La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha asegurado este sábado que seguirá en el cargo como gesto de desafío contra un gobierno que considera ilegítimo, en medio de protestas y disturbios en la capital, Tiflis, y a pesar de la proximidad de elecciones presidenciales el 14 de diciembre que certificarían el final de su mandato.

«Como no hay un Parlamento legítimo, no habrá presidente legítimo ni una investidura. Por eso me quedo como su presidente», ha hecho saber la presidenta georgiana en un discurso televisado en el que se ha reivindicado como «la única institución independiente y legítima que queda en el país» en un discurso recogido por el portal de noticias Tabula.

Con esta declaración, la presidenta Zurabishvili reitera su completo rechazo al gobierno liderado por Sueño Georgiano, del primer ministro Irakli Kobajidze, al que acusa de haber ganado las últimas elecciones por métodos fraudulentos y con el respaldo encubierto de Rusia. Desde entonces, la capital ha sido tomada por manifestantes de oposición a Kobajidze en una sucesión de protestas que solo este viernes dejaron más de un centenar de detenidos.

En comentarios posteriores a la cadena francesa France24, la presidenta ha insistido en que no tiene intención de reconocer a las autoridades del Gobierno. «Nos enfrentamos hoy a unas elecciones robadas, a un parlamento ilegítimo; y un parlamento ilegítimo no puede elegir nada más que un gobierno ilegítimo y un presidente ilegítimo», ha remachado antes de insistir en la necesidad de organizar nuevos comicios.

«Mi mandato terminará cuando se elija al nuevo presidente legítimo. Eso depende de las nuevas elecciones y es la principal demanda de la gente en las calles», ha añadido la presidenta.

EL PRIMER MINISTRO CULPA DE LAS PROTESTAS A «ENTIDADES EXTRANJERAS»

Kobajidze ha culpado este sábado a «radicales y a sus jefes extranjeros» de protagonizar estas manifestaciones que su servicio de seguridad nacional, el SSGE, ha descrito directamente como un intento de «derrocar al Gobierno por métodos violentos».

«Hacemos un llamamiento a las entidades extranjeras para que dejen de alentar las protestas violentas e infundadas que fomentan sentimientos antieuropeos en la sociedad georgiana», ha añadido.

«Todavía no han comprendido que, Georgia es un país independiente con instituciones fuertes y, lo más importante, con gente experimentada y sabia, cuya firmeza no será sacudida por nadie», ha avisado el primer ministro.

NUEVAS PROTESTAS ANTE EL PARLAMENTO

Por su parte, el portal de noticias georgiano Civil ha informado de la reanudación de las protestas ante el Parlamento de la capital, Tiflis, tras los disturbios que dejaron la pasada noche del viernes más de un centenar de detenidos.

La Policía antidisturbios está empleando cañones de agua contra los manifestantes y ahora está emitiendo advertencias de dispersión mientras los participantes han levantado de nuevo las barricadas que habían acabado desmontadas esta tarde y han vuelto a disparar fuegos artificiales.

La avenida Rustaveli, la arteria principal de la capital, sigue abarrotada y algunos manifestantes están lanzando piedras contra la sede del Legislativo, además de quemar una imagen del presidente y fundador de Sueño Georgiano, Bidzina Ivanishvili, frente al edificio, como también ha podido confirmar el portal de noticias Netgazeti.