El candidato por el Frente Amplio, Yamandú Orsi, y el candidato por la Coalición Republicana, Álvaro Delgado, definen este domingo 24 de noviembre el balotaje para conocer quién será el próximo presidente de Uruguay y reemplazará a Luis Lacalle Pou al frente del Ejecutivo. Las encuestadoras uruguayas, que anticipan tradicionalmente los resultados antes de que se conozcan oficialmente, proyectaban un triunfo de Orsi por sobre Delgado por unos cuatro puntos porcentuales.
Las encuestadoras que difundieron las proyecciones fueron: Cifra (Orsi, 49,5% / Delgado 45,9%); Equipos (Orsi, 49% / Delgado 46,4%) y Opción (Orsi, 48,7% / Delgado 46,7%). El conteo oficial seguirá aunque la tradición electoral uruguaya ya da por ganador al postulante opositor.
En los comicios de 27 de octubre pasado el candidato por el Frente Amplio alcanzó el 43.93% de los votos, y el aspirante oficialista del Partido Nacional el 26.79%, a lo que habría que sumarle los números de sus aliados, como el Partido Colorado. En total, esa agrupación estimó que sumaría un 47 por ciento de acuerdo a sus proyecciones.
Uruguay celebró este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales para las que 2,7 millones de personas estuvieron llamadas a las urnas para elegir a su próximo jefe de Estado entre el oficialista Álvaro Delgado (Partido Nacional) y el opositor Yamandú Orsi (Frente Amplio).
Las últimas encuestas expusieron gran paridad entre ambos políticos, con una leve ventaja de la izquierda, aunque con una distancia dentro del margen de error de las consultoras.
La jornada de votación se desarrolló entre las 08:00 y las 19:30 hora local. Dada la alta incertidumbre, no se prevé que haya datos disponibles antes de las 21:30.
Tras emitir su voto este domingo, Delgado aseguró que quiere ser “el presidente de todos los uruguayos” sin importar si lo votaron o no. Asimismo, adelantó que convocaría a Orsi para integrar su gobierno si resulta electo. “El camino que uno elige para ganar es el camino que te legitima a gobernar para todos. Yo a partir de mañana quiero ser presidente de todos los uruguayos. Los que me votaron hoy y los que no me votaron”, dijo a la prensa.
“Yo voy a ir a la búsqueda de acuerdos. Voy a ir con el cambio de chip y voy a ofrecer ese cambio de chip. Me gustaría convocar a Orsi, en el día de mañana, si salgo electo presidente. Es un gesto republicano”, señaló. “Hay temas en los que nos tenemos que poner de acuerdo y buscar las luces largas. Yo cambio el chip y toda la coalición. Espero que el Frente Amplio cambie el chip”, sostuvo. Pero, en caso que esto no suceda, el país “no se va trancar”.
Orsi, por su parte, destacó que todos los partidos coinciden en la necesidad de que haya acuerdos. “La esencia de la política son los acuerdos. Nunca terminas conforme del todo. Mi línea argumental es la que he tenido desde hace años. No me gusta hablarle a los segmentos. Tenés que decir lo que pensás y sentís. Acomodar el cuerpo a necesidades electorales a la larga es una trampa”, declaró.
En las elecciones de octubre, Orsi no integró ninguna lista al Senado. Por lo tanto, si pierde la elección no estará en el Parlamento. “Yo desde el principio dije que voy para presidente del Uruguay. Solo para eso. Sin pensar en otros planes. Voy a ser militante toda la vida”, comentó.
La elección del presidente será clave para los próximos años de la política uruguaya, ya que definirá el clima en que uno u otro partido podrá gobernar, puesto que 16 de los 30 escaños del Senado quedaron en manos del Frente Amplio, mientras que 49 de las 99 bancas de la Cámara de Diputados son de la coalición gobernante.