María de Mora en una imagen de archivo (José Ramón Hernando / Europa Press)

María de Mora ha fallecido la noche de este jueves, 21 de noviembre, tras varios años luchando contra el cáncer, tal y como ha podido saber Infobae España. Hasta el final de sus días, la colaboradora de televisión estuvo aferrándose a la vida, pues “llevaba más 10 años con metástasis”.

“Tuvo su primer cáncer a los 35 años. Entonces le hicieron una mastectomía y le dieron dos años de vida. Desde entonces, ha estado desafiando la muerte”, cuentan a Infobae España fuentes cercanas a María de Mora. “Llevaba 10 años con metástasis y, a finales de agosto, tuvo una recaída”, continúan afirmando las mismas fuentes, dejando entrever que el estado de salud de la televisiva empeoró el pasado verano.

De acuerdo con la información a la que ha tenido acceso este medio, María de Mora “estuvo un mes ingresada en el hospital Anderson”, centro médico especializado en oncología, y “de ahí la llevaron al hospital para paliativos Santa Cristina”, donde “falleció anoche”. Familiares, amigos y allegados velarán sus restos este mismo viernes en la sala 14 del tanatorio La Paz, en Tres Cantos (Madrid).

María de Mora en una imagen de archivo (Europa Press)

Su trayectoria profesional

Aunque durante años fue conocida por sus diferentes apariciones en la pequeña pantalla, lo cierto es que su rostro se popularizó tras convertirse en la madame que organizaba cenas entre poderosos hombres y mujeres famosas por 20.000 euros.

Su salto a la fama en 2004 tras ser ‘víctima’ de una cámara oculta que pretendía sacar a la luz a famosas actrices y conductoras de televisión que, supuestamente, ejercían la prostitución y cuyos nombres se encontraban en un codiciado book que ella tenía en su poder. La existencia de este archivo era tal que, incluso, fue su mayor ‘carta de presentación’ en los medios de comunicación. Eso y el hecho de ser amiga y representada de Kiko Matamoros.

María de Mora en una imagen de archivo (Europa Press)

Numerosos programas de televisión quisieron contar con su presencia en plató para contar sus testimonios. Así, se convirtió en un rostro habitual en Antena 3 y Telecinco durante más de una década. Consciente de que tenía bajo su poder un arma de doble filo, siempre ha jugado a la ambigüedad para esquivar demandas o represalias ante importantes nombres propios, pero su argumento siempre ha sido el mismo: ser el puente entre las famosas y los poderosos. Y es que ella era el medio a través del cual ambas partes se ponían en contacto. Así, organizaba veladas por las que se pegaban grandes cantidades de dinero.