¿Qué puede hacer como líder para ayudar a sus colegas que atraviesan tiempos liminales? ¿Y qué puede hacer para ayudarse a sí mismo? Un excelente punto de partida son tres preguntas básicas pero importantes:

1. ¿QUÉ VALORA?

Si se permite dar un paso atrás y dejar de lado los desafíos inmediatos, los periodos liminales pueden recordarle lo que más valora. Los acontecimientos que lo han empujado a esta fase, y sus sentimientos al respecto, son indicadores de lo que realmente le importa.

Considere este momento como una oportunidad para reconocer y afirmar sus valores, y para conocerse mejor a sí mismo. Una experiencia liminal le brinda la oportunidad de cuestionar sus propias suposiciones sobre cómo es (y cómo debería ser) el mundo, y de preguntarse si esas suposiciones aún le sirven.

2. ¿DÓNDE ESTAMOS?

Para algunos líderes, especialmente aquellos con una tendencia a la acción, la introspección puede parecer sospechosamente una distracción. Sin embargo, la introspección y la reflexión son vitales para los líderes en tiempos liminales. Sus colegas esperarán que usted les brinde la tranquilidad y claridad que tanto necesitan, una tarea que puede ser particularmente desafiante si las opiniones dentro de su organización están polarizadas.

3. ¿CÓMO PODEMOS AVANZAR?

Las personas tienden a adaptarse a la liminalidad prolongada, replegándose en la impotencia o cayendo en el cinismo. Pero esa es una tendencia contra la que los líderes deben luchar, porque quedarse «atrapados» en una experiencia liminal no beneficia a nadie.

Como líder, debe proporcionar a sus colegas límites a los que puedan aferrarse a medida que desarrollan confianza en sí mismos y seguridad sobre el futuro.

ENFOQUE EN LO FUNDAMENTAL

Cuando parece que todo está cambiando, es útil concentrarse en las cosas que permanecen iguales, las cosas que necesitan nuestra atención y en las que podemos marcar una diferencia tangible. Puede comenzar con estas tres acciones.

1. DAR UN PASO ATRÁS Y HACER UN BALANCE

Es fácil distraerse con el desafiante contexto económico, social y geopolítico en el que operan actualmente las organizaciones. Sin embargo, no olvide aprovechar estos momentos para reflexionar en dónde se encuentra ahora exactamente y a dónde quiere llegar. ¿Cómo puede reafirmar el propósito central de su organización (y el de todas), que es ofrecer un servicio o producto que sus clientes valoren y proporcionar un entorno al que la gente quiera pertenecer?

2. FORTALECER LOS VÍNCULOS

Las organizaciones existen para reunir a personas con diferentes habilidades y conocimientos con el fin de realizar actividades que no pueden ejecutarse actuando de manera individual. Aprendemos a colaborar con colegas que quizá no nos agraden (o que incluso no respetemos), especialmente porque necesitamos su ayuda para hacer el trabajo.

3. (AGÁRRESE FUERTE Y) MANTÉNGASE FIRME

«Agárrese fuerte» era lo que los marineros solían decirse durante una tormenta; en otras palabras, aferrarse a algo seguro para evitar ser arrastrado por la borda. Por su parte, «manténgase firme» era una instrucción para el marinero al mando, quien debía estar pendiente de la brújula para evitar desviarse del rumbo.

Ambas expresiones son útiles como metáforas en nuestro momento actual: En estos tiempos difíciles, los líderes deben asegurarse de que tanto ellos como sus colegas se mantengan firmes, y ellos mismos deben mantenerse fieles al rumbo.

En última instancia, la clave está en reconocer que, más allá de la ansiedad y la confusión inmediatas, las experiencias liminales pueden ser invitaciones a reflexionar, unirse y reorientarse, no simplemente a sentirse perdidos «en el mar».