La ira de un médico se convirtió en violencia este sábado cuando notó que no podía salir del estacionamiento del Hospital Misericordia, en la ciudad de Córdoba, porque otro vehículo le bloqueaba el paso. El hombre, desesperado por irse a primera hora de la mañana tras su jornada laboral, destruyó a piedrazos el vehículo de una enfermera que le imposibilitaba salir. La víctima vio el ataque e intentó dialogar con el agresor, aunque sin éxito: se negó a pasarle sus datos personales.
El violento hecho ocurrió pasadas las 6 de la mañana. El médico terminó de trabajar y, exhausto, se dirigió hacia su auto. Al llegar, notó que no podía retirarse. Indignado, tomó una piedra grande que encontró en el piso de las inmediaciones, y destruyó el auto que le bloqueaba el paso, reportaron los medios locales Cadena 3 y El Doce TV. Rompió los vidrios de las dos puertas delanteras, y dejó la piedra en el piso del asiento del acompañante.
El médico movió el auto a un costado, pero cuando iba a retirarse, apareció la dueña del vehículo destruido, quien resultó ser una enfermera que también trabajaba en el hospital. Ahí, se trenzaron en una tensa conversación, donde él admitió que fue quien destruyó el auto, pero la responsabilizó por haber dejado el vehículo en un lugar erróneo y se negó a pasarle sus datos personales.
Ladrón escurridizo. Robó un auto, la policía le cortó el paso y se subió al techo de otro vehículo para escapar
La enfermera dialogó con El Doce TV y explicó que su auto se encontraba allí debido a la inseguridad de la zona: “Tenemos un estacionamiento chiquito. Que no tiene luces ni nada. Antes teníamos uno bien y lo inhabilitaron. Yo llegué con mi auto y lo estacioné adentro porque no tengo forma de dejarlo afuera. Es una zona muy roja y sabemos que roban siempre. Tampoco puedo ir en colectivo porque trabajo de noche”.
La mujer agregó que, al dejar el auto, le pidió al personal del estacionamiento que le avisara si era necesario moverlo para no molestar a otros conductores. “A las 6.30 estaba cerrando la guardia y veo que me mandaron un mensaje a las 6.18 para moverlo. Ahí mi supervisora me dice que el médico amenazaba con romper mi auto”, relató, y agregó: “Le pedí los datos para el seguro. Me dijo que no, me insultó y dijo que era culpa mía. Le gritó a otras dos mujeres y se fue casi chocando a una compañera”.
Por ahora, la situación permanece igual: la mujer, con su auto destrozado, y sin los datos correspondientes para hacer el reclamo al seguro del atacante. Este problema, además, parece englobarse en una cuestión sindical todavía mayor. Es que el delegado gremial de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) dialogó con ambos medios y aseguró que el problema inicial radica en modificaciones que se realizaron en relación con los estacionamientos a los que pueden acceder los trabajadores.
“La culpa la tiene la misma dirección del hospital, que nos sacó de un estacionamiento que teníamos con resguardo de guardia y luz para dejar los coches. Sabemos que esa zona es muy peligrosa, tenemos muchos asaltos en la noche”, detalló, y condenó la reacción del médico: “En vez de estar cuidándonos entre nosotros, el agresor tomó acciones totalmente fuera de lugar”.