Los talibán han felicitado este miércoles a Donald Trump por su victoria en las elecciones presidenciales en Estados Unidos y han pedido que adopte «pasos realistas» para «un nuevo capítulo» en las relaciones bilaterales entre Washington y Afganistán, gobernado por los fundamentalistas tras hacerse con el control del país en agosto de 2021.

El portavoz del Ministerio de Exteriores afgano, Abdulqahar Balji, ha indicado en un comunicado publicado a través de su cuenta en la red social X que Kabul «espera que la futura administración de Estados Unidos dé pasos realistas para lograr progresos tangibles en las relaciones entre los dos países».

Así, ha apostado por «abrir un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales a partir de una interacción mutua», después de que Washington y el resto de la comunidad internacional se hayan negado hasta ahora a reconocer las autoridades instauradas por el grupo tras la toma de Kabul en agosto de 2021.

En este sentido, los talibán han recordado que el histórico acuerdo de paz de Doha fue firmado durante el primer mandato de Trump y ha pedido al magnate que «juegue un papel constructivo» para «poner fin a la guerra» en Oriente Próximo, «especialmente en la Franja de Gaza y en Líbano».

El acuerdo de Doha, firmado el 29 de febrero de 2020, supuso el principio del fin de casi 20 años de una guerra iniciada con la invasión desatada en 2001 tras los ataques perpetrados el 11 de septiembre de ese año contra Estados Unidos, cuya autoría fue reclamada por la organización terrorista Al Qaeda.

El citado pacto fue firmado en Qatar por representantes de Estados Unidos y los talibán tras un proceso en el que no participaron las autoridades reconocidas internacionalmente, que criticaron haber quedado excluidas, si bien Washington defendió que el objetivo era allanar el camino para unos contactos directos entre ambas partes.

Sin embargo, los talibán lanzaron una serie de ofensivas en el país centroasiático ante las debilitadas autoridades centrales, que sufrieron derrotas sobre el terreno ante el repliegue de las tropas internacionales y que colapsaron además ante el avance de los fundamentalistas hacia Kabul, que llevó finalmente al entonces presidente, Ashraf Ghani, a huir del país cuando el grupo cercaba la capital.