En la búsqueda de alimentos funcionales, las semillas de lino se han convertido en protagonistas por su capacidad de enriquecer la dieta con fibra, proteínas y grasas saludables, especialmente en quienes siguen dietas vegetales. Su alto contenido de mucílagos las hace un remedio eficaz contra el estreñimiento, y su concentración de omega 3 y vitamina B1 refuerza su valor nutricional.

Un estudio de 2023 publicado en Healthcare resalta que estas semillas contribuyen a reducir los niveles de colesterol LDL y triglicéridos, a la vez que aumentan el colesterol HDL, clave para la salud cardiovascular. Además, su consumo regular ayuda a regular el metabolismo de los carbohidratos, disminuyendo los niveles de glucosa en ayunas y previniendo condiciones como la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.

Beneficios para la mente

El lino no sólo favorece la salud física. Según la investigación, también puede mejorar la función neurológica al combatir la fatiga mental y algunos síntomas de depresión.

Las semillas de lino son benéficas para el organismo, el cuidado del pelo y de la piel

Cómo consumirlas para potenciar sus efectos

Para maximizar sus propiedades, se recomienda consumirlas molidas, en pequeñas porciones y repartidas a lo largo del día. Esto asegura una mejor digestión y aprovechamiento de sus nutrientes. Sin embargo, quienes tengan enfermedades crónicas deben consultar a un especialista antes de incorporar cambios en su dieta.

Las semillas de lino, pequeñas pero poderosas, demuestran que lo natural puede ser clave para una vida más saludable.