El rover Curiosity de la NASA realizó un descubrimiento sin precedentes en el planeta rojo: cristales amarillos de azufre puro en una región conocida como el canal Gediz Vallis, situada en el Monte Sharp, dentro del cráter Gale. Este hallazgo ocurrió de manera fortuita en mayo de este año, cuando el rover, de 899 kilogramos de peso, pasó sobre una roca y la aplastó accidentalmente, revelando en su interior brillantes cristales amarillos, una forma pura de azufre elemental que nunca antes se había detectado en Marte.
El descubrimiento, descrito por Ashwin Vasavada, científico del proyecto Curiosity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, como “el más extraño y sorprendente” de la misión, ha desatado una ola de preguntas sobre la historia geológica de Marte. “Encontrar un campo de piedras hechas de azufre puro es como hallar un oasis en el desierto”, afirmó Vasavada. “No debería estar ahí, así que ahora debemos explicar por qué”.
El azufre elemental, aunque esencial para la vida en la Tierra, es extremadamente raro en su forma pura y requiere condiciones geológicas específicas para formarse. Mientras que los sulfatos, compuestos de azufre que se combinan con otros minerales en presencia de agua, son comunes en Marte, la aparición de azufre elemental en la región del Gediz Vallis plantea un enigma.
Estas formaciones suelen estar relacionadas con procesos como actividad volcánica o la presencia de fuentes termales, pero estas condiciones no se habían identificado previamente en esta zona del planeta rojo, según un informe de CNN.
La roca que reveló el azufre elemental se encontraba entre un campo de piedras blancas de tamaño manual, visibles a lo largo del canal. La textura de las rocas, según los investigadores, había sido erosionada por la intemperie marciana, ocultando sus características internas hasta que el rover las rompió accidentalmente.
Briony Horgan, científica del equipo del rover Perseverance y profesora de ciencias planetarias en la Universidad Purdue, calificó el descubrimiento como un “gran misterio”. “En la Tierra, encontramos azufre elemental principalmente en lugares como ventilas hidrotermales, similares a las de Yellowstone. Es desconcertante pensar cómo se formaron estas rocas en Marte”.
Exploración del canal Gediz Vallis
El canal Gediz Vallis, situado en la base del Monte Sharp, es un área de particular interés geológico, ya que representa una huella de antiguos flujos de agua y escombros que moldearon el paisaje hace más de 3.000 millones de años. Desde marzo, Curiosity ha estado explorando esta región rica en sedimentos y capas rocosas que reflejan diferentes periodos climáticos en la historia de Marte, desde épocas húmedas hasta su transición hacia un entorno más seco y árido.
El equipo científico sospecha que el canal se formó debido a una combinación de inundaciones masivas y deslizamientos de tierra. En su ascenso por el Monte Sharp, Curiosity ha documentado evidencia de rocas redondeadas, probablemente transportadas por agua, junto con otras más angulares, que sugieren el impacto de avalanchas secas. Las reacciones químicas posteriores habrían impregnado las rocas con estructuras únicas visibles en la superficie.
El descubrimiento del azufre elemental no fue un evento aislado. En junio, el equipo recolectó polvo de una roca cercana apodada “Mammoth Lakes” para analizar su composición química. Según Vasavada, esta muestra reveló una variedad mineral más amplia de lo que se había encontrado previamente durante la misión. “El chiste entre el equipo es que esta roca parece contener casi todos los minerales que hemos visto en la misión, todos juntos”, comentó.
El impacto científico del azufre elemental
El azufre es un elemento clave para la vida en la Tierra, utilizado por organismos vivos para producir aminoácidos esenciales. Aunque el hallazgo no sugiere directamente la existencia de vida en Marte, sí podría proporcionar pistas importantes sobre los procesos geológicos que alguna vez hicieron al planeta habitable.
El descubrimiento se compara con un hallazgo anterior del rover Spirit de la NASA, que en 2007, al arrastrar accidentalmente una de sus ruedas dañadas, expuso suelo rico en sílice, un indicio de la posible existencia pasada de fuentes termales. Vasavada subrayó que esa experiencia inspiró al equipo de Curiosity a observar cuidadosamente las huellas del rover para posibles revelaciones inesperadas.
Desde su aterrizaje en Marte el 5 de agosto de 2012, Curiosity ha ascendido 800 metros por la base del Monte Sharp, investigando las capas sedimentarias que documentan la transición del planeta de un entorno húmedo a uno seco. En el canal Gediz Vallis, el rover ha utilizado sus instrumentos para analizar las características químicas y físicas del terreno, pero no ha podido perforar las rocas de azufre debido a su fragilidad.
A pesar de estas limitaciones, el equipo científico espera que el análisis de las muestras recolectadas ayude a modelar la evolución geológica del planeta. Este trabajo podría arrojar luz sobre los mecanismos que permitieron la formación de azufre elemental y otros minerales asociados.
La misión Curiosity, diseñada para investigar si Marte pudo haber albergado condiciones habitables en el pasado, continúa sorprendiendo a los científicos. Los hallazgos en el Gediz Vallis se suman a una serie de descubrimientos clave, como la identificación de antiguos lagos, depósitos de sulfatos y moléculas orgánicas en el cráter Gale.
Mientras el rover sigue avanzando por el canal, los científicos permanecen atentos a nuevas sorpresas en este terreno rico en historia marciana. Vasavada concluyó: “Ver con nuestros propios ojos la complejidad del Gediz Vallis, tras años de observarlo desde órbita, es una experiencia increíble. Estamos explorando un capítulo único de la historia de Marte”.