En el yacimiento del Barranc de la Boella, ubicado en Tarragona, España, se descubrieron herramientas de piedra que revelan un nivel avanzado de desarrollo tecnológico en los primeros humanos que habitaron Europa. Estas herramientas, que datan de entre 900.000 y 780.000 años, corresponden al Modo 2 o Achelense, una tecnología que marcó un salto significativo respecto al Modo 1, más rudimentario.
El equipo de investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes-Cerca) destacó que estas herramientas no solo son una innovación tecnológica, sino que también evidencian un avance en la capacidad de planificación y en el uso de los recursos naturales. Entre los hallazgos, publicados en el Journal of Paleolithic Archaeology, se incluyen hachas y picos grandes, elaborados con técnicas que requerían conocimiento y destreza.
¿Qué diferencia al Modo 2 del Modo 1?
El Modo 2 es conocido por la producción de herramientas más complejas, como las bifaciales, trabajadas por ambos lados para obtener formas específicas. Esto contrasta con el Modo 1, basado en piedras golpeadas de manera más simple para crear bordes cortantes.
En el Barranc de la Boella, las herramientas del Modo 2 reflejan un nivel avanzado de planificación. Los homínidos seleccionaban cuidadosamente las piedras que usarían y adaptaban su producción según el tipo de material y el uso que le darían a la herramienta. Por ejemplo, los picos y cuchillas de gran tamaño requerían piedras grandes, mientras que las herramientas más pequeñas se fabricaban con materiales más finos y fáciles de trabajar.
Cómo gestionaban los recursos los primeros humanos
Uno de los aspectos más interesantes del estudio es cómo estos homínidos utilizaban los recursos naturales disponibles. Los materiales usados para fabricar herramientas incluían esquisto, cuarzo, cuarcita y chert, entre otros. Cada tipo de piedra tenía un propósito específico:
- Esquisto: ideal para herramientas grandes, como los picos.
- Chert: usado para herramientas más pequeñas y precisas debido a su fácil manipulación.
Este nivel de organización muestra que los homínidos no dependían solo de lo que encontraban, sino que evaluaban las propiedades de los materiales y planificaban cómo usarlos. En algunos casos, las piedras eran transportadas desde lugares lejanos para cumplir con los requisitos tecnológicos, lo que refleja una capacidad avanzada de previsión.
Las investigaciones en tres zonas del yacimiento, llamadas La Mina, El Forn y Pit 1, revelaron cómo los homínidos utilizaban este entorno.
En Pit 1 se encontraron restos de un mamut (Mammuthus meridionalis) junto con herramientas de piedra, lo que indica que el lugar fue usado para cazar y desmembrar grandes animales. Por otro lado, La Mina y El Forn eran sitios para recolectar materiales y realizar múltiples tareas relacionadas con la subsistencia.
Además, el yacimiento muestra evidencia de interacción con otros depredadores, como hienas y grandes felinos, lo que refleja la competencia por los recursos en un entorno exigente.
Impacto en la historia tecnológica
Este hallazgo plantea nuevas preguntas sobre cómo llegaron estas innovaciones al continente. Los investigadores creen que las tecnologías del Modo 2 pudieron haberse originado en África y habrían llegado a Europa a través de migraciones humanas.
El doctor Diego Lombao, uno de los autores principales del estudio, explicó: “El Barranc de la Boella nos muestra que la innovación tecnológica no fue un cambio abrupto, sino un proceso gradual, con múltiples oleadas de población que introdujeron nuevas ideas y formas de trabajar”.
Estas herramientas avanzadas representan un momento clave en la evolución de los homínidos en Europa, marcando un antes y un después en su capacidad para adaptarse al entorno y aprovechar sus recursos.
El Barranc de la Boella es ahora uno de los sitios más antiguos con herramientas del Modo 2 en Europa. Sus descubrimientos fortalecen la conexión entre las poblaciones humanas de Europa, África y el Próximo Oriente.
A través de investigaciones como esta, se entiende mejor cómo los primeros humanos desarrollaron herramientas, adaptaron su tecnología y transformaron su relación con el entorno, sentando las bases para futuras innovaciones.