Si bien en términos de precios de lista son más caros que un naftero puro, los autos híbridos dan cada vez más argumentos para convertirse en la primera opción de quien puede comprarse un 0km. Tienen el acento puesto en la eficiencia y el bajo consumo de combustible, puntos que brindan un ahorro a largo plazo y que si se los combina con alguna que otra exención impositiva, brindan un escenario interesante para considerar.
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Esa línea, sumada a los objetivos de carbono neutralidad de las empresas a nivel mundial, impulsan a Toyota a ofrecer cada vez más variantes electrificadas en sus portfolios. Y es ahí, por ejemplo, donde aparecen modelos como Crown, Corolla y Corolla Cross, unidades que se venden en la Argentina con, al menos, una alternativa a la motorización tradicional.
Este año (2024), el Toyota Corolla Cross recibió un restyling que sirvió de excusa para probarlo en una nueva edición de la serie de contactos en formato audiovisual de LN Movilidad. La versión probada fue la SEG híbrida y tanto este como los demás modelos probados están disponibles a través de las redes sociales (@movilidadln) y el canal YouTube (@lanacion) de este medio.
El SUV de la terminal japonesa compite en el segmento C y logró convertirse en uno de los más destacados y comercializados de su línea. Importado desde Brasil, recibió una actualización centrada en el equipamiento y que tuvo también el acento puesto en el diseño exterior, para diferenciarlo de su predecesor y los competidores del mercado.
La premisa de este modelo, más que nada en las versiones de motorización híbrida, es la eficiencia; y quizás eso se vea reflejado no sólo en los aspectos mecánicos sino también en el diseño. Los cambios están a la vista en una primera inspección visual, destacan por lo novedoso de sus líneas, pero prima una suerte de minimalismo que no busca grandes atributos sino los correctos y necesarios que, a su vez, sean atractivos.
Así, se modificó la parrilla para optar por una en forma de panal que se integre con el resto del auto, se rediseñó el conjunto óptico y se incoporaron, en esta versión, llantas de aleación de 18″ que funcionan muy bien en conjunto.
En el interior, sin embargo, no se hicieron modificaciones respecto a la versión anterior: es la misma disposición y calidad de las terminaciones, aunque ahora son de cuero ecológico. El habitáculo tiene una pantalla multimedia de 9″ compatible con Android Auto y Apple CarPlay, climatizador bizona, butaca con regulación eléctrica y un instrumental de 12,3″ totalmente personalizable. Se suman algunas perlitas muy valoradas, como el cierre de baúl eléctrico y con manos libres.
El plato fuerte
Lo estético está bien cuidado, pero sin dudas el plato fuerte de la versión híbrida es el consumo y la motorización. Es un SUV con un motor naftero de ciclo Atkinson de cuatro cilindros en línea, 16 válvulas y 1.8L que ofrece 98 CV de potencia y 142Nm de torque con una transmisión automática tipo eCVT y tracción delantera. A eso se suma uno eléctrico de 600 V y 72 CV para lograr una potencia combinada de 122 CV. Cuenta con tres modos de conducción (Eco, Power y Normal) que apuntan a distintas situaciones de manejo y que responden adecuadamente cuando se los exige en lo que mejor saben hacer.
Los primeros minutos al volante dan la bienvenida a un vehículo que responde bien a lo que se le pide y reacciona de gran manera a las exigencias del camino. Se adapta muy bien al manejo en la ciudad y tiene un confort de marcha muy valorable para tratarse de una unidad de este porte. Quizás la cuenta pendiente de la alternativa híbrida sea el empuje y la potencia.
Las opciones nafteras convencionales, que trabajan con 171 CV, tienen una reacción mucho más rápida que no se logra en las que acentúan la eficiencia. Siempre y cuando se busque una conducción tranquila, la versión híbrida es una gran opción; pero si se quiere una mayor potencia, hay camino por recorrer.
Ahora bien, el punto en el que es imbatible el Toyota Corolla Cross híbrido es en el consumo. Durante el tiempo que LN Movilidad tuvo la posibilidad de manejar esta unidad, los consumos promediaron los 5,5L cada 100 kilómetros en ciudad y casi 7L cada 100 kilómetros en ruta, obteniéndose grandes resultados muy valorables en el cálculo final de combustible mensual.
En otra línea, es el paquete de seguridad otro punto a favor. A partir de esta actualización, todas las variantes del modelo vienen de serie con el Toyota Safety Sense, que incorpora un avanzado sistema de seguridad para la detección de peligros y alertas al conductor. Como resultado, se obtiene un completo sistema de asistencias a la conducción (ADAS) dentro de las que destacan la alerta de precolisión, la asistencia de frenado de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo, entre otros. Otro elemeno extra: cuenta con siete airbags de serie.