El director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa, habla durante una entrevista con EFE el 9 de mayo de 2024, en Caracas (Venezuela). EFE/ Rayner Peña R.

Ya pasó una semana exacta desde que la familia y sus compañeros de trabajo vieron a Carlos Correa. El director y fundador de la ONG Espacio Público, una prominente entidad dedicada a la defensa y promoción de la libertad de expresión en Venezuela, fue llevado por hombres con el rostro cubierto el martes 7 de enero en el centro de Caracas. Al día de hoy se desconoce su paradero y ningún organismo de seguridad ha confirmado su detención.

Carlos Correa es un periodista egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Desde el año 1986 se ha dedicado a los medios de comunicación, a la docencia, y a su emprendimiento social, materializado en la fundación en 2002 de Espacio Público, enfocada en documentar violaciones a la libertad de expresión e información en Venezuela. Previamente, Carlos fue coordinador general de la principal entidad venezolana de derechos humanos, el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea).

Correa se ha distinguido por un abordaje sereno y profesional de la crisis que asola a Venezuela. Él como persona y la organización que dirige se han caracterizado por la independencia y carácter a-partidario. El compromiso de larga data con la defensa y promoción de los derechos humanos ha sido reconocido en diversas ocasiones, tanto dentro como fuera de su país. Por ejemplo, Correa es miembro del consejo asesor de la prestigiosa organización internacional Human Rights Watch.

Por su parte, al condenar su desaparición, temiendo que sea en verdad una detención, Amnistía Internacional destacó que esto “se debe únicamente a su labor en favor de los derechos humanos, al igual que el de otras personas detenidas”, como Rocío San Miguel y Javier Tarazona. La más antigua organización internacional exigió al régimen de Nicolás Maduro garantizar su liberación inmediata e incondicional, así como que se le garantice su vida, seguridad y derecho a un juicio justo mientras se encuentre bajo custodia del Estado.

Asimismo, 30 organizaciones latinoamericanas agrupadas en la Alianza Regional para la Libre Expresión e Información, a la cual también pertenece Espacio Público, exigieron al Estado venezolano informar de inmediato sobre el paradero de Carlos Correa, resguardar su integridad física y psicológica, garantizar su acceso a tratamientos médicos que requiere mantener y permitir la comunicación con sus familiares y abogados.

Por su parte, la organización internacional Reporteros Sin Fronteras exigió respuestas a las autoridades de Caracas en relación con la desaparición forzada de Correa, la cual afirma que refleja prácticas utilizadas previamente por cuerpos de seguridad del Estado para silenciar voces críticas con el gobierno de Nicolás Maduro. “Instamos al gobierno venezolano a que ponga fin a su silencio, esclarezca su situación y garantice su seguridad. RSF insiste en la necesidad urgente de garantizar que tenga acceso a la atención médica esencial para preservar su integridad física y psicológica. Debe ser liberado urgentemente”, dijo Artur Romeu, director de la Oficina para América Latina de Reporteros Sin Fronteras.

A estos pronunciamientos y demandas públicas de tan reconocidas organizaciones y redes, se suman otras tantas, dada la relevancia que tiene Carlos dentro de Venezuela, como referente de la sociedad civil. Sin embargo, una semana después de que fue llevado por la fuerza, la pregunta sigue siendo la misma: ¿Dónde está Carlos Correa?

*Gabriel C. Salvia es Director General de CADAL (www.cadal.org) y autor del libro “Memoria, derechos humanos y solidaridad democrática internacional”.