Una madre de Florida, cuya identidad se desconoce, descubrió que su pequeña hija de 13 años recibía mensajes de índole sexual por parte de un joven de 18 años. Al ver esta situación, ante tal indignación y preocupación, la mujer decidió organizar una “operación encubierta” en un local de Popeye’s para confrontar al acosador.
Según The New York Post, la madre logró su cometido, pero la situación terminaría con un enfrentamiento armado entre el delincuente y la policía de Jacksonville. El sospechoso, que fue identificado como Cerry Rodrigues Banks, fue detenido luego de recibir tres impactos de bala por parte de un oficial, luego de resistirse al arresto y amenazar con dispararles.
Todo había comenzado cuando la madre descubrió en el teléfono de su hija el sexting, el intercambio de textos, fotos y videos de índole sexual.
Cómo fue el “operativo” en Florida
Al enterarse de esta situación, a la madre se le ocurrió inmediatamente tomar el teléfono de su hija y hacerse pasar por ella para concretar una reunión con el sospechoso alrededor de las 7 AM de un domingo. Cuando finalmente llega el día, Banks apareció en la cadena de comida rápida para concretar el encuentro con la menor de edad, sin embargo, en su lugar se encontraría con la madre preocupada, con su hija y con su hijo de 11 años.
Cuando la madre intentó increpar al delincuente de 18 años, este le mostró un arma que tenía escondida en su cinturón y le dijo: “Cuando escuches los disparos esta noche, sabrás lo que pasa”. Luego de la amenaza, la familia se retiró temerosa del lugar por lo que podía pasar y llamaron a la policía.
Alrededor de 30 minutos después de que la madre haya realizado el llamado, apareció un policía en Popeye´s y encontró a Banks dando vueltas por el lugar. El oficial, que había sido notificado que el individuo se encontraba armado, le ordenó al delincuente que se diera vuelta y mostrara sus manos, pero este no acató las órdenes y corrió hacia la parte trasera del restaurante para esconderse.
Disparos en la vía pública
El policía lo siguió y, en plena persecución, el delincuente trato de sacar la pistola de su cinturón para atacarlo. El oficial alcanzó a gritarle que se tirara al suelo, pero Banks se resistió y a este no quedo más remedio que dispararle en varias ocasiones. El sospechoso recibió varios impactos de bala: uno en la mano, otro en el torso y el otro en la pierna.
A pesar de los múltiples disparos que recibió, Banks se mantuvo en pie e ingreso a un negocio vecino para resguardarse, ya sin su arma. Y, a pesar de que el policía que lo estaba persiguiendo lo perdió de vista, el Departamento decidió desplegar a la unidad K-9 para buscar al agresor que finalmente se escondía en el drenaje.
Luego de ser capturado por las autoridades, el delincuente tuvo que recibir asistencia médica en el momento debido a los tres impactos de bala que recibió y ante la gravedad de las heridas tuvo que ser trasladado al hospital más cercano. Posteriormente, los detectives revisaron la escena del crimen y encontraron el arma que tenía Banks, pero pudieron visualizar que no parecía que su arma haya disparado.
En qué situación se encuentra el delincuente
Según First Coast News, Banks se encuentra detenido y acusado de agresión agravada con un arma letal, conducta lasciva y obscena contra una víctima menor de 16 años, uso ilegal de un dispositivo de comunicación y de usar la una computadora para seducir/atraer a un niño. Para salir en libertad, el imputado deberá abonar una fianza de US$700 mil.
TK Waters, el sheriff de Jacksonville, comentó que entendía la voluntad de la madre, pero recomendó que se avise a las autoridades para evitar riesgos. “Diría que en la mayoría de los casos, en situaciones como esa, llámenos y déjenos salir y lidiar con la situación, para que no se desarrolle de esta manera”, dijo.