.T. (rápido en inglés) para recordar cómo indagar y detectar si es importante actuar rápidamente:
- Caída facial (face: rostro, en inglés)
- Debilidad del brazo (arm: brazo)
- Dificultades para hablar (speech: habla)
- Tiempo para llamar a emergencias (time)
En el mismo sentido, la Fundación INECO de Argentina dijo que el reconocimiento temprano del ACV puede salvar vidas y reducir secuelas que pueden alterar para siempre la calidad de vida. La recomendación es actuar de inmediato si se identifican ciertos síntomas mediante el acrónimo “HaBraSo”, que simplifica los signos de alarma en tres pasos clave:
- HA: Habla. Pedir a la persona que repita una frase y asegurarse de que pueda hacerlo de forma correcta, prestando atención a la comprensión y la expresión del paciente.
- BRA: Brazos. Pedir que levante los brazos (como si sostuviera una bandeja) con ambos brazos y comprobar que pueda mantenerlos arriba sin que uno de los dos caiga.
- SO: Sonrisa. Pedir que sonría y revisar que no tenga asimetrías.
Si alguno de estos signos está presente, es fundamental trasladar al paciente de manera inmediata a la guardia médica más cercana.
Otra regla que permite recordar fácilmente cómo actuar es la que brinda la Federación Argentina de Cardiología (FAC).
El acrónimo RAPIDO como herramienta para identificar rápidamente los síntomas de un ACV y actuar de forma inmediata.
- R: Rostro caído
- A: Alteración en el equilibrio
- P: Pérdida de fuerza de brazo y/o pierna
- I: Impedimento visual repentino
- D: Dificultad para hablar
- O: Obtener asistencia médica
La FAC también se suma al llamado de actuar inmediatamente al identificar uno o más de estos síntomas.
Cómo se siente un derrame cerebral
La persona que presenta los síntomas puede sentir lo siguiente, según el experto de Mass General Brigham:
- Mareos o problemas de equilibrio.
- Problemas para caminar
- Visión borrosa o pérdida de visión en uno o ambos ojos.
- Dolor de cabeza intenso de causa desconocida.
“Si cree que está sufriendo un derrame cerebral, no conduzca hasta el hospital ni le pida a otra persona que lo lleve”, dijo el doctor Baymon e indicó que se llame a un servicio médico de emergencias. “Una respuesta rápida es fundamental para preservar la vida y las capacidades de una persona. Recuerde, si actúas rápido podrías marcar una gran diferencia”.
Al ingresar al centro médico, agregó, es importante informar si el paciente tiene antecedentes de accidente cerebrovascular, ya que esta información puede ayudar a determinar cuál será el tratamiento de emergencia.
Cuáles son los tipos de accidentes cerebrovasculares
Existen dos tipos de accidentes cerebrovasculares:
- Accidentes cerebrovasculares isquémicos. Casi 9 de cada 10 accidentes cerebrovasculares son isquémicos. Resultan de un coágulo de sangre en el cerebro.
- Accidentes cerebrovasculares hemorrágicos. Estos son causados por una hemorragia en el cerebro que generalmente se debe a un vaso sanguíneo o un aneurisma cerebral que se rompe dentro del cerebro y hace que la sangre se escape.
“Cuando alguien sufre un derrame cerebral, puede ser una situación aterradora e incierta”, remarcó el experto del mismo centro de salud de Boston, pero si se siguen los pasos de cualquiera de los acrónimos mencionados más arriba se puede salvar una vida o evitar una discapacidad grave para uno mismo o un ser querido.
Riesgos y prevención del ACV
Los riesgos de repetir un episodio de este tipo se puede reducir haciendo cambios en el estilo de vida.
Las siguientes son recomendaciones en las que coinciden todos los expertos:
Consumir alimentos saludables, especialmente aquellos bajos en colesterol. La dieta mediterránea es la más citada como rica en alimentos que ayudan a prevenir los accidentes cerebrovasculares.
Dejar de fumar. Fumar aumenta la presión arterial y contribuye a la enfermedad de las arterias coronarias.
Limitar el consumo de alcohol. Los médicos recomiendan no más de dos bebidas alcohólicas al día para los hombres y una para las mujeres.
Hacer ejercicio con regularidad. Los médicos recomiendan 30 minutos diarios de ejercicio moderado a vigoroso que aumente el ritmo cardíaco, 5 días a la semana.
Mantener un peso saludable. La obesidad es un importante factor de riesgo de accidente cerebrovascular y otras afecciones cardiovasculares.
Manejar el estrés y la ansiedad. El estrés y la ansiedad también pueden aumentar el riesgo de sufrir un derrame cerebral. Actividades como la meditación, la terapia cognitivo-conductual (TCC) u otras prácticas calmantes ayudan a reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, según expertos del centro médico de Boston.
Vigilar las condiciones de salud crónicas y tomar los medicamentos recetados. Condiciones como presión arterial alta, diabetes, enfermedades cardíacas y colesterol alto aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular. Es condicion esencial tomar todos los medicamentos que recete el médico para controlar estas afecciones y mantener bajo control el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Cuándo acudir a un centro de urgencias
Especialistas del centro médico Johns Hopkins de Baltimore, en Estados Unidos, elaboraron una sencilla guía para evitar confusiones a la hora de acudir a una sala de emergencias o simplemente se podrá resolver el problema de salud en un consultorio médico o un centro de atención de urgencia.
“En caso de duda, confíe en sus instintos. Si cree que está teniendo una verdadera emergencia médica” se debe llamar al número que cada localidad disponga para una atención rápida, dijeron.
Guía de referencia:
- Fiebre: Primero probar con acetaminofén o ibuprofeno para controlar la fiebre. Si su fiebre no baja, llame a su médico de atención primaria o visite un centro de atención de urgencia. Ir a un servicio de urgencias en caso de fiebre superior a 105 grados Fahrenheit (40,5°C).
- Gripe: La mayoría de los médicos sugieren quedarse en casa y tratar los síntomas con medicamentos y líquidos de venta libre. En ocasiones el médico puede recetar algún fármaco. Una consulta con el médico personal, en caso de ser posible, o en un centro de atención de urgencias o guardia son una buena opción cuando el consultorio de su médico está cerrado. Asistir a un servicio de urgencias en caso de tener dificultad para respirar, fiebre alta prolongada, deshidratación grave o recaída después de mejorar.
- Hueso roto, distensión o esguince: Por lo general, una distensión o un esguince se puede evaluar en el consultorio de un médico o en un centro de atención de urgencias. Es posible que deriven al paciente para la realización de pruebas, fisioterapia o un especialista. Asistir a urgencias si se cree que existe rotura de un hueso.
- Lesión en la cabeza: Lo mejor es asistir a una sala de urgencias ante un golpe en la cabeza, pérdida el conocimiento, una convulsión y/o si tras el golpe está se producen vómitos.