Los residentes de Los Angeles, y en especial quienes componen la vasta y multifacética comunidad artística asentada en la capital planetaria del entretenimiento, desde hace décadas vienen preparándose para el “Big One”, nombre elegido para identificar al terremoto de mayor potencial destructivo de la historia que podría llegar en cualquier momento a una región de sensible y constante actividad sísmica como el sur de California.

Desde hace al menos 48 horas crece en toda esa vasta y poblada área la ominosa sensación de que el temido “Big One” ya llegó, pero no como todos imaginaban. Está configurado, en cambio, a partir del otro gran fenómeno natural que desde hace tiempo se transformó allí en una amenaza permanente, el fuego. Más precisamente alrededor de los incendios que siguen extendiéndose sin control en varias zonas simultáneas de los alrededores de Los Angeles dejando a miles de personas sin hogar (entre ellas algunas cotizadas celebridades de Hollywood), destruyendo negocios, espacios culturales y áreas históricas, y abriendo un gigantesco signo de interrogación sobre el destino inmediato de la actual temporada de premios, paralizada por completo por la emergencia.

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“Estoy literalmente a punto de llorar”, dijo en la noche del miércoles en Nueva York la actriz Jamie Lee Curtis frente a las cámaras de The Tonight Show, el popular programa de TV conducido por Jimmy Fallon. “Como saben, el lugar donde vivo está en llamas ahora mismo. Literalmente toda la ciudad de Pacific Palisades está ardiendo. Todo: el mercado donde compro, las escuelas a las que van mis hijos y muchos, muchos, muchos, muchos amigos que ahora han perdido sus hogares. Volé aquí anoche y estaba en el avión cuando empecé a recibir mensajes de texto. Todo esto, chicos, es jodidamente horrible”, agregó.

Apenas regresó a Los Angeles, en la mañana de este jueves, Curtis anunció que ella y su marido, el director Christopher Guest, van a donar un millón de dólares de la Fundación Familiar que ellos manejan con la intención de “poner en marcha un fondo de apoyo para nuestra gran ciudad y Estado, y la gran gente que vive allí”.

También a primera hora del jueves, la jefa de bomberos del condado de Los Angeles, Kristin Crowley, dijo que “asciende a miles” el número total de construcciones destruidas o dañadas por el devastador incendio de Palisades, el enclave suburbano ubicado en una zona montañosa al norte de Los Angeles con vistas directas y privilegiadas al Océano Pacífico, un espacio de enorme belleza elegido por muchas estrellas y figuras prominentes de Hollywood como lugar de residencia. La activa comunidad que creció junto a esa zona, extendida también hacia el norte pero sobre la línea de playa en la exclusiva zona de Malibú también sufrió casi como ninguna otra el impacto del fuego.

Entre las personalidades del cine y la TV residentes en Pacific Palisades, cuyas viviendas (algunas de valor varias veces millonario y otras mucho más modestas) quedaron reducidas a cenizas, aparecen los actores Anthony Hopkins, John Goodman, Eugene Levy, Miles Teller, Anna Faris, Cary Elwes y James Woods. Billy Crystal contó que la casa en la que vivió durante los últimos 46 años junto con su esposa quedó completamente destruida. La misma situación afronta Jeff Bridges, que perdió por el fuego la casa con vista al Pacífico que heredó de su padre, el también actor Lloyd Bridges, y perteneció a esa familia por varias generaciones.

Según informó este jueves el portal TMZ, mucha más suerte tuvieron hasta ahora Tom Hanks y Steven Spielberg, cuyas mansiones de Pacific Palisades por ahora aparecen protegidas del avance del fuego, pese a que en los alrededores también hay signos de destrucción y daños por doquier.

La tragedia interrumpió la vida cotidiana de Hollywood de todas las maneras posibles (cines cerrados, avant premieres y presentaciones canceladas) y también alteró por completo el calendario de la temporada alta de premios, que estará más apretado que nunca en las próximas semanas por las postergaciones dispuestas en las últimas horas. La decisión más importante que se acaba de tomar al respecto es la prórroga de 48 horas dispuesta por la Academia de Hollywood para el anuncio de las nominaciones al Oscar, cuya nueva (y atípica) fecha será el domingo 19 por la mañana.

El anuncio de las nominaciones al Oscar se postergó hasta el domingo 19

La Academia no difundió ningún comunicado oficial anunciando la postergación. Solo trascendió en las publicaciones más importantes de Hollywood la copia de un correo electrónico enviado a los 10.894 integrantes de la entidad el miércoles pasado con la firma del director ejecutivo Bill Kramer. “Extenderemos el período de votación dos días para que los miembros tengan más tiempo para emitir su voto”, dice el mensaje.

