Se acerca el final el año 2024, y con él iniciarán las concertaciones entre Gobierno nacional, empresarios y sindicatos para definir el monto del salario mínimo que regirá en el país para el 2025.
Aunque las partes han venido presentando algunas propuestas frente a las ganancias que tendrían los trabajadores en el próximo año, se conoció una propuesta proveniente de un funcionario del Gobierno de Gustavo Petro, que pondría a pensar a los delegados del ejecutivo en las mesas de concertación.
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Se trata de Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social, quien lanzó la cifra con la que, según el exsenador, debería regirse el salario mínimo para los colombianos en 2025.
“Yo creo que por ahí 6.5 por ciento”, expresó Bolívar en diálogo con la periodista María Isabel Rueda, de El Tiempo, lo que significaría que el aumento propuesto por el director del DPS rondaría los 84.500 pesos, que correspondería en total 1.384.500 pesos, respectivamente.
Para el ejecutivo, la propuesta de Gustavo Bolívar no sería descabellada, ya que a mediados del mes de noviembre el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró en rueda de prensa que el Gobierno plantearía un aumento del salario en 6 puntos porcentuales.
“Es probable que la inflación del mes de noviembre termine en 5,2%, esto más el punto de productividad, significaría que si se sigue la tradición colombiana estaría en 6,2%. Por más que haya algún ajuste, nunca podrá estar en doble dígito”, explicó el jefe de cartera de Hacienda, durante el Congreso de Asofiduciarias desarrollado el 12 de noviembre de 2024.
Incluso, el alto funcionario recordó que es un indicador que va de la mano con el informe de política monetaria del Banco de la República, publicado en inicios del mes de noviembre, cuyo pronóstico fue del 6,5 por ciento, respectivamente.
De hecho, el gerente de la banca, Leonardo Villar, manifestó su expectativa frente a lo que será el monto salarial para los colombianos en 2025, al considerar que el país enfrenta un escenario económico distinto al de años anteriores, teniendo en cuenta que la inflación para este año, según el Banco de la República, cerrará en un 5 por ciento.
El gerente alertó que un aumento significativo en el salario mínimo podría desestabilizar la meta inflacionaria, pese a que incrementos moderados, ajustados a la realidad económica, podrían mejorar las condiciones sociales sin comprometer la estabilidad macroeconómica.
“Es crucial garantizar un equilibrio entre un aumento nominal razonable, que beneficie a los trabajadores, y la estabilidad económica. Una estrategia desproporcionada podría comprometer el objetivo de inflación, con consecuencias negativas para la economía en general”, declaró el ejecutivo.
Por el momento, la mesa de concertación tendrá su primer encuentro el 3 de diciembre, donde se instalará la Subcomisión de Productividad, y posteriormente, al día siguiente, se instalará la mesa de concertación con todas las partes involucradas.
Así será la mesa de concertación para el salario mínimo
Tras la presentación e instalación de la mesa de concertaciones, la siguiente fecha a tener en cuenta es el 9 de diciembre, donde se conocerán las presentaciones macroeconómicas, así como la proyección de la inflación para el próximo año, que serán presentadas por el Dane.
Luego, será el 11 de diciembre donde se comenzarán a conocer las propuestas de los gremios económicos, la representación sindical y la delegación del Ejecutivo sobre la cifra que tendría el salario mínimo en Colombia para el año 2025.
De acuerdo con lo establecido en la ley 278, el plazo máximo para alcanzar un acuerdo es el 15 de diciembre. En caso de que no se logre un acuerdo, el Gobierno deberá fijar el alza del salario mínimo por vía decreto, cuyo plazo será el 30 de diciembre, respectivamente.
No obstante, la ministra el Trabajo, Gloria Inés Ramírez, aseguró que tiene toda la confianza necesaria para que el diálogo sea fluido y pacífico, y espera que se logre un acuerdo antes de la fecha límite.
“Estamos en un contexto nacional de reactivación económica, con un crecimiento del PIB del 2%; el empleo aumentó en 107.000 trabajadores/as; una reducción del desempleo hasta alcanzar un 9,1%, la tasa más baja desde 2015; una reducción leve de la informalidad a nivel urbano y rural”