Luego del éxito de La pasión de Cristo, la película que se estrenó en 2004 y que fue candidata a tres premios Oscar, no tardaron en surgir los rumores de que su director, Mel Gibson, tenía en sus planes realizar una segunda parte. En 2016, el protagonista de Mad Max confirmó que el proyecto estaba cerca de materializarse y reveló que su idea era abordar la historia de Jesucristo desde el momento en el que se levanta su tumba. El realizador reveló, además, que ya existían dos guiones preliminares. “Uno de ellos es muy estructurado y muy fuerte. Es más o menos lo que se debe esperar. El otro es como un viaje psicodélico. Porque vas a otra dimensión y esas cosas. Quiero decir que estás en el infierno y estás viendo a los ángeles caer. Es como una locura”, indicó. Ya para esa época, se confirmó que Jim Caviezel volvería a interpretar a Cristo. “Mel me envió el documento. El film será impresionante y trascendental en la historia del cine”, dijo el reconocido actor en un podcast de SiriusXM.
Esta semana, Gibson brindó algunos detalles sobre la postergada secuela. El actor y director precisó, en el podcast del comentarista norteamericano Joe Rogan que la producción de la película, que efectivamente está en desarrollo desde 2016, podría comenzar en 2026. “Espero que sea el año que viene. Hay mucho que hacer porque es un viaje de ácido”, aseguró. Y agregó, en referencia al guion que él mismo escribió junto a Randall Wallace: “Nunca había leído nada parecido”.
“Creo que para contar la historia correctamente, hay que empezar con la caída de los ángeles, lo que significa que estás en otro lugar, en otro reino. Tenés que ir al infierno”, agregó. Ya en 2022, el director había explicado que el guion no es lineal: “Hay que yuxtaponer el evento central que estoy tratando de contar con todo lo demás que lo rodea en el futuro, en el pasado y en otros ámbitos, y eso es como sacar un poco de ciencia ficción”.
El año pasado se reveló que Gibson había estado buscando locaciones en Europa y que había visitado Malta antes de visitar varias ciudades antiguas en la región de Puglia, en el sur de Italia.
La pasión de Cristo se convirtió en la película independiente más taquillera de todos los tiempos, con una recaudación mundial de casi 612 millones de dólares, pero no todo fue color de rosa. En la Argentina, el film provocó la reacción de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), que alertó sobre “los riesgos de incitación al odio antisemita que representa la cuestionada película”. Así lo reflejó un comunicado firmado por el entonces presidente de la institución, Gilberto Lewi, y el secretario general, Julio Tocker, para quienes el film reiteraba “de manera exacerbada, exaltando la violencia más desenfrenada, antiguos estereotipos antijudíos que han sido rechazados por dignatarios católicos y protestantes y que contradicen la letra y el espíritu de lo expresado por el Concilio Vaticano II hace casi 40 años”
En los Estados Unidos, la polémica comenzó también antes del estreno, cuando, a partir de un artículo de The New York Times, el proyecto se vinculó con una entrevista a Hutton Gibson, padre del actor y director, en el que aquel habría cuestionado la cifra de seis millones de víctimas judías en el Holocausto. A partir de allí -y de los ecos que despertó el conocimiento de una primera versión del guion- creció en varios círculos de la colectividad judía algún temor sobre el punto de vista con el cual Gibson podía enfocar su visión.
En ese momento, no fueron pocos los que recordaron que el actor se identifica con los grupos del tradicionalismo católico que siempre objetaron las reformas del Concilio Vaticano II. “Esta película puede alimentar el odio, la intolerancia y el antisemitismo”, manifestó Abraham Foxman, director de la Liga Anti-Difamación en Estados Unidos. Y el representante demócrata por Nueva York Dov Hilkins fue más allá al decir que el film “es peligroso para los judíos de todo el mundo y puede generar una violencia potencial dirigida hacia ellos. Mel Gibson atrasó el reloj y nos lleva directamente hacia la Edad Oscura”. Habrá que ver qué ocurre en estos tiempos, con la secuela.