Los expertos en nutrición y en el mundo fitness saben que tan importante es la alimentación que tenemos antes del entrenamiento como lo que comemos después. Tras el ejercicio físico, nuestro cuerpo necesita recuperarse y reponer la energía gastada, por lo que obtenerla a través de ciertos nutrientes es la mejor opción. La nutricionista Laura Magaña es especialista en alimentación deportiva y ha elaborado una lista en la que recoge cuáles son los alimentos son ideales para después de entrenar, basándose en su perfil nutricional y sus beneficios para el organismo.
Yogur o leche
El yogur y la leche son excelentes fuentes de proteínas y hidratos de carbono, esenciales para la recuperación muscular y el reabastecimiento energético. Las proteínas ayudan a reparar las microlesiones en los músculos causadas por el ejercicio y las de alta calidad como la caseína y el suero están presentes en la leche animal y las de de soja o almendra. Asimismo, los hidratos de carbono proveen energía rápida que ayuda a restablecer los niveles de glucógeno muscular.
Un yogur griego con fruta o un vaso de leche con cereales integrales es una combinación excelente tras entrenar.
Fruta
Las frutas son una opción ideal después de entrenar debido a su contenido en hidratos de carbono simples, que son fácilmente digeribles y reponen rápidamente las reservas de energía del cuerpo. Los plátanos son altos en potasio, favorecen la recuperación muscular y previenen los calambres; las manzanas, naranjas o fresas aportan vitamina C, que combate el estrés oxidativo generado por el ejercicio; y la sandía o piña ayudan a rehidratar el organismo y reponer electrolitos.
Consumir frutas en batidos o combinadas con proteínas (por ejemplo, con yogur o frutos secos) potencia su efecto recuperador.
Pescados y carnes
Los pescados y las carnes son ricos en proteínas y en otros nutrientes esenciales como el colágeno, que es importante para el cuidado de las articulaciones y los tejidos conectivos.
- Salmón y merluza: son fuentes de ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir la inflamación muscular.
- Pollo y pavo: son carnes magras de fácil digestión, ideales para recuperar proteínas sin añadir grasas innecesarias.
- Ternera: ofrece hierro y zinc, minerales que favorecen la regeneración muscular y fortalecen el sistema inmunológico.
Se recomienda combinar estos alimentos con una fuente de carbohidratos, como arroz integral o quinoa, para optimizar la recuperación.
Huevos
Los huevos son una de las mejores fuentes de proteína completa, según la nutricionista, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales necesarios para la reparación y el crecimiento muscular. Un solo huevo aporta aproximadamente 6 gramos de proteína de alta calidad y su yema contiene grasas saludables y micronutrientes como vitamina D, fundamental para la función muscular.
Una tortilla con verduras o un huevo cocido acompañado de tostadas integrales es una opción equilibrada y práctica para consumir después del ejercicio.
Arroz, pasta integral o patatas
Los carbohidratos complejos presentes en la quinoa, el arroz integral y la pasta integral son fundamentales para reponer el glucógeno muscular gastado durante el entrenamiento.
- Quinoa: es rica en proteínas vegetales y contiene hierro, magnesio y fibra, lo que la hace ideal para quienes buscan una opción completa y nutritiva.
- Arroz integral y pasta integral: liberan energía de forma sostenida, ayudando a mantener los niveles de glucosa estables.
- Patata: además de ser rica en carbohidratos, aporta vitamina C y potasio.
Una combinación ideal sería un plato de arroz integral con pollo y verduras, o quinoa con salmón y espinacas.
Verduras y hortalizas
Las verduras y hortalizas son esenciales en la alimentación post-entrenamiento por su aporte de fibra, vitaminas y minerales, que contribuyen a la regeneración celular y al equilibrio electrolítico.
- Espinacas y brócoli: son ricas en antioxidantes como la vitamina C y E, que combaten el daño oxidativo.
- Zanahorias y calabaza: aportan betacarotenos, fundamentales para la salud de la piel y los tejidos.
- Tomates: ricos en licopeno, ayudan a reducir la inflamación muscular.
Una ensalada variada con proteína (pollo, atún, huevo) y una fuente de carbohidratos (quinoa o patata) es una excelente opción para después de entrenar.