Bogotá cerró el 2024 con cifras alarmantes en materia de seguridad, consolidándose como el periodo más violento desde 2016, según lo revelado por el programa Bogotá Cómo Vamos, que informó que 1.200 personas murieron en hechos de violencia, lo que representa un incremento significativo de homicidios en comparación con años anteriores. Este panorama se agrava con el aumento de otros delitos como la extorsión, la violencia intrafamiliar y los feminicidios, que han generado una creciente percepción de inseguridad entre los ciudadanos.
De acuerdo con el informe presentado, los homicidios en la ciudad aumentaron un 11,9% en comparación con 2023, alcanzando una tasa de 15 homicidios por cada 100.000 habitantes. Este dato contrasta con los objetivos planteados por la administración de Claudia López, que en 2020 se propuso reducir la tasa a 9,9 para finales de 2023. Sin embargo, no solo no se alcanzó esta meta, sino que la situación empeoró, superando incluso la tasa de 13,6 registrada el año anterior.
En cuanto al mandato de Carlos Fernando Galán, su objetivo fue reducir esta cifra a 8 homicidios por cada 100.000 habitantes para 2027 para cumplir el planeamiento propuesto en el Plan integral de seguridad, convivencia ciudadana y justicia “Bogotá camina segura”, lo que implica que en los próximos tres años debe disminuir los casos anuales de 1.200 a 635, lo que representa una caída del 50% en estos delitos.
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Del mismo modo, el estudio consignó que la percepción de inseguridad entre los bogotanos también aumentó de manera significativa. Allí se indica que, durante 2024, los ciudadanos se sintieron un 32% más vulnerables en sus barrios en comparación con el año anterior, lo que refleja el impacto de los delitos en la vida cotidiana de los habitantes y la falta de confianza en las estrategias de seguridad implementadas por las autoridades.
Cabe mencionar que en 2022 Bogotá había alcanzado la tasa de homicidios más baja en décadas, con 12,9 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, desde entonces, los indicadores han mostrado una tendencia al alza, lo que ha generado preocupación entre los expertos y la ciudadanía.
Ante esta situación se pronunció el concejal Julián Sastoque, que calificó 2024 como “el año más violento desde 2016” y señaló que este balance exige soluciones de fondo para proteger la vida de los bogotanos: “Los datos entregados por la Policía Nacional, mes a mes, durante todo el 2024 reflejaban una tendencia fatal y así lo advertimos desde el Concejo de Bogotá”.
Ante este panorama, el programa Bogotá Cómo Vamos hizo un llamado a la Alcaldía y a las entidades encargadas de la seguridad y la convivencia para que implementen medidas más efectivas: “Hacemos un llamado de atención a la administración distrital y a las entidades del orden local y nacional encargadas de gestionar la seguridad y la convivencia de la ciudad, para que se mejoren los resultados”, instó la organización.
Otra de las voces que se pronunció al respecto fue la concejala de Bogotá Ana Teresa Bernal, que asegura que “Bogotá NO camina segura” y que las cifras presentadas representan “un retroceso alarmante frente a la seguridad alcanzada en años anteriores”, por lo que hay “familias devastadas y una ciudad cada vez más insegura”. Así, se une al enfático a la administración para que se implementen estrategias efectivas en esta materia y que arrojen resultados para garantizar la vida e integridad de los capitalinos.
Y es que la seguridad en Bogotá se ha convertido en una de las principales preocupaciones de sus habitantes, pues los datos de 2024 reflejan la urgencia de tomar medidas contundentes para revertir esta tendencia, por lo que la administración distrital tiene el reto de garantizar la protección de los ciudadanos y recuperar la confianza en las instituciones encargadas de velar por la seguridad y el bienestar de los locales y turistas.