Entre las monedas estadounidenses que han captado la atención de coleccionistas y expertos, el centavo de Lincoln de aluminio de 1974 se destaca como una de las piezas más raras y valiosas. Aunque nunca se puso en circulación, un error en su acuñación llevó a que algunos ejemplares sobrevivan y alcancen valores de hasta US$19.200 en subastas o incluso más.
Esta moneda es un testimonio de cómo un experimento en la producción puede transformar un centavo común en un objeto codiciado. Pero, ¿qué hace a este ejemplar tan especial y cómo puede ser reconocido?
El origen del centavo de Lincoln de aluminio de 1974
En 1973, la Casa de la Moneda de Estados Unidos enfrentaba un problema creciente: el costo de producción de los centavos de Lincoln, fabricados principalmente de cobre, había superado su valor nominal debido al aumento en el precio del metal. Para abordar esta situación, se exploró la posibilidad de fabricar centavos utilizando aluminio, un material más económico y ligero.
De acuerdo con el Servicio Profesional de Calificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés), bajo la dirección de Mary Brooks, entonces directora de la Casa de la Moneda, se acuñaron más de 1,5 millones de centavos de aluminio en 1974 como parte de un proyecto experimental. Esta serie tenían un peso significativamente menor que las de cobre tradicionales y un aspecto plateado distintivo.
Sin embargo, el proyecto enfrentó oposición de varias industrias, incluidas las corporaciones de máquinas expendedoras, que argumentaron que la nueva composición podría causar problemas en los dispositivos. Además, las compañías mineras de cobre presionaron para detener la producción.
Finalmente, la Casa de la Moneda abandonó el experimento y ordenó destruir los centavos de aluminio. No obstante, algunos ejemplares sobrevivieron, convirtiéndose en piezas de colección extremadamente raras y relevantes.
Cómo identificar un centavo de Lincoln de 1974 valioso
El centavo de aluminio de 1974 tiene una apariencia única que lo diferencia de los ejemplares de cobre comunes. Estas son algunas de sus características:
- Material: hecho de aluminio, lo que le da un color plateado brillante.
- Peso: aproximadamente 0.937 gramos, mucho más ligero que los centavos de cobre, que pesan 3.11 g.
- Diámetro: igual al de los centavos estándar de 19.05 mm.
- Diseño: muestra el perfil de Abraham Lincoln en el anverso y el Monumento a Lincoln en el reverso, como los ejemplares regulares de la época.
Además, la aleación utilizada para los centavos de aluminio los hacía más propensos a sufrir rayones y daños, lo que aumenta el valor de aquellos bien conservados. Si una persona cree tener uno de estos, es importante consultar a un experto en numismática para confirmar su autenticidad. Las monedas falsas o manipuladas no son raras, y solo las autenticadas por servicios reconocidos, como PCGS o Numismatic Guaranty Company (NGC, por sus siglas en inglés), tienen valor en el mercado de coleccionistas.
Cuánto vale el centavo de dólar de 1974
El alto valor de esta moneda se debe a su rareza y a su estatus como un objeto de error histórico. Aunque la mayoría de los ejemplares fueron destruidos, al menos dos han sido autenticados oficialmente:
- Ejemplar del Smithsonian: donado por David Ganz, un funcionario del gobierno que recibió la moneda durante el experimento.
- Ejemplar de Albert Toven: según la historia, esta pieza fue recogida accidentalmente por un oficial del Capitolio que lo encontró en una audiencia del Congreso.
En 2001, uno de estos centavos fue calificado como MS62 (estado de conservación excelente) por PCGS. Más recientemente, una subasta organizada por Heritage Auctions cerró la venta de un ejemplar por US$19.200. Dependiendo de su estado de conservación, algunos expertos estiman que el precio de estas monedas podría llegar a los US$160 mil.
El centavo de aluminio de 1974 no solo es valioso por su rareza, sino también por la controversia que lo rodea. Según informes, cuando la Casa de la Moneda decidió abandonar el proyecto, se ordenó la destrucción de todos los ejemplares. Sin embargo, algunos funcionarios que habían recibido las piezas como obsequios o para su evaluación nunca las devolvieron.
El FBI incluso intervino para recuperar algunos de estos, pero hasta la fecha, se desconoce el paradero de varias. Esto alimentó el misterio y el interés en torno a esta serie, que se han ganado el apodo de “monedas fantasma”.