El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha vuelto a disculparse este jueves por el comportamiento de su mujer, Kim Keon Hee, que ya se vio anteriormente envuelta en una polémica por haber aceptado un bolso valorado en unos 2.000 euros a pesar de las prohibiciones existentes.

Yoon ha hecho además una reverencia en señal de disculpa durante un discurso televisado con motivo del inicio de la segunda mitad de su mandato. Así, ha proporcionado un esbozo de sus futuros proyectos políticos y ha recalcado que «el papel del presidente no es poner excusas».

«Todo esto se debe a mis propios defectos y falta de virtud», ha aseverado Yoon, que ha insistido en que se trata de una «disculpa sincera». En este sentido, ha reconocido que a pesar de trabajar «incansablemente» a favor del pueblo durante los últimos dos años y medio, se han producido «deficiencias».

«Las iniciativas que puse en marcha por el bienestar del pueblo y el futuro de Corea del Sur pueden haber causado malestar, y las cuestiones que rodean a mis allegados también han provocado inquietud en la opinión pública», ha aseverado en relación a la primera dama que, según ha señalado, «podría haberse comportado con más cautela». «El hecho de que haya causado preocupación en la opinión pública es un error incuestionable», ha añadido.

Su mujer ha estado en el centro de otras cuestiones, como la supuesta manipulación de acciones y la presunta implicación en asuntos relacionados con el Gobierno surcoreano, según informaciones de la agencia de noticias Yonhap.

No obstante, Yoon ha dispuesto la creación de una oficina dedicada a gestionar y apoyar el trabajo de la primera dama, que se «abstendrá de participar en actividades públicas a menos que sea necesaria su presencia de acuerdo con el protocolo y los intereses nacionales».