En las últimas horas también se pospuso hasta el domingo 12 otro anuncio importante y clave en la carrera por el Oscar, el de los candidatos a los premios del Producers Guild of America (PGA), la poderosa entidad que nuclea a los productores de Hollywood. En la lista de celebraciones y encuentros demorados se destaca la ceremonia de entrega de los premios Critics Choice, que se hará el domingo 26 de enero con transmisión por TV a todo el mundo.

A propósito de los premios, una inquietante luz amarilla se encendió para la industria de Hollywood con relación al futuro inmediato desde que la actriz Jean Smart pidió públicamente a las cadenas de TV encargadas de seguir la temporada de premios que renuncien este año a esas transmisiones y donen sus ingresos a todos los afectados por los incendios.

“Con el debido respeto, durante la temporada de celebraciones de Hollywood, espero que cualquiera de las cadenas que transmiten los próximos premios consideren seriamente no televisarlos y donar los ingresos que habrían obtenido a las víctimas de los incendios y a los bomberos”, señaló desde su cuenta oficial de Instagram la flamante ganadora del Globo de Oro a la mejor actriz de comedia por su labor en TV.

Jean Smart, aquí con el Globo de Oro que ganó el domingo pasado, urgió a las cadenas de TV a no transmitir más ceremonias de premios y donar los ingresos a los bomberos y a las víctimas del fuego

Queda claro que la grave situación no invita a los famosos a sonreír frente a las cámaras de televisión esperando saber si les tocará ganar alguno de los grandes premios de Hollywood. El estado de ánimo general es exactamente el contrario en este momento. Por eso, si algunos de los rostros más famosos e influyentes del mundo gracias al cine y la TV se deciden en los próximos días a replicar el reclamo de Smart y reaccionar en el mismo sentido, la industria se enfrentaría a un problema muy serio. Sobre todo para los organizadores de las ceremonias más importantes de la temporada de premios que se transmiten en vivo por TV (Critics Choice, Screen Actors Guild, Oscar) y también para las cadenas que cuentan con los derechos oficiales de esas emisiones. ¿Hay lugar para el glamour en las actuales circunstancias?

Quizás ni siquiera haga falta una reacción voluntaria por parte de los actores. El panorama se complica todavía más a partir de una situación mucho más objetiva surgida en las últimas horas. Las órdenes de evacuación masiva dispuestas por las autoridades frente al todavía incontrolable avance del fuego empezaron a extenderse cada vez más hacia algunas áreas geográficas cada vez más cercanas al epicentro de esas ceremonias. Las llamas están literalmente a las puertas del corazón de Hollywood.

Por ahora los focos más amplios peligrosos se mantienen en Palisades y en Eaton (al norte de Los Angeles, con epicentro cercano a la localidad de Altadena). A propósito de Eaton, las llamas se acercaron peligrosamente en las primeras horas del jueves a Mount Wilson, lugar en el que se encuentran emplazadas las antenas transmisoras de las principales cadenas locales y nacionales de radio y TV.

Pero el jueves fue localizado un nuevo y peligrosísimo foco ubicado sobre las estribaciones de Hollywood Hills, que empieza a agrandarse con suma rapidez gracias al poder de las ráfagas del viento que lleva el nombre de Santa Ana. El incendio Sunset, como ahora se lo conoce, amenaza ahora a algunos de los lugares más característicos de Los Angeles, a los que llegan visitantes de todo el mundo, como el auditorio Hollywood Bowl, el Paseo de la Fama, el Teatro Chino y hasta el propio complejo levantado en el cruce de las avenidas Hollywood y Highland, donde se encuentra el Teatro Dolby, la inmensa sala en la que se celebra cada año la ceremonia del Oscar.

Por ahora, el área más concurrida y conocida de Hollywood aparece en amarillo en los mapas difundidos por las autoridades. No existe allí por ahora ninguna obligación de evacuar la zona, pero sí una advertencia de que la situación podría complicarse en un escenario con pronóstico incierto. Los medios locales informaron que se esperan varios días más con el mismo panorama actual: vastas zonas en llamas, bajo un fuego muy difícil de controlar.

La comunidad artística de Hollywood también lamenta por estas horas la destrucción completa de varios espacios de elevado valor histórico y simbólico en la zona. Uno de esos sitios es la casa que construyó un siglo atrás en la bahía de Santa Monica Will Rogers, un actor, comediante, humorista y cowboy que se convirtió en una de las figuras más populares de Hollywood en los inicios del cine. La extensa propiedad de 31 habitaciones, 11 baños, una casa de huéspedes, un campo de golf, establos y un corral fue donada a la ciudad por la viuda de Rogers en 1944 y se convirtió desde allí en un parque-museo muy visitado e identificado como pocos dentro del patrimonio artístico y cultural de la zona.