Cuando los Murphy se mudaron a su nuevo hogar en Lancashire, Inglaterra, nunca imaginaron que las paredes de la casa escondían un mensaje del pasado. La intención inicial era sencilla: renovar y darle un estilo propio a su nuevo espacio. Pero, al retirar el viejo papel tapiz del dormitorio de su hija, descubrieron algo extraordinario: un mensaje escrito hace 50 años que parecía estar destinado a cruzar las barreras del tiempo y llegar directamente a ellos.

Aunque al principio todos los integrantes de la familia se sintieron perturbados por lo que estaba escrito en la pared con tinta negra, pronto quisieron saber su significado. Karl Murphy, el padre, relató el hallazgo durante una entrevista: “Mi hija fue la primera en verlo. Estábamos trabajando en su dormitorio, quitando la primera capa de papel tapiz, cuando lo encontramos. Nos detuvimos y tratamos de descifrarlo. Tomé una foto porque me pareció muy peculiar”.

El mensaje decía: “Yo estoy aquí, tú estás allí, separado solo por el tiempo. ¿Cómo será el futuro? ¿O soy el pasado? La única respuesta a eso: tú eres mi futuro, yo soy tu pasado. Te deseo un buen día, 1975. Eileen Walsmsley”.

Este fue el mensaje que encontró la familia en la habitación de su hija

Intrigados, los Murphy decidieron investigar sobre la autora del mensaje. Un rápido vistazo al historial de la propiedad les indicó que el apellido coincidía con el del antiguo dueño de la casa. Karl llevó la búsqueda a las redes sociales, dado que publicó un mensaje en Facebook para intentar localizar a Eileen. La historia de esta familia rápidamente se viralizó y lograron contactar a la mujer que había escrito esto cuando era tan solo una niña.

El contacto se dio a través de un conocido de Eileen, quien reconoció que la propiedad que mostraba la familia en Internet era la misma en la que había vivido su amiga hace más de 50 años. Al poco tiempo, la mujer de 66 años logró contactarse vía llamada telefónica con la familia para contarles por qué había decidido escribir esas palabras en su adolescencia.

“Me emocionó saber que lo habían encontrado. Apenas recordaba haberlo escrito. Era una adolescente, y sabía que iban a redecorar mi habitación. Pensé que era una oportunidad única para dejar algo especial. En ese momento, estaba fascinada con la idea del tiempo y cómo todos estamos conectados, así que decidí escribir ese poema”, le explicó la mujer a un diario inglés.

Eileen con 32 años en la casa de sus padres

El reencuentro con su antigua casa, aunque fuera virtual, le trajo nostalgia y alegría a Eileen, quien elogió las renovaciones que los Murphy realizaron en el inmueble. “Me ha traído recuerdos felices. Ver lo que Karl y su familia han hecho con la casa es increíble. El trabajo que han hecho es precioso”, comentó la mujer, quien prometió algún día visitar personalmente el lugar para conocer a la familia que hoy habita allí.

Así, lo que comenzó como una simple tarea de remodelación se convirtió en una historia que cruzó cinco décadas y mostró que, a veces, el tiempo puede actuar como un puente entre los seres humanos, unir vidas, historias y emociones de maneras inesperadas.