Hilde Dosogne, una mujer belga de 55 años, completó una hazaña extraordinaria en 2024 al correr una maratón diaria durante los 366 días del año bisiesto. Su impresionante logro de cubrir 15.445 kilómetros en total culminó en Gante el día de San Silvestre, donde fue recibida con ovaciones de una multitud emocionada que aplaudió su determinación y esfuerzo.

El verdadero motivo de su hazaña deportiva: una causa solidaria

El motor detrás de su compromiso diario fue mucho más que un récord personal. Dosogne dedicó su reto a recaudar fondos para la organización BIG Against Breast Cancer, logrando reunir alrededor de 65.000 euros para la investigación contra el cáncer de mama. Este propósito fue una de las principales motivaciones que la impulsaron a seguir adelante, incluso en los días más complicados, reveló Runners World.

Una atleta con experiencia, pero un reto diferente

Dosogne no es una desconocida en el mundo de las carreras de ultrafondo. Con un historial que incluye participaciones en el legendario Spartathlon de Grecia, una carrera de casi 250 kilómetros, su resistencia física está más que probada. Sin embargo, este desafío diario presentó un obstáculo único: la constancia mental y física de enfrentarse a la línea de salida todos los días.

El motor detrás de su compromiso diario fue mucho más que un récord personal. Dosogne dedicó su reto a recaudar fondos para la organización BIG Against Breast Cancer, logrando reunir alrededor de 65.000 euros para la investigación contra el cáncer de mama (IG @marathonwoman366)

La parte más difícil fue mental. Subestimé lo que significaría tener que empezar cada día de nuevo”, confesó en una entrevista para Euro News. Aunque su experiencia como corredora le dio una base sólida, adaptarse a esta rutina diaria resultó un desafío completamente nuevo.

La clave: adaptarse al cuerpo y a la mente

Durante los primeros meses, el agotamiento físico fue evidente. Dosogne explicó que su cuerpo tuvo que ajustarse a las demandas de correr maratones todos los días. “Sentía mucho cansancio al principio, y me di cuenta de que necesitaba dormir más. Empecé a hacer siestas durante el descanso de la comida, lo que marcó una gran diferencia”, relató.

Su rutina diaria era meticulosa: despertarse a las 6:15 de la mañana, cumplir con sus obligaciones laborales —ya sea en la oficina o desde casa—, tomar una breve siesta al mediodía y salir a correr alrededor de las 14:00. Terminaba su carrera cerca de las 18:00, seguida de un batido de recuperación, un baño relajante, cena y descanso temprano.

El esfuerzo físico no estuvo exento de dificultades. Durante la última semana del año, sufrió una leve lesión en el bíceps femoral, lo que la obligó a correr con dolor. A pesar de esto, Dosogne no dejó que nada interfiriera con su objetivo.

Durante los primeros meses, el agotamiento físico fue evidente. Dosogne explicó que su cuerpo tuvo que ajustarse a las demandas de correr maratones todos los días (IG @marathonwoman366)

Un ejemplo de perseverancia e inspiración

El récord femenino de 366 maratones consecutivos que Dosogne espera obtener no es solo un testimonio de resistencia física y mental, sino también una muestra del poder de la solidaridad y la determinación. Su historia trasciende el ámbito deportivo, inspirando a otros a perseguir sus metas mientras contribuyen a causas mayores.

Ahora, mientras espera que su logro sea certificado por Guinness World Records, un proceso que podría tomar hasta cuatro meses, Hilde reflexiona sobre su experiencia. “Descansaré al menos dos semanas sin correr, pero creo que andaré un poco en bicicleta”, finalizó en Womens Health.