Nicolás Varrone cumplirá 24 años el próximo 6 de diciembre y es uno de los pilotos argentinos con mayor proyección internacional en las últimas temporadas. Oriundo de Ingeniero Maschwitz, emigró a Europa detrás del sueño llamado Fórmula 1. Si bien ganó en la Fórmula 3 Británica, la falta de presupuesto lo llevó a hacer su camino en el mundo de las carreras de larga duración y encontró su lugar al punto de ser campeón mundial en la clase LMP3 y ganar las 24 Horas de Le Mans el año pasado. Esas consagraciones fueron como piloto oficial de Cadillac y el anuncio de la llegada de la marca estadounidense a la Máxima encendió la ilusión.
El bonaerense se hizo eco de esa noticia ya que, más allá de triunfar en el mundo de las competencias de largo aliento, siempre dejó en claro que no bajaba los brazos por llegar a la F1 y también sonó como una alternativa en la IndyCar. Fue entonces cuando, motivado por las reacciones de los fanáticos en las redes sociales, en su cuenta de X, Nico escribió: “Dios, ¿tú me escuchas?”, con una foto de una largada de la F1 en China.
De inmediato, los internautas recogieron el guante y comenzaron a postear usando dos hashtags: #NicoVarroneToF12026 y #NicoVarroneACadillacF1. Varrone sigue ligado a Cadillac y corrió con la marca en las dos primeras fechas de este año en la clase GT Daytona Pro de la IMSA (International Motor Sport Association), en los Estados Unidos, a bordo de un Chevrolet Corvette, un modelo que le trae buenos recuerdos, ya que con un auto igual venció en las 24 Horas de Le Mans y fue campeón mundial en 2023, junto al neerlandés Nicky Catsburg y el estadounidense Ben Keating.
Esos logros fueron una retribución a Cadillac, cuyo principal objetivo en la temporada pasada era imponerse en Le Mans y, con Varrone, pudieron conseguirlo. Pero el argentino es el joven con proyección entre sus dos compañeros y logró catapultarse como uno de los talentos a tener en cuenta en la élite del ambiente internacional. Lo que llamó la atención es su rápida adaptación a los autos al punto de recurrir a una insólita anécdota para poder demostrar de qué estaba hecho en una prueba sobre una Ferrari.
La temporada 2023 será recordada por siempre por Varrone ya que ganó otros dos clásicos de larga duración. En Norteamérica, primero se impuso en las 24 Horas de Daytona en la apertura de la temporada de IMSA. Luego, venció en las Mil Millas de Sebring en el Mundial, el 17 de marzo. Ese arranque prometedor fue el preámbulo de un año inolvidable que terminó con la prueba sobre un Cadillac de la clase Hypercar, la máxima divisional del Campeonato Mundial de Endurance (WEC).
Este año Nico entró en el radar de los equipos oficiales del WEC. Mientras tanto, también se abrieron las puertas en la IndyCar y tres escuderías se interesaron en él. Se buscó el presupuesto pertinente, pero por ahora no hubo novedades.
En el presente ejercicio, en la IMSA también compitió en la LMP2 con un Oreca de la escuadra Dragon Speed. Además, corrió en el Campeonato Europeo de Le Mans Series, en la clase LMGT3, con una Ferrari F163 del equipo AF Corse, quien suele representar a la Scuderia de Maranello.
Más allá de sus buenos resultados, lo más importante para Varrone es que logró convertirse en profesional en Europa. Vinculado a Cadillac, ¿quién le quita el sueño de poder tener un chance? Rápido como lo es arriba del auto, de alguna forma ya se postuló y el tiempo dirá si puede llegar a correr en la F1. Con una eventual continuidad de Franco Colapinto, tener dos argentinos en la Máxima en 2026 la ilusión acelera a toda velocidad.