El gobernador de Florida, Ron DeSantis, lanzó una dura advertencia para los alcaldes de las ciudades del estado que gobierna, tras algunos comentarios de mandatarios locales que anticiparon que no colaborarán con los planes de deportación masiva de inmigrantes anunciados por el presidente electo Donald Trump.

“Florida no es un estado santuario y durante mi primer año como gobernador prohibimos las ciudades santuario”, escribió DeSantis en su cuenta oficial de X (antes Twitter), donde agregó: “Los funcionarios locales no tienen autoridad para obstruir la aplicación de las leyes de inmigración a nivel federal y cualquiera que intente tal obstrucción en Florida deberá rendir cuentas”.

La publicación de Ron DeSantis con la advertencia a los alcaldes

La advertencia del mandatario estatal llega luego del comentario de Mike Johnston, alcalde de Denver, Colorado, que, según compartió el republicano, amenazó con desplegar policías y 50.000 residentes para detener las deportaciones masivas de Trump.

El comentario del alcalde que desató la dura advertencia de DeSantis

Frente a las posibles deportaciones masivas impulsadas por la futura administración federal, Johnston expresó su compromiso con la protección de los inmigrantes en su ciudad. “En lugar de tener a la policía estacionada en el límite del condado para mantenerlos [a los inmigrantes] afuera, habría 50.000 habitantes de Denver allí”, dijo Johnston. “Es como el momento de la Plaza Tiananmen con la rosa y la pistola, ¿cierto?”, expresó en una entrevista con Denverite.

Mike Johnston, alcalde del condado de Denver, Florida

Estos comentarios propiciaron la advertencia que lanzó el gobernador DeSantis, que aseguró que “Florida no es un estado santuario” y que allí están “prohibidas” las ciudades santuarios, por lo que —según anticipó el republicano— quienes intenten obstruir estas normativas deberán “rendir cuentas”, aunque no aclaró de qué tipo de consecuencias se trataría.

Qué es una ciudad santuario para inmigrantes

Los comentarios del alcalde de Denver y la reacción de DeSantis se dan en el marco de una decidida avanzada de gobiernos locales demócratas para promover políticas “santuario” en sus estados y ciudades, con el objetivo de proteger a los inmigrantes de la anunciada “deportación masiva”, tal como hizo recientemente Los Ángeles, que tras la aprobación de su Concejo Municipal, se convirtió en una de las denominadas “ciudades santuarios”.

Los Ángeles se convirtió en una ciudad santuario (Foto AP/Damian Dovarganes)

Estos lugares establecen políticas que limitan su cooperación con las autoridades de inmigración federales. Esto significa que si una persona indocumentada es detenida por la policía local, las autoridades no comunicarán su estatus migratorio a ICE a menos que el sospechoso haya cometido un delito grave.

Estas políticas se diseñaron con el objetivo de proteger a los inmigrantes de bajo riesgo de la deportación y promover la confianza entre las comunidades migrantes y las fuerzas de seguridad locales, según explicaron desde la organización Inmigration Help.