Gloria Aurora P., la viuda negra de Floresta

La viuda negra de Floresta, Gloria Aurora P. (79), está a un paso de ser sometida a juicio oral por seducir, drogar y robarle a tres víctimas. Según la investigación que acaba de concluir la fiscal Silvana Russi, operó en distintos barrios porteños hasta que la atraparon en octubre pasado, momento desde el que permanece detenida. Pese a su edad, llegará al debate oral privada de su libertad porque la Justicia la ve como una delincuente peligrosa, y creen que si la liberan volverá a delinquir.

El pedido de elevación a juicio llegó al despacho de la jueza Elizabeth Paisan, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°12, este martes. La acusación es por los delitos de “robo en grado de tentativa”, “robo agravado por haberse cometido mediante la utilización de llave verdadera previamente sustraída, en grado de tentativa” y “robo simple”.

Son tres episodios que ocurrieron entre diciembre de 2023 y agosto pasado en los barrios porteños de Mataderos, Villa General Mitre y Liniers. Según el Ministerio Público Fiscal, en los tres casos las víctimas fueron jubilados -dos mujeres y un hombre- y la viuda negra repitió su metodología: tomaba un café, establecía un vínculo de confianza, sedaba a sus presas con psicotrópicos y, luego, les robaba.

“Se acreditó que la imputada ejerció violencia sobre los damnificados con el fin de desapoderarlos de sus pertenencias. De tal manera, para consumar su propósito, les suministró una sustancia somnífera que les ocasionó la pérdida de conocimiento”, precisó la fiscal Russi en su requerimiento.

Un dato no menor: este trío de víctimas no fueron los primeros en ser seducidos por Gloria Aurora. El 20 de agosto de 2007, concretó una cita con un señor de Mataderos 13 años mayor que ella -hoy ya muerto-, dedicado en ese entonces al negocio de las bombas de agua. Lo había conocido en la calle. Lo encontró en la esquina de Alberti y Pola. Así, el señor la llevó a su casa, donde ella le preparó el té, aunque con un detalle: en vez de azúcar, le puso Alplax.

El hijo de la víctima la sorprendió justo antes de que abandonara el lugar y terminó presa, con una condena de tres años y nueve meses. Durante algún tiempo no volvió a tener problemas con la ley, hasta ahora.

Los tres ataques de la viuda negra

Gloria Aurora P., al ser detenida en julio de 2024

18 de diciembre de 2023, al mediodía, en la confitería “Ocaña”, de Mataderos. Gloria Aurora se cruzó con una conocida y se pusieron a charlar. La invitó a tomar un café. La acusada salió del comercio con dos vasos descartables, sin tapa.

Las cámaras de seguridad registraron el momento en el que la viuda negra aprovechó un descuido de la encargada de la cafetería para colocar una sustancia que llevaba en la cartera dentro del café de la víctima. Es una de las pruebas centrales que tiene el expediente que elaboró la fiscal Russi.

“Con ese café, le provocó a la víctima un estado de somnolencia que fue aprovechado por la imputada para intentar apoderarse de sus pertenencias, lo cual no pudo lograr porque la damnificada había ocultado el poco dinero que portaba en una de sus medias”, precisaron desde el Ministerio Público Fiscal.

El segundo golpe tuvo lugar el 7 de julio pasado, también en horas del mediodía, después de una misa. La víctima fue un viudo de 82 años que había conocido a Gloria Aurora dos meses antes en la Iglesia Santa Rita del barrio de Floresta. Ella le dijo que se llamaba Martha.

Ese domingo salieron juntos de la iglesia para ir a tomar un café. Fueron a “Molina”, en la calle Elpidio González 2806. Esta vez, la mesa la sirvió un mozo, pero en su declaración la víctima contó que se levantó al baño y entonces habría ocurrido el envenenamiento. Se desvaneció en la cafetería y cuando despertó no tenía su dinero ni las llaves de su casa.

El hombre fue trasladado al Hospital Álvarez y, a partir del aviso al 911, la Policía de la Ciudad se trasladó al domicilio de la víctima. Ahí encontraron a la viuda negra, que en el momento argumentó ser empleada doméstica. No le creyeron y terminó tras las rejas.

La fiscalía acusa a Panucci de “haber intentado apoderarse ilegítimamente y mediante violencia en las personas, de la suma de 155.550 pesos, 11 dólares y 5 euros”, pero como la capturaron todavía en el lugar y no culminó el robo el delito es analizado “en grado de tentativa”.

Si bien quedó detenida en ese momento, la liberaron por su edad. Esa decisión le permitió un último baile: el 20 de agosto pasado volvió a ejecutar un robo en Liniers, a una mujer de 78 años a quien visitó tras haberse visto circunstancialmente en el barrio.

“Hola, soy Martha, ¿no me convidaría un café?”, le dijo después de tocarle el timbre. Aunque no tenían un vínculo, la víctima confió y la dejó pasar. Ante el primer despiste le puso algo en su taza, según estableció la fiscal Russi.

“Comenzó a sentir mareos, dolor de cabeza y de estómago, momento en el cual la imputada la sujetó del brazo y la acompañó hacia la habitación del segundo piso, donde finalmente la empujó hacia la cama y perdió el conocimiento”, precisó el Ministerio Público Fiscal.

La denunciante se despertó al otro día y se encontró con faltantes: 100.000 pesos en efectivo, una cadena de oro de 18 kilates con un dije, una gargantilla con engarces de plata, cinco frascos de perfume, y hasta una horma de queso y otra de jamón.

Dos meses más tarde, la última asaltada volvió a cruzarse por el barrio a Gloria Aurora. Llamó a la Policía y la capturó personal de la Comisaría Vecinal 9B. Desde mediados de octubre permanece detenida.

La defensa de la viuda negra

Cuando la indagaron, la imputada se limitó a responder sobre el segundo hecho. “Yo no le di ninguna pastilla, lo que sí recuerdo es que él tomó una pastilla para la descompostura cuando tomamos el café y me había dicho que iba a tomar viagra. Niego terminantemente el hecho que se me imputa”, declaró.

Para la fiscal, en cambio, esto “no encuentran respaldo en ninguna de las pruebas recolectadas durante la investigación”. Además, resaltó en su requerimiento que las cámaras de seguridad que se recolectaron del primer hecho “ilustran con absoluta claridad el momento en que la imputada le agrega una sustancia al café de la víctima”.

Sumado a esto, en el allanamiento que le hicieron en su casa de Floresta encontraron 143.000 pesos, dos cajas de medicamentos “Alplax”, un envase con la inscripción “Redoxon”, una bolsa transparente con polvo blanco, 80 recetas médicas, una tablet y varios celulares.

“Los contundentes elementos de prueba reunidos en autos, permiten tener por acreditados los hechos atribuidos a Gloria Aurora P. y desvirtuar el descargo oportunamente formulado, el cual constituye un vano intento por mejorar su comprometida situación procesal”, planteó la fiscal Russi.