Venecia, la ciudad de los canales, es uno de los destinos más fascinantes del mundo. Construida sobre una laguna en el noreste de Italia, esta ciudad única combina una rica historia, un patrimonio arquitectónico inigualable y un estilo de vida definido por el agua. De este modo, ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a sus palacios renacentistas, iglesias majestuosas y puentes históricos que conectan las 118 islas que conforman su núcleo urbano.
Es por ello, que en ocasiones se hacen comparaciones con ella, y aunque siempre ‘las comparaciones son odiosas’, en España se puede presumir de contar con una ciudad que guarda cierta similitud con la ciudad italiana. Así, entre las bellas playas de la Costa Brava, Empuriabrava emerge como uno de los pueblos más especiales de Girona.
Esta localidad recibe el nombre de la “Venecia española” por su extensa red de canales navegables, convirtiéndose en un referente del turismo náutico y residencial desde su creación en los años 60. Su ubicación privilegiada, rodeada por el Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordà y con acceso directo al mar Mediterráneo, la convierte en un enclave único que atrae tanto a turistas como a aficionados a la navegación.
Una ciudad construida sobre el agua
Empuriabrava nació como un proyecto urbanístico ambicioso en 1967, diseñado para emular los canales de Venecia y adaptarlos a la Costa Brava. La urbanización cuenta con más de 25 kilómetros de canales navegables, lo que la convierte en la marina residencial más grande de Europa. Las viviendas, muchas de ellas de lujo, están construidas a orillas de estos canales, ofreciendo a sus residentes la posibilidad de amarrar sus embarcaciones en la puerta de casa.
A diferencia de otros destinos costeros de la región, Empuriabrava fue concebida con un enfoque claro en el turismo náutico. Esto ha llevado a la creación de una infraestructura completa que incluye puertos deportivos, centros de alquiler de barcos, tiendas especializadas y servicios para embarcaciones. Así, los coches quedan en un segundo plano, ya que el principal medio de transporte es el barco. Con aproximadamente 5.000 amarres, tanto públicos como privados, esta localidad se ha consolidado como uno de los puertos deportivos residenciales más grandes del mundo.
Más allá de sus canales, Empuriabrava ofrece una amplia variedad de actividades para los amantes del deporte y la naturaleza. Gracias a su proximidad al Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordà, es un punto estratégico para la observación de aves y el senderismo. Este espacio protegido alberga una gran diversidad de especies y paisajes que incluyen marismas, dunas y campos agrícolas. Pero si por algo destaca es por su academia de paracaidismo.
Así, el aeródromo de Empuriabrava, considerado uno de los mejores de Europa, atrae a miles de aficionados y profesionales cada año, que buscan experimentar la adrenalina de saltar sobre la Costa Brava con vistas inigualables al mar y los Pirineos. Por otro lado, las playas de Rubina y Can Comes permiten disfrutar de parajes salvajes y tranquilos a la vez que se practican deportes acuáticos como el paddle surf, el windsurf y el kayak.
Cómo llegar
Desde Girona, el viaje es de alrededor de 55 minutos por la carretera AP-7. Por su parte, desde Cerberé, en Francia, el trayecto tiene también una duración estimada de 55 minutos por la vía N-260.