RÍO DE JANEIRO.– Javier Milei cierra hoy su participación en el G20 de Brasil con una seguidilla de reuniones bilaterales que incluyen al líder chino Xi Jinping como punto alto en la agenda. El jefe del Estado llegó minutos después de las 10 al Museo de Arte Moderno (MAM) de Río de Janeiro para iniciar su jornada con un encuentro con el presidente de la potencia asiática, al margen de las deliberaciones de la Cumbre. Hace meses que la Casa Rosada viene exhibiendo interés en China, en lo que representa un desafío para la diplomacia argentina que, pese a su claro alineamiento geopolítico con los Estados Unidos, se siente habilitada a exhibir pragmatismo en el plano comercial.
Así, en menos de cinco días, Milei habrá pasado de formar parte de la exclusiva gala celebratoria del triunfo de Donald Trump en Palm Beach a encontrarse mano a mano con Xi Jinping, el otro polo de la principal guerra comercial del mundo.
El Presidente fue mutando su discurso a lo largo de los últimos meses: si en la campaña prometió no hacer negocios con “comunistas”-en alusión a China- en sus últimas apariciones públicas tildó al país como “un socio comercial muy interesante”. “No exigen nada, lo único que piden es que no los molesten”, le dijo Milei a Susana Giménez semanas atrás.
Tras una primera jornada cargada de intrigas en el G20 por el ambivalente posicionamiento del gobierno argentino de cara a la documento final de la Cumbre, que finalmente Javier Milei suscrbió, el Presidente, además, tendrá una reunión con el primer ministro indio, Narendra Modi, y se verá con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Las frases más fuertes de Javier Milei en sus discursos en el G20: “No cuenten con nosotros”
En las últimas semanas, tanto Milei como su hermana, Karina, comenzaron a mostrar interés en viajar a Pekín. A esta hora, es probable que esas misiones se hagan: el encuentro bilateral de algún modo se anticipó con la cita que los reúne a ambos en Río de Janeiro por el G20.
La economía y la intención de abrir mercados fue la clave en el cambio retórico del Presidente. La decisión china de renovar el swap de monedas (vigente hasta 2026), las compras de soja argentina y el posible nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) son las razones que lo llevaron a Milei a protagonizar el giro pragmático.
La semana pasada, sin ir más lejos, el secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo -que ahora está en Río de Janeiro junto al ministro de Economía, Luis Caputo- visitó China y mantuvo encuentros con autoridades gubernamentales e inversores. Allí, el funcionario le acercó a los asiáticos los beneficios del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) para las empresas chinas.
China, por su parte, pretende reanudar las negociaciones para avanzar con la construcción de dos represas en Santa Cruz que están paralizadas desde hace casi un año. Las empresas encargadas de la obra (Gezhouba, Eling e Hidrocuyo) argumentan que la parálisis obedece a la falta de financiamiento, que depende del acuerdo entre el Gobierno y China.
La atenta mirada de Washington
En Washington hoy hay un ojo en la relación de Milei con China. Allí ven con preocupación que las cadenas de valor en muchos países de América Latina son muy dependientes del gigante oriental y que hay inversiones chinas en infraestructura estratégica que pueden implicar vulnerabilidades en términos de seguridad nacional para los países de la región. La distinción, a los ojos de los Estados Unidos, es entre el plano comercial y lo potencial influencia militar.
En el G20, Milei orientó sus reuniones bilaterales con los países que no están en el eje occidental. Después de China, llegará el turno del encuentro con su par de India en una conversación en la que los intereses son eminentemente comerciales dado que para el Gobierno es imposible soslayar a Asia como cliente de los productos argentinos.
Modi es uno de los representantes del “sur global” que, reunidos en el grupo de los BRICS, junto a Vladimir Putin, pretende instalar un nuevo orden mundial. Apenas asumió, Milei comunicó formalmente al grupo de los BRICS, que conforman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, su rechazo a la incorporación de la Argentina en este foro internacional. Retrocedió así con los avances que en ese camino había tenido su predecesor, Alberto Fernández.
Recientemente, el embajador de la India en la Argentina, Dinesh Bhatia, ratificó el interés de su país en la compra de gas natural licuado (GNL). Una empresa de origen indio, en tanto, firmó recientemente un contrato para realizar estudios de factibilidad para la extracción de litio en la provincia de Catamarca. Para la Argentina, en tanto, la oportunidad está en aumentar la exportación de productos agropecuarios hacia la India.