Como cada año, el 19 de noviembre Mónaco se vistió de fiesta para celebrar su Día Nacional, que arrancó con una misa de agradecimiento en la catedral de Nuestra Señora, siguió con una entrega de insignias y medallas, un desfile militar en la calle y concluyó con el esperado saludo de los Grimaldi a pleno en el balcón.
Además de Sus Altezas SerenísimasAlberto y Charlene, también estuvieron las princesas Carolina y Estefanía (grandes pilares del monarca monegasco), Pierre Casiraghi y su mujer, Beatrice Borromeo; Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo; Charlotte Casiraghi, Alexandra de Hannover; Louis y Pauline Ducruet y Camille Gottlieb (estos tres últimos, hijos de Estefanía).
Sin dudas, las mujeres de la familia volvieron a dar cátedra de estilo con sus looks, y Charlene y Carolina fueron las que más innovaron. En el caso de la primera, impactó con un traje a medida de Louis Vuitton: chaqueta entallada de líneas contemporáneas confeccionada en sarga brillante y decorada con botones joya (una versión parecida se vende en la web por 4500 euros) y pantalón fuera de catálogo lila, un tono que se suma a la paleta pastel que ahora es su favorita. Carolina, en tanto, se renovó con un vestido midi de estampa botánica, algo inédito, ya que las flores no son parte de su guardarropa, al que le sumó un tapado estructurado.
Si bien la siguiente generación no se quedó atrás en materia de estilo, fue la menor de las hijas de Carolina, la princesa Alexandra de Hannover, la que dio la nota: eligió un tailleur de raso que, según dijo en sus redes sociales, perteneció a su abuela. Tratándose del Día Nacional de Mónaco, se descuenta que se trata de la recordada princesa Grace Kelly, de quien todas heredaron la elegancia atemporal.