La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado este martes una huelga de los trabajadores de Iryo, la compañía de servicios de alta velocidad de la operadora ILSA. Tendrá una duración de diez días, cuatro ubicados en el puente de diciembre, tres en Navidad y otros tres en Año Nuevo, por lo que afectará a los servicios prestados en las fechas más señaladas de las próximas vacaciones.
El anuncio de la CGT ha venido motivado por la falta de un acuerdo en la negociación que han mantenido con la empresa en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). CGT planteó en este encuentro la necesidad de que la empresa abonara la nocturnidad a la plantilla, así como las dietas a la tripulación de los trenes, algo que lleva dos años sin hacer. La compañía, según el sindicato, no ha hecho más que “alargar el proceso”, una actitud que parece no haber cambiado con tal de “continuar ahorrándose parte de las retribuciones”.
Ante esta falta de soluciones, la convocatoria de la huelga seguirá adelante, con jornadas los días 5, 6, 8, 9, 23, 24, 25, 30, 31 de diciembre de 2024 y el 1 de enero de 2025. A pesar de eso, la CGT ha informado de que no dejará de acudir a las reuniones de la comisión negociadora que se han convocado para los días 13 y 20 de diciembre para defender la dieta diaria de 14,50 euros para los asistentes, así como los 8 euros por hora nocturna.
Dos años con turbulencias
El comunicado de la CGT llega la misma semana en la que la compañía de trenes de alta velocidad cumple dos años operando en España, después de que en 2019 se liberalizara el sector ferroviario. Desde su entrada en nuestro país, Iryo ha transportado a más de 13 millones de personas y ha conectado once destinos entre sí: Madrid, Zaragoza, Barcelona, Tarragona, CUenca, Valencia, Alicante, Albacete, Córdoba, Sevilla y Málalga.
La empresa ha contado para ello con más de 600 trabajadores, que precisamente en estos dos años han reclamado tanto la nocturnidad como las dietas para la tripulación, cuya falta ha hecho que la CGT calificara de “indignante” el trato que Iryo daba a varios de sus empleados.“Una retribución mínima con unas exigencias por parte de la dirección de Iryo máximas, como son estar en disposición para trabajar de lunes a domingos, fines de semanas y fiestas incluidos, a turnos y saliendo fuera de la residencia de forma continua”.
En junio de este mismo año, este mismo sindicato anunciaba dos días de huelga tanto el día 28 de ese mismo mes como el 5 de julio, en plena operación salida de verano, a no ser que se constituyera la comisión negociadora del primer convenio colectivo. Finalmente, la operadora accedió a ello, pero es el fracaso de estas negociaciones lo que ha desembocado en, primero, apelar al SIMA, y días después en anunciar la nueva huelga.