No hay duda alguna en afirmar que la estadounidense Claressa Shields, ganadora de la medalla dorada en los Juegos de 2012 y 2016 y actual cuádruple campeona mundial unificada en pesos diferentes (supermediano, mediano junior, mediano y actualmente pesado), es la mejor boxeadora de estos tiempos y una de las imágenes más imponentes del pugilismo de guantes rosas.

Ajena a cualquier tipo de encuesta insípida, Claressa, de 29 años, destaca en su carrera 15 victorias consecutivas en 12 peleas por título y atributos que ninguna de sus colegas pudo exhibir al cabo de sus historias: es infalible, superior a todas y jamás dejó dudas a la hora de un veredicto. Eso la hace diferente y única. Algo que no lograron ni la puertorriqueña Amanda Serrano ni la irlandesa Katie Taylor, las más populares del “sistema”.

Su figura se acrecentó en la última Navidad, cuando se estrenó en todo Estados Unidos la película que describe su vida: The Fire Inside” (El fuego interno), interpretada por Ryan Destiny, una actriz proveniente del ámbito musical, que puso sobre la superficie los avatares vividos por Shields, desde su infancia hasta la consagración: su niñez pobre en Flint, en las cercanías de Detroit, donde lidió con los abusos corporales y la discriminación por su manera de caminar, que la llevaron a un apodo peculiar: T-Rex. Luchó y salió de todo eso, dedicándole una presea olímpica a su país, que muy poco la cuidó, con sólo 17 años.

Claressa Shields spars with trainer John David Jackson during a training session, Wednesday, Oct. 2, 2019, in Detroit. Shields will fight Croatian boxer Ivana Habazin for the vacant World Boxing Organization Junior Middleweight title in Flint, Mich., on Saturday night. (AP Photo/Carlos Osorio)

Sin embargo, lo más trascendente de los últimos días estuvo en sus declaraciones desafiantes y despectivas hacia el youtuber-boxeador Jake Paul, al que le dedicó una chicana: “Creer que no puedo vencer a Jake Paul es sexista, y sólo lo pueden decir aquellos que no saben nada de boxeo. Su nivel es mediocre. Puedo ganarle y él lo sabe”, dijo.

Paul, de 27 años, cercano a los 100 kg. y con ganancias millonarios por su inserción en el boxeo, aportó muy poco a la credibilidad de este deporte: la mayoría de sus 12 combates fueron de corte dudoso; avasalló los reglamentos con incentivos económicos a los organismos y comisiones que permitieron, entre otras cosas, que los rounds del boxeo femenino se extiendan a 3 minutos cada uno –en lugar de los 2 habituales– y ridiculizó la imagen de un viejo Mike Tyson, de 58 años en una pelea legal, soporífera y penosa, tras una paga millonaria al excampeón pesado con la anuencia de Netflix.

Jake Paul, en su penosa pelea contra Mike Tyson, en noviembre

Ahora, después de su última argucia, comienzan a hilvanar a fuego lento un hecho cercano a la degradación del ser humano en el deporte: el duelo de un hombre frente a una mujer en un espectáculo de contacto. Tarde o temprano sucederá y se convertirá en un suceso. Triste, pobre y carente de honor.

¿Como es Claressa?

Claressa Shields es una morena de 1,73 metros. Su peso ideal: 75 kg. Su expresión y su mirada entrelazan la rabia y la tristeza. Su cabello es largo y enrulado. Se oculta en gorras estrafalarias tal si fuese una estrella de rock. No tiene hijos; es altiva y soberbia. Tajante y casi despreciativa ante las consultas de la prensa –este cronista da fe–. ¡Sabe quién es y qué representa! Les ganó a todas entre los 70 y 90 kilos. A Franchon Crews-Dezurn, Hanna Gabriels, Christina Hammer y Savannah Marshall. Su próxima defensa será el 2 de febrero, cuando exponga el mundial pesado ante Danielle Perkins, en su tierra, Flint.

La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) le renovó en estos tiempos el legado gestado por Christy Martin décadas atrás. Lo justifica y lo merece.

La otra industria pugilística, propensa a organizar cualquier cosa, la prepara lentamente para boxear contra un hombre en un cuadrilátero. Nos preocupa a todos. Lo alarmante es saber que a Claressa tal desafío la hace fuerte y muy feliz.