SANTA FE.- En el final de 2024, la industria frigorífica de la Argentina confirma su recuperación y la mirada sobre el futuro inmediato de la actividad revela signos alentadores. Más allá de lo que sucede en el mercado interno, con la baja que registró el consumo este año, la proyección de las exportaciones provocan un reacomodamiento de las empresas.
“Hay mucho optimismo en el sector. Si bien continuamos teniendo costos internos muy altos, hay que reaccionar. Y lo estamos haciendo. Actualmente aumentan las exportaciones porque hay una sostenida demanda de mercados importantes en el exterior. Por ello, mantenemos los niveles habituales de mano de obra y hay otras variables que permiten afirmar que estamos saliendo del estancamiento que tuvimos años anteriores”, resumió en diálogo con LA NACION el vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Antonio D’Angelo.
El empresario santafecino, que estuvo al frente de Industrias Frigoríficas Recreo Saica, en el acceso norte a esta capital, y presidió la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe (Cafrisa), reconoció que con la recuperación de las exportaciones se pueden mantener las estructuras fabriles. “Confiamos que, si bien no hay apertura de nuevos mercados en el exterior, los actuales perduran y en algunos casos aumentan su demanda. Por eso sostenemos que hay que salir a vender”, subrayó.
Polémica en un municipio: descubrieron que le pagan a un intendente una millonaria cifra por una tasa y se llevaron una sorpresa al ver cuánto gastaría
D’Angelo reconoció que hay situaciones que no lograron aún modificar sustancialmente la realidad que enfrentó el sector en años anteriores y admitió que la oferta de animales, tras la caída del consumo (hoy entre 48 y 50 kgs per cápita) se mantiene a pesar del incremento de los costos de los denominados gastos estructurales. “Si miramos solo esas cuestiones podemos decir que la ecuación cierra con lo justo o no cierra, según los casos, especialmente en la pequeña industria. Pero para el año próximo somos optimistas”, insistió.
D’Angelo fue consultado sobre la evolución del mercado de la Cuota Hilton, donde los principales cortes de exportación soportaron últimamente una caída del 10% en los precios, por lo que los valores FOB de referencia para el Ramp & Loin (corte compuesto, proveniente del cuarto trasero, integrado por los bifes angostos, el lomo y el cuadril) se ubicaban en torno a los US$14.500 tonelada, una baja de 1500 dólares respecto de los valores alcanzados un mes atrás, según datos del relevamiento de precios realizado por la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (Apea). Al respecto, apuntó: “Creo que hay una realidad que se impone: hoy, por cuestiones de precios, conviene más exportar novillos que vacas. Todos los exportadores están trabajando con un promedio del 80 al 85% de la capacidad instalada”, remarcó.
Encontrá acá toda la información sobre los remates ganaderos
Según la estadística de la Secretaría de Agricultura, si en el último bimestre (noviembre-diciembre) de este año los volúmenes son similares o algo inferiores a los de octubre, el resultado final sería una exportación no menor a las 950.000 toneladas y con posibilidades reales de llegar al millón, muy superior al último récord (2020) cuando alcanzó las 885.000 toneladas embarcadas.
Desde el mismo sector, otros empresarios explicaron que la ventaja que se obtuvo con la quita de retenciones en las exportaciones de carne de vaca y la reducción para la de novillos se la llevó el atraso cambiario. Sobre el mercado, Estados Unidos aumentó su demanda, consecuencia de una retención de hacienda en Brasil, y China debió pagar más para competir con otros importadores. Eso fue determinante para que los precios de la carne que se vende a China mejoraran 15/20%, añadieron fuentes del sector.