El presidente de la FIA Mohammed Ben Sulayem junto a Max Verstappen (REUTERS/Christian Bruna)

Hace una semana, la Fórmula 1 atravesó un cambio drástico cuando restan sólo tres fechas para la definición del Campeonato de Pilotos y Constructores. Niels Wittich, quien hasta el GP de Brasil era el director de carrera, fue destituido de su cargo en medio de un supuesto enfrentamiento con el presidente de la FIA Mohammed Ben Sulayem.

Después de lo sucedido en el trazado de San Pablo, el ex director de carreras ahora enfrenta acusaciones por haber utilizado de manera intencionada una bandera roja en la clasificación del Gran Premio de Brasil. Según el análisis de un histórico de la F1, dicha maniobra habría perjudicado a Max Verstappen en su lucha por el título. El vigente campeón del mundo fue eliminado de la Q2, mientras que Lando Norris, su principal rival, logró la pole position bajo la lluvia.

El incidente ocurrió en un fin de semana marcado por las condiciones climáticas extremas, donde múltiples banderas rojas detuvieron las sesiones de clasificación y también durante la carrera principal. En particular, el accidente de Lance Stroll en la Q2 provocó una demora de 40 segundos en la orden para detener la clasificación. Este retraso impidió que Verstappen logre completar su vuelta rápida, razón por la que quedó en el 12° lugar, fuera de la Q3.

El ex piloto y propietario de equipo Eddie Jordan criticó duramente la gestión del incidente en su podcast Formula For Success. En compañía de David Coulthard, otro histórico de la categoría, el corredor que fue parte de la F1 entre 1994 y 2008, y participó en escuderías como Williams, McLaren y Red Bull, dijo: “Creo que ha encontrado su lugar natural ahora, donde la suerte de dónde sale el coche de seguridad es la suerte de los dioses de las carreras. Tenemos que asumir que el director de carrera nunca mira cosas como dónde están los coches”.

Acto seguido, Jordan interrumpió a Coulthard y dejó una reflexión en la que dejó clara su postura sobre que la F1 intentó perjudicar a Verstappen para favorecer a Norris en la lucha por el título de pilotos. “¿Me estás diciendo que Max recibió un trato justo? ¿Recibió un trato justo cuando apareció la bandera roja seis o siete autos después? Vamos, David, no seas estúpido”, fue lo primero que mencionó el ex dueño del equipo que llevaba su nombre.

“Sabes que los dioses están en manos de Lando. Quieren que Lando gane este campeonato. Pero no lo va a lograr, porque Max lo ha superado en astucia. Eso es todo”, agregó Jordan.

Verstappen brilló bajó la intensa lluvia y ganó el Gran Premio de Brasil (REUTERS/Carla Carniel)

Más allá de lo que sucedió en la clasificación, Verstappen mostró todo su talento y logró una épica victoria en Interlagos. Después de largar en el 17° lugar en la final (tuvo que penalizar cinco lugares en la grilla de largada por cambios en su impulsor), el neerlandés logró pasar a la mayoría de los coches para ganar en Brasil por casi 20 segundos de diferencia contra los Alpine de Esteban Ocon y Pierre Gasly. Por su parte, Norris acabó en el sexto puesto, lo que le permitió al triple campeón del mundo estirar la distancia en la cima del campeonato, que a falta de tres pruebas y la Sprint en Qatar, es de 62 puntos (393 a 331).

“No he renunciado”, afirmó Wittich en una entrevista con la revista alemana Motorsport Magazin, en la que detalló el trasfondo de su salida y puso en evidencia una tensa situación interna. En sintonía con las declaraciones del encargado de dirigir los destinos de la carrera hasta la carrera en el circuito de Interlagos, los medios británicos The Race y BBC indicaron que su salida fue el resultado de crecientes enfrentamientos entre él y Ben Sulayem, en una aparente “lucha de poder” dentro de la FIA.

Tras la decisión de su despido, Wittich será reemplazado desde el GP de Las Vegas por Rui Marques, quien hasta ahora era el director de carrera de F2 y F3. En un comunicado oficial, la FIA afirmó que el ex comisario de pista había dejado el cargo para “buscar nuevas oportunidades”, una versión que el propio oficial desmintió al declarar que no había renunciado y que fue informado de su despido horas antes del anuncio público.

La salida de Wittich se enmarca en un contexto de múltiples cambios en la cúpula de la FIA bajo la presidencia de Mohammed Ben Sulayem, quien enfrentó varias controversias desde su llegada al puesto. Entre ellas se encuentran la renuncia de altos ejecutivos y la crítica de la Asociación de Pilotos de Grandes Premios, que exigió un trato más profesional para los competidores.