Los residentes se reúnen ante una persona que, según afirman, fue asesinada en un ataque perpetrado por miembros de una pandilla, en el barrio de Pétion-Ville de Puerto Príncipe, Haití, el martes 19 de noviembre de 2024. (Foto AP/Odelyn Joseph)

La cifra de menores reclutados por bandas armadas en Haití aumentó un 70% en el último año, representando casi la mitad de los integrantes de estas pandillas en un país devastado por la violencia, advirtió Unicef este domingo.

Este incremento sin precedentes, registrado entre los segundos trimestres de 2023 y 2024, refleja un agravamiento crítico de la crisis de protección infantil”, señaló la agencia de la ONU en un comunicado.

Unicef destacó que “actualmente, cerca de la mitad de los miembros de los grupos armados son niños”.

La organización atribuye este fenómeno a la escalada de violencia, la pobreza extrema, la falta de acceso a la educación y el colapso casi total de los servicios esenciales.

Los cadáveres de presuntos pandilleros yacen bajo neumáticos en llamas después de que un intento de ataque nocturno por parte de pandillas en el afluente suburbio de Petion-Ville provocó una violenta respuesta civil, en Puerto Príncipe, Haití, el 19 de noviembre de 2024. REUTERS/Ralph Tedy Erol

Los niños de Haití son presa de un círculo vicioso: son reclutados por los mismos grupos armados que alimentan su desespero, y su número no para de crecer”, declaró la directora general de Unicef, Catherine Russell, citada en el comunicado.

“Esta tendencia inaceptable debe invertirse garantizando que la seguridad y el bienestar de los menores sean prioridad para todos los actores”, agregó la entidad.

Desde fines de febrero, Haití, país ya sumido en años de crisis, enfrenta un aumento de ataques de pandillas acusados de homicidios, secuestros y violencia sexual a gran escala.

Estas pandillas, que controlan aproximadamente un 80% de la capital Puerto Príncipe, la emprenden regularmente contra los civiles pese a que este año se desplegó una fuerza de apoyo a la seguridad liderada por Kenia y que cuenta con el apoyo de la ONU.

Un niño desplazado por la violencia de las guerras entre pandillas simula alimentar la cabeza de una muñeca rota en la Escuela Nacional Bellegarde de Argentina, que fue transformada en un refugio donde la gente vive en malas condiciones, en Puerto Príncipe, Haití, el 6 de mayo de 2024. REUTERS/Ricardo Arduengo

Jimmy Chérisier, ex policía convertido en pandillero apodado “Barbecue”, formó este año una coalición de estos grupos armados para obligar el retiro del impopular primer ministro Ariel Henry, que renunció en abril.

Tras semanas de lucha por el control del gobierno, su sucesor Garry Conille acaba de ser destituido por el consejo presidencial de transición, que en su lugar nombró a Alix Didier Fils-Aimé.

Las pandillas usan la violencia sexual

Si bien los combates entre grupos criminales en Haití disminuyeron durante 2024, los ataques contra civiles han aumentado, incluido un uso ampliado de “horribles abusos sexuales”, según un nuevo informe de Human Rights Watch.

“Los grupos criminales a menudo han utilizado la violencia sexual para infundir miedo en territorios rivales”, afirma el grupo con sede en Nueva York.

Nadine Thelasma besa a uno de sus bebés gemelos en un campamento de desplazados después de huir con sus hijos de la violencia en Puerto Príncipe, Haití, el 23 de noviembre de 2024 REUTERS/Ralph Tedy Erol

“El estado de derecho en Haití está tan quebrado que miembros de grupos criminales violan a niñas o mujeres sin temer consecuencias”, según la investigadora de HRW Nathalye Cotrino.

HRW afirmó que realizó decenas de entrevistas en persona y a distancia con sobrevivientes de abuso sexual en la empobrecida nación caribeña, así como con funcionarios y trabajadores humanitarios y de derechos humanos.

Señaló que de enero a octubre de este año, “casi 4.000 niñas y mujeres denunciaron violencia sexual, incluida violación en grupo”.

Y citó una investigación de la ONU que muestra que los casos que involucran a niños aumentaron un 1.000 por ciento desde el período de 2023.

“A los bandidos no les importa la edad de las víctimas”, dijo un trabajador humanitario. “Las violan porque tienen el poder. A veces lo hacen durante días o semanas”, dejando a algunas supervivientes embarazadas (en un país que prohíbe el aborto) o heridas sin acceso a atención médica.

(Con información de AFP)