Como principal activo del productor agrícola, el grano cosechado –o por cosechar– debe contar con igual cuidado en sus etapas agronómicas como en la búsqueda de optimizar el rédito económico al momento de diseñar una estrategia comercial. Y en ese sentido, hoy, en plena recolección del trigo en la Argentina, el mercado les deja entrever la chance de capturar una mejor renta a quienes pueden evitar el pico de oferta, según se desprende de la observación de los pases que se están dando entre las propuestas por la mercadería disponible y el valor de los contratos de mediano plazo en el Matba Rofex.

En efecto, por el trigo físico y con cupo de descarga la exportación está pagando el equivalente a 200 dólares por tonelada, mientras que de la posición julio en el mercado de futuros, que ayer aumentó 3,10 dólares, terminó la rueda con un ajuste de 217,10 dólares por tonelada. El pase entre esas dos vías comerciales se ubicó en 17,10 dólares por tonelada, o en el 8,6% que, anualizado, brinda una tasa del 14,6%, más que apetecible en cualquier lugar razonable del mundo financiero.

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Frente a esa chance de mejorar los números las vías de acción son diversas. Entre las más conocidas:

  1. Cerrar una venta a julio y asegurar el spread, que es la diferencia entre el nivel de precio actual y el vigente para julio.
  2. Especular con subas aún mayores, pero sin una acción directa, teniendo en cuenta que se está empezando a jugar el “partido” del trigo 2025/2026 del hemisferio norte –representa alrededor del 85% de la oferta mundial–, con las siembras de invierno ya finalizadas y con cultivos en estado deficiente en Rusia.
  3. Especular, pero a través de las herramientas del mercado de futuros que hoy ofrecen, por ejemplo, la chance de comprar un put de US$204 con una prima de US$5. Esta acción garantiza poder vender hasta fines de junio con un piso de US$199, independientemente de que el mercado caiga por debajo de ese precio, pero deja abierta la chance de capitalizar eventuales mejoras. Por caso, si la cotización de trigo subiera hasta los US$250 por tonelada antes de su vencimiento el tenedor de ese put podría capturar dicho valor, con un costo de solo US$5.

De las tres opciones la más arriesgada, y en rigor la más difundida, es la segunda. Se puede ganar, pero, también, se puede perder sin límites. No hacer nada y dejar echada la suerte o la desgracia de un presupuesto financiero al libre albedrío de los mercados no parece una buena manera de preservar –menos de impulsar– la sanidad del negocio agrícola.

Rusia fijó un cupo de 11 millones de toneladas para las exportaciones del grano fino entre el 15 de febrero y el 30 de junio

Precios

En materia de fundamentos, el mercado mundial de trigo tiene por delante algunos hechos que podrían brindarles impulso a los precios, sobre todo, en el último cuatrimestre del ciclo comercial en el hemisferio norte, es decir, de marzo a finales de junio. El principal, el cupo de 11 millones de toneladas fijado por el gobierno de Rusia para las exportaciones del grano fino entre el 15 de febrero y el 30 de junio. Un año atrás, la cuota impuesta por el Kremlin fue de 29 millones de toneladas, incluidos el maíz y la cebada. De esos 29 millones, el trigo respondía por entre 20 y 22 millones. Es decir que las ventas del principal proveedor mundial estarán muy restringidas, so pretexto de la caída de las existencias domésticas, luego de una primera parte del año comercial con ventas récord y de la caída de las existencias provocada por una cosecha 2024/2025 inferior a las previsiones iniciales.

Ucrania impuso desde el 1º de diciembre medidas restrictivas para las exportaciones del trigo, con la fijación de precios mínimos oficiales

Por otro lado, Ucrania, el otro gran proveedor de la zona del Mar Negro, también impuso desde el 1º de diciembre medidas restrictivas para las exportaciones del trigo, con la fijación de precios mínimos oficiales, de manera de ralentizar su salida y de amortiguar el impacto inflacionario que tendría la continuidad del muy buen ritmo de ventas actual y de un nivel de reservas cada vez más bajo. Al respecto, el Ministerio de Política Agraria y Alimentación de Ucrania informó el lunes que en lo que va del ciclo comercial 2024/2025 –comenzó el 1º de julio– el país exportó 9,12 millones de toneladas de trigo, un 44,8% más que los 6,30 millones despachados en igual segmento de 2023.

El panorama de oferta restringida lo completa la Unión Europea. Según datos de la Comisión Europea, las exportaciones de trigo blando del bloque entre el 1º de julio y el 1º de diciembre totalizaron 9,50 millones de toneladas, un 31,2% por debajo de los 13,80 millones despachados en igual segmento del año pasado. Ayer el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos redujo de 30 a 29 millones de toneladas su estimación sobre las exportaciones 2024/2025 de la Unión Europea, contra los 37,95 millones 2023/2024.

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Si los oferentes de la zona del Mar Negro y de la Unión Europea ralentizan el ritmo de sus exportaciones de trigo en los próximos meses y hasta la entrada de la cosecha 2025/2026 habría mayores chances de negocios para Australia y para la Argentina en el norte de África y en Medio Oriente, pese a los mayores costos logísticos.

Los autores son operador y analista del mercado agrícola de la corredora Granar, respectivamente