El multimillonario Jared Isaacman, CEO de una empresa de pagos llamada Shift4, realizó la primera caminata espacial privada gracias a SpaceX. A bordo del Polaris Down despegó con éxito el martes 10 de septiembre desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Florida, rumbo a los cinturones de radiación Van Allen de la Tierra.
“No hay nada que te separe del vacío de la muerte, aparte de la visera de un solo panel”, recordó Isaacman. “Todo en ese entorno está tratando de matarte, la radiación, la falta de una atmosfera habitable. Hay escombros que viajan muchas veces a la velocidad de las balas”, le dijo Isaacman a Business Insider. También comparó que conocer la oscuridad del espacio debe ser una sensación similar a la de viajar al extranjero durante el siglo XV.
Él y Sarah Gillis, una ingeniera de SpaceX, estuvieron en el espacio durante ocho minutos y realizaron varias pruebas para determinar la flexibilidad y movilidad del traje. Además, contó que ante el riesgo de la prueba, ambos tenían una reserva de oxígeno de dos horas por si algo salía mal.
“El objetivo era aprender mucho sobre la movilidad del traje y también sobre su regulación térmica, ante los grandes cambios de temperatura”, reveló Isaacman. De todas formas, los trajes fueron probados previamente en el Centro Espacial Johnson de la NASA para verificar que sus materiales resistirían al espacio exterior y así asegurarse de que no desencadenaran reacciones no deseadas como una explosión, por ejemplo.
La experiencia de caminar a 740 kilómetros de altura
La caminata espacial se produjo a unos 740 kilómetros de altura sobre la tierra, la mayor altura registrada hasta el momento, el empresario aseguró que la experiencia fue tal y como la esperaba. Los integrantes de la tripulación de Polaris Dawn hicieron alrededor de 38 experimentos científicos para investigar los posibles riesgos que conlleva la radiación cósmica en el cuerpo humano durante las misiones de larga duración.
Isaacman detalló que la sensación de estar a la deriva en el espacio es muy diferente a la que tuvo cuando se encontraba dentro de la cápsula mientras esperaba para ejecutar la misión. “Tienes todos estos sentidos adicionales que se fusionan y obtienes, creo, más aprecio por lo hostil y poco receptivo que es el espacio”, dijo el CEO de Shift4.
Sin embargo, la principal preocupación de los tripulantes fue el reingreso a la atmosfera de la Tierra, debido a que, a pesar de toda la preparación que estos reciben, no poseían un plan de contingencia ante una eventualidad. Aunque el aterrizaje fue exitoso, los astronautas tuvieron que someterse a pruebas médicas durante tres días antes de volver a su vida normal.
Isaacman reconoció que casi la mitad de las personas que viajan al espacio exterior se enferman y ese fue el caso de un tripulante, cuya identidad no fue revelada, que sufrió de síndrome neuromuscular que afecto su visión. El multimillonario puso de ejemplo a su compañero, quien logró recuperase de manera satisfactoria luego del retorno a la Tierra y añadió que existen ciertos riesgos para la salud para aquellas personas que se aventuren a atravesar la línea de Kármán.
La visión de Isaacman sobre la vida en Marte
“En realidad, tener una civilización que puede tener éxito y prosperar en el espacio es un conjunto de problemas muy diferente”, comentó Isaacman. “Vas a estar en una burbuja o viviendo en una cueva o bajo tierra en Marte durante todo el tiempo que estés allí. Nunca seremos mejores que eso. Así que hay muchas cosas que hay que resolver”, detalló.
A pesar de las declaraciones que hizo el CEO de Shift4, el empresario cree fervientemente que en un futuro el ser humano va a caminar sobre el planeta Marte, pero no sabe cuando. “Solo tenemos que proceder con precaución y asegurarnos de hacerlo bien. Y si lo hacemos, tenemos que aprender tanto que puede cambiar el curso de la trayectoria de la humanidad”, cerró.