Una moneda de cinco centavos acuñada en 1983 está causando revuelo entre coleccionistas y curiosos. Aunque parece una moneda ordinaria, su precio en subastas puede alcanzar cifras sorprendentes, llegando incluso a los 1000 dólares. Esta pieza, identificada como “1983-P”, es un ejemplo perfecto de cómo algo tan cotidiano puede convertirse en un objeto de deseo.

De acuerdo con RPP Capital, la moneda de cinco centavos de 1983 se distingue por varios elementos que la hacen única. En su reverso, se observa la finca Monticello, antigua residencia de Thomas Jefferson, junto con las inscripciones “E Pluribus Unum”, “Monticello”, “Five Cents” y “United States of America”.

Por su parte, en el anverso, destaca el busto de Jefferson acompañado por las frases “In God We Trust”, “Liberty” y el año 1983. Diseñada por Felix Schlag, sus iniciales aparecen grabadas en la base del busto.

Fabricada con una aleación de 75% cobre y 25% níquel, esta moneda no solo es resistente, sino también posee un brillo característico que atrae las miradas de los expertos. El valor de esta moneda está directamente relacionado con su condición. Las piezas en perfecto estado, conocidas como MS (Mint State), son altamente cotizadas. En junio de 2023, un ejemplar con la calificación MS-65 fue vendido por US$2760 dólares en una subasta, mientras que otras con clasificación MS-67 alcanzaron hasta US$1000.

Los coleccionistas buscan monedas sin signos de desgaste y con todos sus detalles bien definidos. Esto hace que identificar una de estas monedas en perfecto estado sea como encontrar una aguja en un pajar.

¿Qué la hace especial?

Lo que distingue a esta moneda de otras de su época es la pequeña letra “P”, que señala su procedencia de la Casa de Moneda de Filadelfia. De los 561 millones de ejemplares acuñados en 1983, solo una fracción conserva las condiciones necesarias para alcanzar un alto valor en el mercado.

La numismática, disciplina que estudia y colecciona monedas, billetes, medallas y otros objetos monetarios, va más allá de su valor histórico y cultural. Se enfoca en analizar su diseño, materiales y contexto de emisión, atrayendo tanto a coleccionistas como a expertos que buscan preservar y comprender la evolución económica y artística a lo largo del tiempo.

Los coleccionistas buscan monedas sin signos de desgaste y con todos sus detalles bien definidos (Foto Canva)

De esta forma, la moneda de cinco centavos de 1983 recuerda que el valor puede encontrarse en los lugares menos esperados. Revisar el cambio o desempolvar una vieja alcancía podría revelar un tesoro oculto para cualquier curioso.